Capítulo 60

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Gavi:


Es como un ángel

Me da paz cuando duerme, como si nada más en el mundo importara. 

Me tengo que obligar a mi mismo a apartar la mirada de ella cuando ya llevo un buen rato mirando como duerme. Pero tampoco sirve de mucho porque a los pocos segundos vuelvo a estar mirándola.

Se ha quedado dormida en el sofá mientras veíamos Outer Banks. Es como una marmota, se duerme en cuanto puede y donde puede. Pero que conste que es mi marmota favorita. 

Vuelvo a apartar la mirada de ella y vuelvo a centrarme en mi móvil. Cuando se ha dormido he parado la serie para que no se perdiera nada, y he cogido el móvil.

Ayer fue la rueda de prensa, y no he cogido mi teléfono en estas veinticuatro horas. Y todavía no he abierto ni instagram ni tik tok ni nada. Sé que hay revuelo mediático entre la confirmación de la relación y las declaraciones que dimos en contra del acoso recibido. 

Sinceramente se me olvidó completamente lo que tenía que decir, pero terminé diciendo lo que me salió del corazón. Y tuve que parar antes de soltar algo que me pudiera meter en líos. Pero es que hay muchas cosas que me gustaría decirles a varios periodistas. A veces me hierve la sangre por las burradas que sueltan. Sobre mí me da igual lo que puedan decir. Pero si pudiera les diría unas cuantas cosas no muy bonitas sobre lo que lo que le han hecho pasar a Lucía con sus publicaciones.

Han pasado varios meses desde que Lucía rompió conmigo, eso fue como por enero y ya estamos en abril. Pero aun así recuerdo como se me rompió el corazón cuando leí lo que habían estado diciendo de ella. Me sentí como si me hubieran dado una patada en el estómago cuando me di cuenta por lo que había estado pasando mi novia sin buscarlo, sin merecerlo, y sin contárselo a nadie. 

Y sé que, aunque lo intente disimular, a veces le sigue dando un poco de miedo estar haciéndome daño, o haciéndome mal. Pero sé que le tiene miedo a lo que puedan decir de ella.

Así que ayer en cuanto volví a casa le hice prometerme que no iba a mirar nada en la prensa o en las redes sociales sin decírmelo. Aunque tampoco le dejé muchas opciones porque la arrastré a casa de Pedri para pasar la tarde. Y hoy ninguno teníamos que ir a ningún lado, ella no tenía fisio y yo tenía el día libre, así que nos hemos quedado en casa viendo series. 

Sigo revisando mi galería. Antes tenía muchas fotos de partidos, de entrenamientos... Ahora mis fotos básicamente consisten en Lucía durmiendo. Bueno son en general fotos de Lucía, pero tengo muchas de ella dormida. Pienso hacer una recopilación para ponerla en nuestra boda.

¿Acabo de pensar eso? 

Sí, para que mentirnos. 

Sé que me quiero casar con ella casi desde el día que la conocí. Es que con simplemente con imaginármela vestida de blanca caminando hacia mí, o siendo la madre de nuestros hijos... Soy incapaz de no sonreír cada vez que me imagino algo de eso. Tengo claro que es la mujer de mi vida.

También sonrío al ver las fotos que le solía sacar a escondidas cuando aún era mi fisio y me aburría en las sesiones. No me sorprende que en muchas de esas fotos salga cabreada conmigo porque la mitad de las veces me pillaba sacándole las fotos. Como echo de menos nuestras sesiones de fisioterapia. Me alegra estar de nuevo con los médicos de club, pero es que con ella era diferente. 

Sigo avanzando por las fotos y veo las de Nochevieja en mi casa. Estaba preciosa ese día. Siempre lo está. Pero ese día en especial. 

Se me encoge un poco el corazón al ver que hay un salto de dos semanas entre dos fotos ya en enero. Esas malditas dos semanas. Menos mal que las dejamos atrás.

Un paso másDonde viven las historias. Descúbrelo ahora