Capítulo 53

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Gavi:


-La paciente pregunta por usted- me dice la enfermera con una leve sonrisa

-¿Lucía está despierta?- pregunto en shock

-Ha despertado hace un rato y está preguntando por usted

Me giro hacia mis padres que me hacen un gesto para que siga a la enfermera. No me lo pienso dos veces y entro con ella al ascensor. Lucía está despierta, eso es bueno.

-¿Está bien?- pregunto cuando las puertas se cierran

-Por ahora está estable, pero todavía tenemos que descartar posible lesiones internas que no se vean a simple vista, al igual que lesiones neurológicas por la contusión que tiene en la cabeza- me contesta, y la verdad es que me quedo como antes, no he entendido nada

Cuando las puertas se abren siento como los nervios invaden mi cuerpo. ¿Y si Lucía no está bien?

No

Lo va a estar

Dejo que la enfermera me guíe por los pasillos de la planta en la que estamos, hasta que de pronto se detiene en la puerta abierta de una sala. Miro a la enfermera y ella me hace un gesto para que entre. Cruzo el umbral con un poco de miedo y de nervios, pero cuando veo a Lucía dejo de sentirlo todo.

-Mi vida...- murmuro acercándome a su cama

-Pablo...

Noto el alivio en su voz, y me doy cuenta de lo mal que lo ha tenido que pasar al despertarse sin saber nada

-¿Cómo estás?- le pregunto tras dejar un beso en su cabeza

-Bueno, estoy viva- susurra y a mí se me rompe el corazón, sobre todo cuando me mira con los ojos llorosos- Pablo, tenía mucho miedo

-Ya ha pasado todo, estoy aquí 

Con cuidado la abrazo por los hombros y noto como ella esconde su cara contra mi pecho

-Estoy aquí- repito cuando noto como llora- Estoy aquí

-Gracias por venir- murmura aún contra mi pecho

-¿Cómo no iba a venir?- pregunto algo sorprendido- En cuanto me han llamado he venido, no me iba a quedar en casa sabiendo que estabas en el hospital

-Aún así gracias, te quiero

-Y yo a ti- vuelvo a dejar un beso en su cabeza sin dejar de abrazarla- Tus padres están viniendo hacia Barcelona

-¿Sí?

-Sí, claro que sí, han salido hacia aquí nada más enterarse; aunque no sé cuando llegarán. Pero seguro que es antes de que te des cuenta- le cuento intentando animarla algo al menos- Y en la otra planta están mis padres y mi hermana con Pedri e Izaro

-¿Han venido todos?- Lucía se separa de mí con expresión sorprendida

-Claro que sí, están muy preocupados por ti- digo obvio

Lucía no dice nada, como si lo estuviera procesando. Yo aprovecho para examinarla mejor. Tiene bastantes moratones y varios cortes en la cara, algunos con puntos y otros sin. 

-Lucía, lo siento- digo con un hilo de voz- Si no te hubiera dicho de venir a mi casa... Lo siento mucho

-¿Pablo qué dices?- me pregunta confusa- ¿Crees qué que yo esté aquí es tu culpa?

-Sí, sabía que llovía, y aún así te insistí... Yo...

-Amor, tú no tienes la culpa de absolutamente nada- murmura y veo que me mira con ternura

-Ojalá pudiera hacer algo por ti

-Lo único que quiero ahora mismo es ir a casa

Lucía apoya la cabeza en la almohada y cierra los ojos agotada.

-Seguro que enseguida nos vamos de aquí- le digo acariciando su pelo

-Tengo una pierna rota y creo que alguna costilla también- me dice sin abrir los ojos- Y por lo que me han dicho puede que tenga algo en la cabeza

-Te vas a recuperar antes de que te des cuenta

-Esto es un desastre- veo como aprieta los ojos reprimiendo las lágrimas- ¿Qué pasa con tu recuperación? Voy a tener que coger una baja, y no voy a poder seguir dándote las sesiones

-Lucía, cariño, ahora mismo yo no importo una mierda. Lo único importante eres tú y que esté bien

-Todo se volvió negro de repente, solo sentía dolor. Quería morirme hasta que de repente todo paró- siento como si alguien me estrujara el corazón cuando la escucho hablar- Cuando me he despertado pensaba que estaba muerta, tenía mucho miedo de estarlo

-Pero no lo estás amor- murmuro sujetando su mano con suavidad- No lo estás, y ya no te va a pasar nada más

-Quiero irme a casa- solloza- Quiero salir de aquí

-Solo aguanta un poco más amor, solo un poco más...

Mientras estoy acariciando su pelo de forma suave escucho como la puerta de la sala se abre.

-Vamos a sedarla para que pueda descansar- me dice la enfermera acercándose a su gotero- Está muy nerviosa, y le va a venir bien. En seguida la subiremos a su habitación

Yo asiento, y antes de separarme de Lucía le doy un último beso en la frente.

Salgo de la habitación con el corazón en la garganta. Me mata ver a Lucía así porque no sé que puedo hacer para ayudarla. O si puedo hacer algo por ella. Me duelo, me duele mucho porque es una de las personas más fuertes que conozco y para que esté así sé lo mal que lo ha tenido que pasar. No sé si yo sería capaz de sobrellevar algo así. 

Casi como si fuera un robot vuelvo a subir a la planta donde, cuando las puertas del ascensor se abren, mis padres me miran preocupados.

-¿Cómo está?- Izaro es la primera en levantarse para preguntarme

Tardo unos segundos en responder, porque no sé que decir. Quiero decir que bien, porque está viva, y sus lesiones son graves pero nada irrecuperable. Pero a la vez quiero decir que está mal, porque lo está.

-Podría estar mucho peor- digo al final mientras me encojo de hombros- En seguida la van a subir 

-¿Qué tiene?- me pregunta mi madre

-Una pierna rota, puede que algunas costillas, brechas en la cara, moratones...- enumero sentándome junto a Pedri- Y todavía le tienen que hacer pruebas para asegurase que no tiene alguna lesión interna

-Pobrecita mía- murmura mi madre

-Pero es fuerte- digo, aunque siento que es para convencerme a mí mismo más que al resto- Va a estar bien




Holaaa

Sé q es un capítulo muy corto, pero es q llevo dos días q no paro, y no quería dejaros sin capítulo otro día más

 Espero q os haya gustadooo

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