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Maratón 3/6

Tauro

-¿Virgo? —Libra comenzó a partirse de la risa mientras mi cara expresaba lo hermoso que sería mis manos al rededor de su cuello, ahorcandolo.

-No es para nada gracioso, idiota —metí un nacho en mi boca para mirar a mis amigos quienes solo se dignaban a reírse ante lo que les había contado.

Para que me entendieran mejor; yo había ido a ver a Capri ya que me estaba dando tutorías —continuamos luego del examen— y comenzó a llenarme de preguntas sobre la castaña de su amiga y de la puta nada dijo que me gustaba.

¿La razón por la que dijo eso?

Ni maldita idea.

Yo pensaba que le estaba dejando claro mis sentimientos por ella, o al menos había demostrado ciertos gestos que daría a entender que buscaba algo más que una amistad.

Y no me digan una mejor amistad porque mis mejores amigos también me molestaron con aquello.

-Hermano —Libra volvió a reirse. -Es que realmente estás jodido

-Muy bien, ¿Cómo sacó eso? —dijo Aries una vez que se había tranquilizando y se agarraba el estómago.

No sé si eran dramáticos o en serio les daba tanta risa esta situación.

-¡Diganme ustedes!. ¡¿En qué maldito momento mostré interés por Virgo?! —despeine mi cabello tratando de saber de dónde carajos había sacado esa conclusión. -Con Vir solo demuestro cierta amistad, que ni siquiera es amistad porque no somos amigos. Simplemente me cae bien pero ¿gustar?, ¿Qué se le cruzó por la cabeza a Capri?

Suspiré rendido, me estaba haciendo la cabeza desde que la vi. Y eso había sido el Lunes, estábamos en el jodido miércoles y seguía pensando como esa idea se le había metido a la cabeza.

-Tal vez dijiste algo sobre Vir que le dio a entender otra cosa —sentenció Cáncer mientras se levantaba de hombros.

Mi cerebro comenzó a trabajar mientras recibía las burlas de mis amigos como Miren, le está saliendo humo. Y es que estaba reviviendo suceso por suceso, buscando algún tipo de conversación donde me di a entender mal.

-Demonios —maldije al darme cuenta de lo imbécil que fui al preguntarle aquello.

-¿Qué le dijiste? —me preguntó Acuario con un tono aún de diversión.

-Bueno... —alargue la o mirando a mis amigos expectantes a lo que dijera. -basicamente le dije si Virgo estaba interesada en alguien —todos, en especial Leo, me vieron como si en serio quisieran tirarme por la ventana. -¡En mi defensa lo hice por ti, malagradecido! —señale al rubio de mi amigo que me miraba sin entender un pepino.

-¿Y ahora que te fumaste? —me preguntó como si estuviera diciendo la mayor locura del mundo.

-Por favor Leo. El día que te encontré en el café con Virgo, se notaba a millones de millas que te gustaba. Y yo de buen amigo le pregunté a Capri para poder decirte si había alguien en su corazón —nuestros amigos nos veían divertidos por la pequeña discusión que teníamos.

-Para empezar Virgo no me gusta, hasta algunas veces me cae mal. Segundo, piensa antes de hablar cabeza de ajo —suspiré. La verdad es que no le podía echar la culpa a mi amigo por la metida de pata que hice. -Tercero; eres un gran informante, gracias por hacerme saber que tengo la pista vacía —me guiño un ojo que me hizo sonreír. -Y necesitaré más de tus servicios

-Eso sí que ni lo pienses, Leito. No voy a hacer que Capri piense que me encanta tu novia —él bufó por lo que le dije.

-Muy bien, ¿ahora qué harás? —me preguntó Libra cruzados de brazos e interrumpiendo nuestra pequeña charla.

-¿Qué me dicen que haga?. Esa chica esta en serio entusiasmada con la idea de que salga con su amiga —iba a continuar pero el timbre de mi puerta me hizo levantarme e ir hasta ella.

Suerte: le jodamos la vida a Tauro Ferland

Universo: ¡Si! ¡Ese es mi trabajo favorito!

Pero que lindos se ven haciendo un maldito trato para joderme la puta existencia.

Al abrir la puerta me di con Capri y Virgo —la cual pedía disculpas con la mirada—. La castaña me veía con una sonrisa mientras que la otra suspiraba ya harta de las elucubraciones de su amiga.

Sin previo aviso ambas entraron ganándose la mirada de todos pero aún así, Capricornio seguía sonriendo y arrastrando a Vir por allí. Yo sabía que Virgo pensaba lo mismo que yo.

Capricornio había enloquecido finalmente.

-Pero miren a quienes tenemos aquí —rode los ojos ante el tono burlón que implementó Aries ante la aparición de ambas chicas. -Hoy estas de suerte Tau, eh.

Ya dejen de joderla cabezas de rábano.

¿Para qué iba a tener enemigos si los tenía a estos idiotas?

-Capri, ya fue suficiente, vámonos —por favor, se los pido. No hoy que tengo un desorden mental.

-¡Claro que no! —gritó emocionada haciendo que en cualquier momento me estalle la cabeza.

Con las risas discretas de mis mejores amigos, la chica que me gusta pensando que me gusta su amiga y Virgo repitiendo que se vayan ahora. Mi pobre cabeza no iba a dar abasto.

-¡Vamos a tener una cita doble! —con eso mi maldita mandíbula se desencajó. -Tau irá con Vir, y yo con quien quiera acompañarnos —sonrio como si fuera el mejor puto plan del universo.

Capricornio no era nada discreta, eso me lo acababa de demostrar.

-Yo voy —la voz de Leo me hizo verlo con una ceja levantada. Chico listo.

Él me guiño un ojo. Al parecer Leo tenía muchísimas cosas planeadas que en serio podía llegar a asustarme. Pero no me quejaba porque sabía que hiciera lo que hiciera, él se quedaría a solas con Virgo y yo con Capricornio.

Mis amigos solo se dedicaban a ver esto como si fuera la comedia de la noche. Y es que aunque me sentía más tranquilo por el plan de Leo —porque era más que obvio lo que haría— seguía sin saber como mierdas solucionar el malentendido con Capri. Porque ella no dejaría de creer que Virgo me gusta con tan solo decírselo —lo sé porque ya lo intenté varias veces—.

¿Entonces cómo se lo demostraría?

Porque al parecer mis señales tampoco funcionaban así que ni maldita idea.

Dios, dame paciencia o voy directo a ti en cualquier momentos de estos.

New York City |Zodiaco| [NYCZ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora