Gavi:
No me puedo quitar la sonrisa de la cara mientras veo como Lucía da vueltas por la habitación terminando de hacer la maleta.
No puede parar de sonreír es irradia felicidad. Este viaje a Galicia le hace mucha ilusión por lo que supone para ella ver a su familia. Sé que tiene una relación muy estrecha con sus abuelos, y que está deseando verles.
A mi también me apetece conocer al resto de su familia, porque estoy segura de que son igual que ella y sus padres. Y aunque también me hubiera gustado ir a Tenerife para ver donde creció, me alegra haber escogido el viaje que al final vamos a hacer.
-Estás preciosa- le digo desde la cama
-No mientas, que parezco un troll con las pintas que llevo- ella pone los ojos en blanco, pero no borra la sonrisa
-Para mi estás preciosa- repito ganándome una sonrisa tímida de su parte
Lucía para un momento y se vuelve a girar hacia mí, lleva una camiseta mía que le queda grande y el pelo revuelto de tanto estar dando vueltas por la habitación; y para mí está preciosa.
-A veces no sé si me lo dices para que me lo crea o para que me calle- bromea, pero sé que en el fondo le gusta que le diga esas cosas
-Pues las dos cosas- respondo encogiéndome de hombros- Pero más la primera claramente
Me levanto de la cama y me acerco a ella, apoyando mis manos en su cintura. Ella me mira, esta vez sin esconder esa sonrisa vergonzosa que pone cada vez que le hago un cumplido.
-¿Tienes todo listo?- pregunto suavemente, sin separarme de ella
-Sí, creo que sí. Pero siempre siento que me olvido algo- admite ella, desviando la mirada, y me da la sensación de que está repasando una lista metal
-Bueno, si te olvidas de algo, siempre podemos comprarlo allí- le digo con una sonrisa, sé que se estresa un poco con los viajes porque quiere tenerlo todo controlado
-Supongo que sí
Nos quedamos en silencio por un momento, simplemente disfrutando del silencio y de estar los dos juntos.
-Estoy emocionada por que conozcas a mis abuelos- dice finalmente rompiendo el silencio
-Yo también. Estoy seguro de que son increíbles, igual que tú.
Lucía se ríe suavemente y se pone de puntillas para besarme durante unos segundos
···
Siento como Lucía me aprieta la mano y al mirarla veo que tiene los ojos cerrados. Odia los despegues de los aviones. Lo descubrí en el viaje a Valencia con la Selección.No puedo evitar sonreír al pensar en ese viaje donde todo cambió tanto. Todavía recuerdo lo nervioso que estaba cuando subí a la azotea del hotel para hablar con ella. Solo nos habíamos besado una vez y ya me daba miedo perderla. Pero para mi suerte todo salió bien.
Acaricio suavemente la mano de Lucía intentando que se relaje un poco, sé lo mal que lo pasa.
Por fin después de unos minutos noto como su mano se relaja bajo la mía y abre los ojos respirando un poco más tranquila.
-¿Bien?- le pregunto
-Sí, es solo el despegue, que me da la sensación de que el avión se va a partir
-Pues con todo lo que vas a volar este mes...- digo encogiéndome de hombros
-No me lo recuerdes por favor- me pide medio de broma medio en serio
Me río un poco por lo bajo y le doy un beso en la mano que todavía tiene entrelazada en la mía.
Los siguientes minutos nos los pasamos eligiendo una película para ver a la vez los dos. Elegimos una no muy larga porque el vuelo de Barcelona a La Coruña no es muy largo, dura menos de dos horas; así que al final elegimos una comedia corta.
No sincronizamos demasiado bien las pantallas porque la de Lucía va algo más adelantada que la mía. Aunque es gracioso cuando ella de repente se ríe y la broma me llega a mí varios segundos más tarde. Y viendo la película se nos pasa el vuelo volando. Y mientras aterrizamos Lucía se vuelve a sujetar a mi mano porque tampoco le gusta nada la sensación del aterrizaje.
En cuanto tocamos el suelo y el avión se detiene todo el mundo empieza a levantarse. La voz del piloto anuncia nuestra llegada al aeropuerto de La Coruña, y las azafatas comienzan a dar instrucciones para desembarcar.
Después de desembarcar no nos hace falta pasar por la cinta para recoger el equipaje porque solo llevamos el de mano así que simplemente caminamos hacia la salida, donde sé que nos esperan los abuelos de Lucía.
Por fin después de andar unos minutos llegamos a la puerta de llegadas, donde veo a una pareja mayor que se ilumina al vernos. Lucía sonríe ampliamente y suelta mi mano para correr hacia ellos, abrazándolos con fuerza. No puedo evitar sonreír al ver como los tres sonríen mientras se abrazan.
-Os he echado de menos- a Lucía le brillan los ojos de felicidad mientras les abraza.
-Ay mi niña- exclama su abuela, acariciándole el pelo suavemente- Estás tan bonita y tan grande...
Los tres se abrazan durante unos segundos más. Los abuelos de Lucía le dicen algo más que hace que ella sonría y luego, ambos me miran, y Lucía da un paso atrás dándose cuenta de que no nos ha presentado.
-Abuelos, este es Pablo mi novio- su voz tiene un tono feliz y orgulloso que me hace sonreír aún más de lo que ya estoy sonriendo
-Es un placer conocerles- digo, extendiendo la mano, aunque ambos se acercan para darme un abrazo en lugar de un apretón de manos.
-El placer es nuestro- dice la abuela de Lucía con entusiasmo- Hemos oído mucho sobre ti.
Lucía se sonroja un poco y yo no puedo evitar reírme.
-Espero que cosas buenas- respondo, y todos se ríen.
Mientras salimos del aeropuerto y nos dirigimos hacia el coche de los abuelos, siento cómo los nervios que tenía se han disuelto completamente. Los abuelos de Lucía me recuerdan mucho a los míos. Sonrío al darme cuenta que cuando vayamos a Sevilla Lucía los va a conocer, y sé que la van a recibir igual de bien de lo que me han recibido aquí.
Mientras vamos en el coche Rosa, la abuela de Lucía nos va hablando de la comida que ha hecho para hoy. Físicamente se parece bastante a Lucía, y no he podido evitar fijarme que ella también tiene heterocromía, seguramente de ahí lo habrá heredado. Su abuelo, Jesús, hace algún comentario, pero tampoco habla mucho mientras va conduciendo.
No puedo evitar fijarme en como Lucía les mira con devoción. Sé que va a disfrutar mucho estos días con ellos.
Holaaa
Espero que os haya gustado este capítulo aunque sea un poco de relleno y cortito, pero me apetecía subirlo
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Un paso más
FanfictionGavi acaba de sufrir una lesión terrible en un parón de selecciones, y tras la operación necesita fisioterapia. Lucía es una fisioterapeuta de 21 años, a la cual le ofrecen un trabajo con un deportista al que acaban de operar. La recuperación de Ga...