Capítulo 32

1.9K 90 2
                                    


Lucía:

-Que no Pablo- vuelvo a decir, y él me mira con tristeza desde el otro lado de la pantalla

-Venga... por faaa- insiste con un puchero

-Te he dicho que voy a cenar en casa de mi tía

-Los dos sabemos que eso es mentira- se ríe cuando ve que tiene razón- Vas a cenar tú sola en tu casa, en pijama; y eso no voy a dejar que lo hagas

-Pero no me quiero meter en una cena familiar

-Sabes que a mis padres les daría igual, y además Fermín y Javi también vienen, así que eso no es escusa- me cruzo de brazos al darme cuenta de que me estoy quedando sin argumentos, y sé que Gavi no va a aceptar un no por respuesta

-No puedes decirle a tu madre que va a ir una persona más tan solo unas horas antes, seguro que ya tiene la comida hecha solo para vosotros

-Por eso no te tienes que preocupar, mi madre ha cocinado como para alimentar a media ciudad- no puedo evitar reírme un poco

-No tengo nada que ponerme- sigo insistiendo, pero ya es lo último que me queda, y veo como Pablo pone los ojos en blanco

-Ponte lo que sea, solo vamos a estar nosotros, ni que fuéramos a ir a un desfile de moda- nos quedamos unos segundos en silencio mientras nos miramos fijamente a través de la pantalla- ¿Vas a venir?

-¿Tengo alguna otra opción?- pregunto, y él niega con la cabeza- Pues supongo que iré

-A las ocho en mi casa- me dice con una sonrisa

-Vale...- niego con la cabeza, pero sonrío un poco- Adiós

-Adiós- antes que cuelgue lo escucho gritar- ¡Mamá! Ya he convencido a Lucía

No me da tiempo a decir nada porque la llamada se corta; pero no puedo reprimir una risa, este chico es increíble.

Miro la hora, y suspiro. Son las cinco de la tarde, y tengo que estar en casa de Gavi a las ocho, tengo menos de tres horas para prepararme; tengo que empezar ya, porque no me da tiempo si no. 

Abro la puerta de mi armario, y me siento en mi cama para observar toda mi ropa. No tengo ni idea de que ponerme, me he llevado mi ropa de fiesta bonita a Madrid.

............................................................................................................

Ya estoy casi llegando a casa de Gavi con mi coche. No me ha sobrado ni un minuto para arreglarme. 

Al final me he puesto unos pantalones negros, que son como de algodón elástico, con pata de elefante; o sea que son ajustados arriba, y luego más sueltos; y arriba me he puesto una camisa dorada de manga larga.

He tardado mucho en elegir lo que ponerme, pero me ha dado tiempo a ducharme y a plancharme el pelo; y luego me he maquillado, no mucho, pero un poco sí.

Entro a la urbanización del futbolista, me gusta mucho porque las casas están bastante separadas entre ellas, y cada una tiene su propia valla de acceso. 

Como siempre, aparco delante de su casa, pero esta vez hay un coche más, que supongo que será el de Fermín o el de Javi.

Me bajo del coche, y voy hasta la puerta. Estoy a punto de llamar al timbre, pero me detengo, y me quedo parada en la puerta durante unos instantes; por algún motivo estoy muy nerviosa, y eso que ya conozco a sus padres y a su hermana.

Por fin, después de estar ahí parada como una tonta, me decido a llamar al timbre. Belén me abre tras unos segundos, y me saluda con una gran sonrisa.

Un paso másDonde viven las historias. Descúbrelo ahora