17

139 15 5
                                    

Aries

Estaba con mis amigos en el comedor a punto de almorzar, lo que sea que dan aquí, mientras planeabamos el siguiente ataque al edificio Norte.

Aunque lo estaba escuchando aún seguía impactado por lo que ocurrió anoche...

¿Géminis se casaría...?

Ella... ¿Estaría al lado de otro hombre?

-¿Aries? —ví a Cáncer quien me veía un tanto preocupado al igual que casi todos mis amigos.

-Dime —le sonreí un tanto desganado pero a fin de cuentas era una sonrisa verdadera y limpia.

-Estás raro desde esta mañana, ¿Hay algo que quieras contarnos? —negué ante la mirada preocupada de Libra, o bueno... de todos mis amigos.

-Nada, no me sucede nada —les volví a sonreír para ver si se conformaban y dejaban de preguntarme algo que no quería responder.

-Vale —dijo Leo para seguir comiendo su almuerzo traído desde casa, si, casi nadie compraba aquí, él que lo hacía tenía un espantoso gusto para la comida.

Mientras los demás hablaban de cualquier cosa yo simplemente me dedicaba a ver mi almuerzo, no tenía apetito ni nada, mi cabeza sólo estaba en esa chica que en el pasado me sacaba un suspiro por segundo, aunque creo que actualmente es exactamente igual que antes.

-Me enteré lo de la puerta de tu apartamento, Acua —dijo Tauro con un tono chistoso, ¿Que había ocurrido con su puerta?.

-¿De qué me perdí? —les pregunté con curiosidad por saberlo.

-¿No te enteraste? Piscis Westbrooks rompió mi maldita puerta esta mañana —¿Qué?

-¿Qué? —comencé a reírme ya que no creía a Piscis tan agresiva.

-No te rías, no sé lo que le pasó por la cabeza de esa chica... _dijo con mucha molestia, para serles sinceros nunca había visto a Acuario de esa manera cuando se trataba de alguien, siempre se había llevado bien con todos.

-Al parecer alguien está muy enojado —rió Leo pero se detuvo por la mirada de Acuario que lo miraba desafiante.

-¿Y tú? ¿Como vas con tu reto sobre Virgo? Oh cierto, ella te odia —se rió al ver la cara de Leo que parecía bastante molesto, rápidamente se cruzó de brazos y se le quedó viendo. Hasta yo me rei, es que se la había devuelto demasiado bien.

-Ja Ja, muy gracioso —le sonrió sarcásticamente mientras que nosotros nos reíamos de su pequeña riña. -ya verás como cae por mi

-Mira que tienes 3 semanas —alcé una ceja con diversión, viendo la personalidad de Virgo Grey no sería muy fácil conquistarla y más si era un chico como mi mejor amigo.

Cuando estaba viendo a Leo comencé a sentir un perfume que conocía como la palma de mi mano, era un perfume tan hermoso que hasta podrías desmayarte... ¿Géminis?

-Hola, Aries —todos la vieron, incluyendome, traía una bolsa en sus manos y venía acompañada de las demás, sólo que ellas estaba atrás de ella conversando. -Tomá, es la chaqueta de anoche —de pronto mis amigos me vieron con sorpresa y picardía, pero también sus amigas se callaron y la vieron sorprendidas.

-Gracias —tomé la bolsa con cuidado y la deposite entre mis piernas bajo la mesa, me había olvidado que ella tenía mi chaqueta favorita.

Cuando Géminis se dió vuelta mis amigos me sonrieron atónitos, como si lo que acababa de pasar sea un descubrimiento para la humanidad. Y créanme que hasta yo me sorprendería si anoche realmente hubiera pasado algo que deseaba que pase desde el año pasado, y no que se esté por casar.

-¿Qué? —les pregunté mientras me ponía mi chaqueta con tranquilidad.

-¿Acaso volviste a las andadas con Géminis? —me preguntó Cáncer con un tono de picardía en su voz.

-Claro que no, además... ¿Cuando anduve con Géminis? —me crucé de brazos un tanto molesto por la mirada de mis mejores amigos.

-Ay vamos Aries —levanté una ceja en dirección a Libra quien sonreía como un idiota. —Todos aquí sabemos que ambos sentían algo en el pasado, era más que obvio

Negué para levantarme de la mesa con el ceño fruncido, ellos no lo sabían... no sabían lo que yo había visto en el pasado, y mucho menos Acuario.

-Tal vez yo si lo sentía, pero ella no —les susurré con amargura mientras salía con algunas miradas femeninas sobre mi.

Comencé a caminar sin rumbo por los pasillos de la universidad con mis manos en el bolsillo. Saludaba a todos los que se me cruzaban por el camino,  pero una sonrisa no estaba en mi cara por lo cual me miraban un poco raro al saludarlos.

Tal vez mis amigos no hayan entendido lo último que dije o ni si quiera me hayan escuchado pero había una historia del porque no me gustaba hablar sobre Géminis y mucho menos de lo que había ocurrido en el pasado.

Tal vez sólo deba borrar de una vez por todos esos recuerdos y momentos que pasé al lado de ella, después de todo yo era un muro en medio de Géminis y Acuario.

-Ya te he dicho que no —me detuve al oír aquella voz que debería de haber sacado de mi cabeza desde hace mucho.

Con cuidado me asomé a uno de los pasillos que conectaban con el Hall; y ahí estaba ella, con un ceño fruncido y hablando por teléfono con su padre, eso era más que seguro por el tono de su voz.

-Estoy cansada de que quieras decidir mi maldito futuro... en realidad estoy cansada de que Sherry te maneje como a una marioneta —abrí los ojos al oír eso, Géminis nunca le había recriminado algo a su padre y mucho menos contestado de aquella manera pero al parecer la Géminis que conocí ya no era la misma. —¡Si, papá! ¡Aceptalo! ¡Eres una simple marioneta y un banco personal para ella! ¡Ella no se merece el lugar de Mamá! ¡Es más...! ¡Nadie, nunca, reemplazará a mamá, así que quítate esa idea de la cabeza!

Me quedé expectante a sus expresiones ante lo que su padre le decía por teléfono, por lo cual podía decir que en este mismo instante la estaba reprendiendo por el tono de voz y por todo lo que había dicho.

Conocía a Géminis como la palma de mi mano o bueno... la conocía un poco ya que ahora no parecía la misma chica tierna y tímida, una chica que aceptaba todo lo que su padre le dijera pero esa parte de ella parecía que había sido una máscara que perduró por mucho tiempo.

-¡Claro que lo piensas! ¡No quiero volverte a ver ni a ti ni a esa arrastrada y manipuladora de tu noviecita! —y cortó con nerviosismo y furia.

Me quedé observándola un par de minutos y ví como comenzaba a derrumbarse en lágrimas, como ayer por la noche cuando la encontré por las calles llorando y abrazándose a si misma como si quisiera contenerse.

Chocó contra los casilleros intencionalmente y se dejó caer para quedar en cuclillas y llorar en silencio. Odiaba verla así, tan vulnerable y delicada como un cristal... era como si yo estuviera sufriendo y sintiendo su dolor.

Con cuidado me acerqué a ella, mis pasos eran seguros pero al mismo tiempo temerosos. Al quedar frente a ella creé una sombra que al parecer la alertó de que alguien la estaba viendo llorando.

Trató de secarse rápidamente los ojos y al verme se quedó congelada en su lugar, como si al que menos quisiera ver en este momento fuera a mi.

Pero sin importar lo que ella pensara, extendí mi mano esperando que la tomara.

Aunque quisiera alejarme de ella...
¿Alguna vez escuchar el lema de todos los caminos llevan a Roma?

Bueno en mi caso es que todos los caminos me llevan a Géminis.

———🪻———

Nuevamente yo, siendo más rápida que un rayo. Espero que les haya gustado un poco de la introducción de esta pareja, aún estoy dándole detalles a cada una de ellas, para hacerlas especiales a su manera y que cada personaje tenga su propia historia.

Muchísimas gracias por leerme, no se olviden de votar y comentar. Hasta la próxima, ¡Bye Bye!🩷

New York City |Zodiaco| [NYCZ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora