Capítulo 37

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Gavi:

Mientras observamos el atardecer los dos en silencio de repente recuerdo que Pedri sigue dando vueltas por la carretera.



G: Pedritooo
No hace falta q sigas dando vueltas, estoy con Lucía, y ya la convenceré de q me lleve a casa
Por cierto, NO la había cagado yo


P: Estoy orgulloso de ti Gavito
Gracias por avisar ahora q ya he aparcado
Por cierto, como querías q viera los mensajes si se suponía q estaba conduciendo?


G: Lo importante es q no estás conduciendo y q los has leído
Pero ya te puedes ir a casa
Te debo una bro


P: Repito, me debes muchas



-¿Con quién hablas?- me pregunta Lucía al ver que estoy con el móvil

-Con Pedri, que estaba dando vueltas para aparcar- dejo el móvil en la toalla, y centro mi vista en ella, que está tumbada en la toalla apoyada sobre sus codos mirando el cielo

Es preciosa, y con la luz del atardecer lo está aún más. Cuando sonríe le sale un hoyuelo monísimo en el lado derecho de la cara. Y sus ojos... no sé por donde empezar. Cuando está feliz tienen un brillo especial. Y cuando está enfadada, siempre me da la sensación que su ojo azul se vuelve de un tono gris, casi como una tormenta. 

-¿Has hecho que Pedri te trajese?- me pregunta, no se ha dado cuenta de que estaba embobado mirándola 

-¿Cómo creías que había venido?- le pregunto, y ella no dice nada

Aprovecho ese momento en el que está pensando para poner mi mano en su mandíbula y besarla. Al sentir que me devuelve el beso lo intento intensificar más. Ella me pone una mano en la nuca, por dentro de la capucha, y otra en la mandíbula; y se tumba del todo en la toalla, haciendo que me tenga que inclinar para poder besarla bien. 

Una especie de escalofrío me recorre la espalda cuando entierra sus dedos en el pelo de mi nuca. Me encanta que haga eso, es una sensación que...

Mientras estoy disfrutando del beso, y de sus dedos tirando suavemente de mi pelo de repente ella se separa bruscamente, y yo abro los ojos de golpe por si pasa algo. Pero ella simplemente me está mirando desde abajo, así que intento volver a besarla

-Pablo no- me dice- Estamos en la playa, nos pueden ver

-No ves que voy camuflado- señalo la capucha de la sudadera

-No es que sea un gran disfraz- me empuja por el hombro, y yo no me muevo- Venga muévete- no le hago caso y me quedo en esa posición- Gavira...- habla amenazante- Voy a contar hasta tres, como no te hayas movido...

No dejo que empiece a contar y me aparto antes; me gusta molestarla, pero no quiero que luego se vengue de mi, porque es cruel, muy cruel.

-Así me gusta, que me hagas caso- se incorpora y me da una palmadita en el hombro

Se pone de pie, y me tiende las manos.

-Venga, que te llevo a casa- me dice

-¿Por qué no me llevas a la tuya?- le pregunto inocente, y hago que se ría

-Si quieres...

-Claro que quiero- digo como si fuero lo más obvio del mundo


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Lucía:


Me despierto con los primeros rayos de sol entrando por la ventana. 


Me cuesta unos instantes pero por fin me ubico, y recuerdo todo el día de ayer. De repente me doy cuenta que he dormido toda la noche seguida, sin quedarme dando vueltas en la cama. 


Noto como de repente Pablo se mueve a mi lado en la cama. Anoche se quedó a dormir, como hace muy a menudo, y lo último que recuerdo antes de dormirme es como me abrazaba contra su pecho mientras me susurraba cosas al oído.

Al mirarle siento como si una presión hubiera desaparecido de mi pecho. Ayer al contarle todo sobre la peor época me di cuenta que era eso lo que no me estaba dejando en paz. Sentía que no estaba siendo cien por cien sincera con él, y por eso me alejaba, aunque fuera de forma inconsciente.

-Buenos días- dice Pablo desperezándose 

-Buenos días- le digo y me acerco para dejarle un suave beso en los labios

-Así da gusto despertarse- se ríe tumbándose de nuevo en la cama- ¿Qué tal has dormido?

-Muy bien

-Porque has dormido conmigo, obvio

-Es demasiado pronto para que te estés echando flores- bromeo haciendo que se ría

-Nunca es demasiado pronto

-Venga, vamos a desayunar- digo poniendo los ojos en blanco por su comentario

Me levanto de la cama pero él ni hace un amago de moverse

-Venga Pablo

-¿Cómo puedes estar tan guapa hasta recién levantada?- me pregunta ignorándome y hace que me ponga roja

-Seguro que parezco un ogro, pero gracias- le digo intentado que no se de cuenta de lo nerviosa que me ha puesto- Ahora en serio, levántate

No sé si lo hace porque salgo de la habitación y voy hacia la cocina. Necesito un buen café, porque anoche nos quedamos hasta las tantas hablando de cualquier cosa. Lo cual me hizo muy feliz, sentí que volvía a estar cerca de él después de estos días en los que solo me dedicaba a apartarle.

Enciendo la cafetera y mientras espero a que el café se haga noto como un brazo me envuelve la cintura.

-No pareces un ogro- dice Pablo contra mi cuello- Estás preciosa

-Cuando quieres eres muy dulce- le digo y siento como se ríe contra mi piel mandándome escalofríos por todo el cuerpo

-Pero no se lo digas a nadie, tengo una reputación que mantener- bromea 

Me alegro que no pueda ver la cara porque por algún motivo hace que sonría como una tonta. No sé lo que tiene, pero con él siempre estoy feliz.

Cuando el café termina de hacerse cojo la taza y me giro hacia Pablo apoyándome en la encimera.

-¿Qué tienes que hacer hoy?- me pregunta comiéndose unas galletas que le había dejado encima de la mesa, sé que son sus favoritas

-Tengo que ir a la clínica porque tengo papeleo que hacer, es como si nunca se terminara- comento- ¿Y tú?

-Viene mi agente a mi casa, tiene que contarme no sé qué de un evento al que quieren que vaya en Madrid

-Uh, Madrid, ¿cuándo?

-No sé, creo que como el día veinte- responde encogiéndose de hombros, es un desastre en cuanto a organización y a su calendario

-Tenía pensado ir por esas fechas para ver a mis padres y algunas amigas

-Por favor ven cuando yo tenga que ir- me pide- No quiero ir solo

-No sé, depende de como me cuadre el calendario

-No sabía que eras una chica tan ocupada- bromea- Si lo único que haces es molestarme todo el día

-¿A que no te compro más galletas?- le amenazo haciendo que se ría

Ver como sus ojos se achinan con la risa hace que sonría, me encanta verlo tan feliz y saber que he sido yo quien ha hecho que se ría, como siempre hace él conmigo.



Holaaa 

Q tal estáis? Espero q muy bien y q os haya gustado este capítulo 

Por ciertooo tengo pensada una historia para Izaro, y ya tengo un par de capítulos escritos enteros. Queréis q los suba ya, o espero a terminar esta?


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