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Capricornio

Un aire fresco invadió mi cara a medida que caminaba por las calles de Nueva York, ya casi estaban por dar las seis de la tarde y yo aún no podía llegar al Starbucks donde le daría clases particulares a Tauro, puesto que me había ofrecido a ayudarlo para la evaluación de mañana.

Le venía enseñando desde el viernes, y ha de decir que si aprendía lento pero cuando lo hacía, lo hacía de lo más bien. Y eso es todo con lo que ha soñado un profesor con estos tipos de alumnos.

Sin embargo, aún seguía pensando en lo que me había dicho esa noche en la terraza. Me había confundido en todo, digo, nadie le dice a una chica, casi literalmente, yo soy tu tipo. Pero de igual forma, al parecer, ambos elegimos fingir demencia o quizás Tauro estaba esperando que yo dé algún tipo de paso que jamás daría.

Con mis manos metidas en mi saco de lana, entré a la cafetería buscando con la mirada a mi pupilo temporal. Pero un chistido me hizo salir de mi búsqueda encontrándome con él. Estaba sentado a unas mesas de distancia junto con esa sonrisa tan cálida que siempre me brindaba, o bueno, brindaba a medio mundo.

Me acerqué encontrándome con el latte que siempre pedía, al parecer ya se le había hecho costumbre pedirmelo en cada clase particular.

-Hola —me senté al frente de él como había hecho durante, ya, 3 días seguidos.

-Buenas tardes, profesora —me reí por lo en serio que se estaba tomando esto.

-¿trajiste los ejercicios que te di? —él asintió sacando su cuaderno anillado y comenzando a pasar de página.

Tenía ojeras demostrando que si se había estado esforzando con todo lo que tenía para poder aprobar. El tema era porqué, hasta donde yo sabía su familia era bastante adinerada y no necesitaba de una beca.

Aunque capaz que solo quería ser buenas notas.

Me quedé con esa idea ya que era algo que no me incumbia y también era una cosa sin importancia y completamente normal.

-Aquí están —me pasó su carpeta ya con la hoja en donde estaba lo de ayer.

Comencé a corregir sin prestar atención al ruido de mi alrededor, para las matemáticas siempre debías obtener toda la concentración posible... un solo signo mal podría llevarte a la catástrofe en todo el examen.

La verdad es que me estaba sorprendiendo al leer cada ejercicio y ver que estaban excelentes. Estaba sorprendida, hacer que 6 meses te quepan en la cabeza en tan solo 3 días y medio, era fascinante.

Sin dudas el cerebro de Tauro estaba por sobre la mayoría de la universidad, o al menos por encima del departamento de veterinaria.

-Está... está excelente —le devolví las hojas con todos sus ejercicios. -Tu problema es la organización, Tauro

Él levantó la ceja como si nunca hubiera escuchado aquella palabra.

Para ser inteligente, no tenía ni idea de como ordenar sus tiempos.

-¿organización?. Pero mis clases están bastante ordenadas y todo está en su lugar —negué con una sonrisa para tomar un poco de mi latte.

-No me refiero a este tipo de organización —me miró aún más confundido. -deberías estudiar algunos días o incluso fines de semana, para que cuando llegue el examen solo debas repasar. También te hace falta un calendario, porque mirate, te has olvidado de esta evaluación aunque el profesor viene repitiendolo desde hace un mes

Apoyé mi cabeza sobre mi mano, viendo como asentía mientras escribía las recomendaciones que le daba.

La verdad es que ya habíamos terminado todos los temas y hoy solo había venido a por su tarea y un pequeño repaso que le debía de dar.

New York City |Zodiaco| [NYCZ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora