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Maratón 6/6

Capricornio

Tragué demasiado fuerte al entrar en este maldito edificio. Juro que odiaba al rector por hacerme venir hasta aquí para encontrar a uno de los profesores. Estaba seguro que me quería muerta o quería muerto a alguno del edificio Sur para enviarlo al Norte.

Solo esperaba que no se dieran cuenta que era del edificio paralelo. Cosa que tal vez sería fácil ya que nadie tenía un maldito registro con los nombres o caras en su cabeza. Justo sonó el timbre anunciando el pequeño receso que daban y eso hizo que mi corazón latiera a mil. Solo necesitaba camuflarme, no sería difícil teniendo en cuenta que ellos hacían lo mismo para hacernos las bromas —las cuales siguen estando y los directivos no pueden controlar—.

Respire con rapidez al ver como todos salían como una gran estampida. Bajé la cabeza sintiéndome completamente vulnerable, estaba en territorio prohibido para el bien de mi mente, ropa y cuerpo. Sentía los murmullos haciendo que me comenzara a alertar, capaz no era por quien casi todo el pasillo se había quedado congelado, tal vez algún popular. Levanté un poco la mirada y sentí que mi corazón iba a explotar en cualquier momento.

Todos me veían con mala cara y de seguro estaban murmurando cosas desagradables sobre mi pobre y pequeña persona. Acelere el paso ya que sentía como casi todos comenzaban a seguirme, me sentía asfixiada y con un miedo increíble. La última broma que me hicieron estuve con un horrible olor a ajo como por 3 días y no era muy atractivo que tenga ese apestoso aroma.

Ahora el tema... ¿Cómo mierda sabían que era del edificio Sur?. Porque habían millones de cosas que podían hacerme pasar como una más de ellos.

-Vaya, vaya, vaya —alcé completamente mi mirada dándome con unos ojos verdes que me escaneaban con cierta molestia y resentimiento.

Lo último que me faltaba, que se me aparezca Louisa Krylson o como a Gem le gustaba llamarla: el mismísimo satanás.

-La perra decidió aparecer —levanté una ceja con cierta repulsión.

-Estaba siguiendo a la líder de la jauría y al fin te encontré —mi comentario logro afectar su sonrisa de burla y provocando que aún más chicos me mataran con la mirada. -Y ahora si me permiten tengo que ir a hacer algo que me encargaron —la traté de esquivar pero dos chicos salieron de los cúmulos de gente laterales.

-Claro que no. Arreglaremos unas cuantas cosas que nos quedaron pendientes —chasqueo los dedos y ambos chicos me sonrieron acercándose lentamente. -Te metiste en el terreno peligroso, asume las consecuencias querida.

-O-oye, solo vine a hacer algo que me mandaron. Me iré en cuanto termine —me maldije interiormente al escucharme tartamudear. Ambos chicos comenzaban a acercarse mientras yo retrocedía por instinto. Pero me topé con varias manos que me empujaron la espalda para que volviera.

Vi sobre mi hombro y tragué fuertemente al ver que no tenía escapatoria. Había al menos 100 estudiantes o tal vez más obstruyendo mi camino.

Esos chicos se veían dispuesto a lastimarme, esta vez no había quien me defendiera. Eso me pasaba por aceptar y no decir que estaba ocupada con otras cosas.

Solo dale en sus partes nobles y pisale el pie con el talón.

La voz de Géminis vino a mi mente como un flash.

New York City |Zodiaco| [NYCZ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora