Gavi:
-Se me hace muy raro que conduzcas- murmura a mi lado Lucía emocionada
He pasado por su casa de sorpresa a recogerla conduciendo yo. No se lo esperaba, porque a pesar de que ya me dieron el visto bueno los médicos hace unos días para conducir, no había cogido el coche todavía. En realidad sí que he conducido alguna vez estos días, pero por dentro de mi urbanización, nada más. Quería darle una sorpresa a Lucía, para hacer la cita aún mejor. Y sinceramente, a mi también se me hace raro ir con ella y que no conduzca.
-¿Me vas a decir ya a dónde vamos?- me pregunta porque todavía no se lo he dicho
-No, te va a tocar esperar un poco más- respondo y ella murmura algo molesta
Aprovecho para apartar la mirada unos segundos de la carretera para mirarla a ella. Está preciosa, más que normalmente, que ya lo está. Pero es que hoy tiene un brillo especial.
En cuanto he llegado a su piso y la he visto con el vestido azul oscuro que se ha puesto, he sabido que me va a ser difícil concentrarme esta noche. Es de manga larga, pero con la espalda descubierta; y el color hace que su pelo rubio, que se ha recogido, y sus ojos, bueno, ojo, resalten y resalten sus facciones.
-Estás preciosa- le digo poniendo mi mano en su pierna
-Tú también estás muy guapo- murmura jugando entrelazando sus dedos con los míos
-Ya casi hemos llegado- veo como empieza a mirar todo intentando reconocer algo
Unos minutos más tarde aparco delante del sitio.
Al bajarnos del coche me permito darle un repaso de arriba a abajo a Lucía. Está realmente preciosa.
No me creo que sea mía
Creo que he ganado en la vida
Sé que he ganado en la vida
-¿Vamos?- le pregunto tendiéndole la mano
-Sí- contesta emocionada entrelazando nuestras manos
Cuando entramos al restaurante veo como lo observa todo con atención, y como sonríe cada vez más.
-Buenas noches- nos saluda el camarero de la entrada- ¿Tienen reserva?
-Sí,- contesto- está a nombre de Pablo Páez
-Síganme- el camarero nos guía tras comprobar mi nombre
El restaurante no es demasiado grande, pero está lleno. Está alejado del centro de Barcelona, perfecto para que podamos estar tranquilos. El camarero nos lleva hasta una terraza apartada del resto de personas y tras darnos las cartas se marcha.
-Pablo esto es precioso- murmura Lucía acercándose a la barandilla para mirar el mar que se extiende ante nosotros
-No tanto como tú- me acerco a ella para abrazarla por detrás
-De verdad que no te merezco- no puedo evitar sonreír cuando se da la vuelta para besarme- ¿Cuándo has planeado esto?
-Puede que en cuanto aceptaste ser mi novia- Lucía se ríe abiertamente de mí y me pongo rojo- Pero puede que no sea verdad
-Me gusta que seas romántico- murmura mientras me vuelve a besar- Te quiero
-Te quiero
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-Pablo esto ha sido perfecto- dice Lucía mientras esperamos a que nos traigan el postre
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Un paso más
FanfictionGavi acaba de sufrir una lesión terrible en un parón de selecciones, y tras la operación necesita fisioterapia. Lucía es una fisioterapeuta de 21 años, a la cual le ofrecen un trabajo con un deportista al que acaban de operar. La recuperación de Ga...