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Sagitario

¿Cómo carajos he terminado en la cabaña de Leo Ross?

Ni puta idea.

Solo recuerdo que estaba con Libra, ya que debíamos de hacer un trabajo juntos, y de la nada su teléfono comenzó a vibrar como si fuera a explotar. Podía ver cómo la cara de mi compañero de banco iba cambiando poco a poco, no sabía si reír, llorar, asustarse o las tres cosas a la misma vez.

Aunque no creo que le alcance la cara para hacer las tres cosas a la vez.

Después de eso me convencieron mis amigas de ir, debido a que Capricornio tenía una emergencia, así que supongo que por estaba sentada en la cama donde se supone que Capri duerme. Aún no sabía cómo entraríamos las 6 aquí pero okay.

-Y luego me dijo que yo le gustaba —miré rápidamente a Virgo quien ni siquiera se movía, estaba shockeada y sin decir una sola palabra.

Eso era algo muy raro en ella.

No entendía ni un comino de todo esto, ni siquiera sabía que ellas estaban aquí.

-¿Y qué le dijiste? —pregunté algo anonadada también.

-¿Y qué demonios le puedo decir Sagi?, ¡Nada! —tomó su cabeza con sus manos y la agachó. Yo estaba a su lado mientras las demás permanecían de pie, expectando todo esto.

Crucé miradas con Piscis porque notabamos a una Virgo que se estaba inquietando en silencio. Era como el ruido sordo antes de un temblor, nadie sabía en lo que está chica pensaría, solo sabíamos que estaba mordiendo el interior de su mejilla, viendo las miles de alternativas que podría haber, porque ahora que Tauro se había liberado, haría imposible que Leo y Capri pudieran salir.

-Supongo que no hay tiempo que perder —abrío la boca por fin. Todas miramos sin entender a la castaña, quizás ya había enloquecido.

Rayos, hubiera estudiado psicología.

-Virgo dime por el amor de Dios que no vas a matar a alguien —dijo Escorpio, y quise carcajearme pero si lo hacía sentía que me mandarían a callar.

-No mataré a nadie. Aún nos queda la mitad del día de hoy y mañana para hacer que algo pase entre tú y Leo —busqué algún rastro de amargura en eso. Después de todo, a Virgo le atraía el príncipe de bioquímica. Pero no había nada, solamente veía a mi amiga con el semblante serio.

-¿Y qué se supone que harás? —preguntó Gem limandose las uñas. ¿De dónde carajos sacó una lima de uñas?.

-Jugaremos —eso nos dejó aún más perplejas. Capri, quien tenía su cabeza gacha la miró sin entender y Géminis dejó de limarse sus preciadas uñas, las cuales ahora podían sacar un ojo, para ver a nuestra amiga caer en la locura.

-Virgo, no creo que hacer un juego del calamar sea muy indicado para el momento —dijo Piscis y está vez no soporté y solté una risa ahogada, a lo que Escorpio, que estaba al lado mio parada, me metió un sape.

-No tontas, ya verán —nos guiñó un ojo y se giró para dirigirse a la puerta.

-¿A dónde vas? —pregunté algo cautelosa.

New York City |Zodiaco| [NYCZ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora