Lucía:
25 de Diciembre
-Feliz Navidad- murmuro bajando las escaleras hasta el salón
-Como siempre, Lucía la que más tarda- escucho que dice Javier
No digo nada, pero cuando me acerco a él le pego una colleja haciendo que se ría. Está toda mi familia reunida alrededor del árbol; incluso mis primos Ian y Alicia con sus padres, que llegaron el día de Nochebuena a la hora de la cena; ellos son los que viven en Barcelona, y con los que me quedé cuando me mudé.
-Venga Ali, empieza a abrir los regalos- le dice mi abuelo a mi prima pequeña
La sigo viendo como a una niña muy pequeña, aunque ya tiene 10 años. Bueno, a ver, sigue siendo pequeña, pero ya no los es tanto he de admitir. Y a Ian, que tiene 6, le veo aún más bebé, porque todavía me acuerdo perfectamente de como era cuando nació.
Todos vamos abriendo nuestros regalos poco a poco hasta que terminamos. Ian está abriendo su último regalo y en cuanto lo veo tengo que esconder una sonrisa.
Es una camiseta del Barça. No veo si tiene algún nombre por detrás, pero no puedo evitar pensar en Pablo y el ataque que le daría a mi primo si supiera que le conozco. Bueno, no solo que le conozco, si no que es algo así como mi novio. O eso me gusta pensar.
En cuanto Clara ve la camiseta piensa lo mismo que yo y me mira con los ojos muy abiertos. Ella, a parte de mis padres, es la única de mi familia que sabe que trato a Gavi porque les pedí a mis padres que no dijeran nada. Así que el resto solo sabe que estoy llevando un caso importante en la clínica.
-¿Te gusta prima?- me pregunta Ian enseñándome la camiseta que se ha puesto por encima del pijama
-Mucho, te queda muy bien- respondo y él se gira dejándome ver que en la espalda lleva el número seis, lo que me hace aún más ilusión
-Podemos ir un día a ver un partido- sugiere muy feliz- Puede que Gavi esté por ahí
-Sí, algún día vamos a ir juntos- le digo haciendo que su sonrisa se ensanche
Como ya hemos terminado de abrir todos los regalos entre todos recogemos los envoltorios, y nos vamos yendo a desayunar. Otra tradición de mi familia es que siempre, el día de Navidad, desayunamos chocolate con churros, y este año no es diferente.
Los niños desayunan mucho más rápido y se van al jardín dejándonos más espacio en la cocina al resto. Cuando llego yo, veo a mi padre hablando con algunos de mis tíos y a mi madre bromeando con sus hermanos. Clara está enseñándole a mis abuelos un collar que le han regalado y ellos la miran con adoración en los ojos. Me detengo unos instantes para apreciar lo afortunada que soy de tener a mi familia. A una gente que se quiere tanto y que me quiere tanto sin nada a cambio.
Por fin, tras observarles unos segundos me siento yo también en la mesa y desayunamos juntos. Luego, cuando ya me he terminado mi taza de chocolate, salgo al jardín para ver que hacen mis primos y veo que están jugando al fútbol. Los mellizos en un equipo y Alicia e Ian en el otro.
Aprovecho un momento en el que el último está de espaldas para sacarle una foto en la que se ve el dorsal y el nombre de la camiseta.
-¿Se la vas a mandar a Gavi?- me pregunta mi prima que justo llega a mi lado
Yo asiento y se la envío a mi sevillano.
30 de Diciembre
-¿Tienes algo para ponerte mañana?- me pregunta Clara mientras estamos sentadas en el jardín
-Me he traído varias cosas, no sé lo que me pondré- respondo encogiéndome de hombros- Todo depende si después de cenar van a querer quedar
-Ni idea de lo que haremos, en el grupo no se aclaran
Al habernos criado en ese pueblo durante las vacaciones de toda nuestra vida, hemos ido haciendo amigos mientras crecíamos, y todas las Nocheviejas solemos salir juntos después de las uvas; pero este año no se aclaran a donde quieren ir; y eso que no es un pueblo muy grande.
-Pues que lo decidan ya, o al final no vamos a hacer nada- digo y mi prima asiente con la cabeza
-Lucía- escucho como mi padre me llama desde la casa- Está sonando tu móvil
-Voy- me levanto y entre en el salón que es donde mi teléfono está sonando
Al ver que es mi vecina de arriba de Barcelona me extraño, seguramente se haya equivocado
-Hola Susana- saludo contestando la llamada
-Hola Lucía, ¿estás en Barcelona cielo?- me pregunta
-No, ¿por? ¿Ha pasado algo?
-Lo siento cariño, pero se ha vuelto a reventar una tubería en mi casa y no sé si te estoy inundando
-Madre mía...- suspiro, no es la primera vez que pasa, y la otra vez el agua sí que pasó a mi casa
-¿Puedes mandar a alguien para que lo compruebe?- pregunta, y yo pienso en Izaro y Gavi, pero no
-No, solo yo tengo las llaves del piso
-De verdad que lo siento- se vuelve a disculpar
-No te preocupes
-Cuando consigas comprobarlo avísame por favor- me pide
-Sí, claro, te aviso de cualquier cosa
-Bien, gracias, adiós
-Adiós- me despido y cuelgo la llamada
-¿Qué pasa?- me pregunta mi padre que estaba escuchando
-Que a Susana se le ha vuelto a reventar una tubería y puede que me esté inundando- le cuento
-¿Tienes que irte a Barcelona?
-Sí, no me queda otra- suspiro y empiezo a mirar los billetes del AVE
Mientras yo busco hueco en alguno de los trenes mi padre va a buscar a mi madre para contárselo. Por más que miro no consigo encontrar ningún billete a buen precio o que no sea demasiado tarde.
-Lucía, ya buscamos nosotros el billete- me dice mi madre entrando en el salón- Ve a recoger tus cosas
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-Que tengas un buen viaje- me dice mi padre antes de que pase los controles de la estación-¿Seguro que no quieres comer algo antes de marcharte?- mi madre repite la pregunta por quinta vez
-No te preocupes, mamá, ya comeré algo cuando llegue a Barcelona
-Bueno...- murmura no muy convencida- Por si a caso te he metido un paquete de galletas en la mochila
-Te quiero- le doy un abrazo para despedirme
-Adiós
-Adiós- me giro un momento antes de pasar por la seguridad de la estación
Al final mi padre me ha conseguido un billete en un AVE que sale a las cuatro, así que llegaré sobre las siete de la tarde a Barcelona.
Durante el principio del trayecto aprovecho para mirar billetes para volver mañana en cuanto pueda, pero se me cae el alma a los pies cuando veo que no hay nada, o que son demasiado tarde.
Nunca he pasado una Nochevieja sola, pero siempre hay una primera vez
Holaaa
Después de unos días sin capítulo aquí tenéis uno. No sé si esta noche subiré otro o si no mañana, pero lo voy a subir.
A los q estéis de exámenes como yo, mucha suerte. Yo ya casi he acabado. Ya queda menos para el veranoooo
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Un paso más
FanfictionGavi acaba de sufrir una lesión terrible en un parón de selecciones, y tras la operación necesita fisioterapia. Lucía es una fisioterapeuta de 21 años, a la cual le ofrecen un trabajo con un deportista al que acaban de operar. La recuperación de Ga...