New York City |Zodiaco| [NYCZ]

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Maratón 1/6

Aries

-Esto no es buena idea —repitió Tauro mientras conducía atrás del auto de mi hermano.

Ese lujoso y condenado auto donde estaba Géminis de seguro riendose de sus chistes malos. Sé que esto quedaba como si fuera un acosador pero sabía que mi hermano no tenía buenas intenciones.

Tal vez era otro de sus múltiples jueguitos. O también trataba de enamorarla para poder casarse con ella y cerrar el negocio.

Pero que estupidez por Dios.

-Voy muy apretado —y ahí iba el quejica de Cáncer en medio de los chicos de atrás.

-Y yo voy de muy malhumor —le sonreí con sarcasmo mientras Tauro rodaba los ojos y doblaba en una esquina.

-¿Será siempre así? —la pregunta de Acuario me sacó de mis pensamientos que cada vez se apoderaban aún más de mi pobre y sobrecargado cerebro. -Digo... cada maldita vez que Hades salga con Géminis, ¿saldrás tras ellos?.

Tragué gordo ante lo que me había dicho. Muy a mi pesar, tenía razón, no podía salir corriendo tras ellos cada vez que tuvieran una cita. Era algo desesperado de mi parte pero no podía actuar de otra forma con la chica tan terca y orgullosa que conocí hace tiempo.

-No lo sé. Pero ahora mismo ya estamos siguiendolos —hice una pausa con un suspiro. -No me fío de Hades... su mente algunas veces suele ser muy perversa y odiosa.

Luego de un suave y breve silencio, lo que estaba diciendo Leo me dejó quieto en mi asiento.

-¿Y si en serio le gusta Géminis? ¿Qué se supone que harás? —mis ojos quedaron fijos en el camino que recorriamos. Aunque no quisiera, no podía evitar pensar que Leo podía tener razón.

Esa pregunta también estaba en mi mente desde que esto venía sucediendo. Pero aún así, no encontraba respuesta alguna para aquello.

Por una parte estaba Hades, aunque algunas veces —por no decir muchas— se comportaba como un verdadero capullo pero después de todo era mi hermano. Ambos teníamos la misma sangre y aunque en algunas situaciones parece como si nos odiaramos, nos queríamos a pesar de todo. Así que estaba en juego mi corazón y el suyo.

Y por otra estaba Géminis. Demonios, esa chica era las más perfecta que había conocido y con tal de no interferir en su felicidad, me convencí de alejarme de ella —aunque eso me matara— pero al final no ocurrió nada entre Acuario y ella.

Alguno de los 3 saldríamos dañados o al menos afectados de esta situación que el destino nos había dado. Algunas veces llego a pensar que el universo le encanta tirar dados para ver que cosas molestas me tocaba.

-Aún no lo sé —dije luego de un largo rato reeviendo toda la situación. -Y temo por saberlo

Eso sorprendió a mis mejores amigos pero me sonrieron mostrándome su apoyo. Sabía que eran tan pesados con esto porque se preocupaban por mi bien. Y es que esos eran los verdaderos amigos... los que te brindan su apoyo, compañía, ayuda y cariño incondicional. Claro que podía seguir definiendo a los verdaderos y mejores amigos pero sería una lista inmensa ¿no creen?.

-Muy bien, ahora que estamos frente al restaurante, ¿Qué prosigue Sherlock Holmes? —preguntó Tauro una vez que había estacionado unos minutos luego de que Géminis y mi hermano entraran al restaurante.

-¿Quieren comer algo? —les sonreí a todos haciendo que abrieran sus ojos y vieran hacia el restaurante. -No en el L'Constantin, no traigo mucho dinero hoy. En el Burger King del frente —la mirada de todos se suavizaron al saber que no había llegado a ese punto de acosador.