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Piscis

-Entonces, ¿todo esto fue porque ella quiere salir con el principito de bioquímica? —pregunté apuntandola a Capricornio.

-Si, y porque a Sagitario le hicieron tomar agua de retrete —me respondió la lacia y apuntó a la ruluda. Asentí tratando de ver cómo el universo era tan mágico.

Las seis estábamos sentadas en el comedor, viendo si comer está porquería de comida o sacarle foto para que a Gordon Ramsay le dé un infarto y diga hoy murió la gastronomía.

Ayer Géminis fue a verme a mi oficina, con estas dulces criaturas que en cualquier momento te sacaban un colmillo y te atacaban. Eran chicas interesantes; la mini Einstein siempre tenía algún plan, la sirenita conseguía lo que quería —la mayoría de las veces—, la cabeza de brócoli era un volcán que podía explotar cuando quisiera y la cabrita parecía dulce, pero sabía que adentro suyo ocultaba a un chupacabras, irónicamente.

Y bueno, de Géminis ni hablar, la conocía hace un año, y era una chica que podía leerte hasta los más sucios secretos, sacaba conclusiones del aire esperando a que se lo confirmen; si, los hacía pisar el palito con conjeturas que agarraba de una sola mirada.

Y yo, pues, manejaba un perfil de una mafiosa, literalmente, todos pensaban que ir a hacer negocios conmigo era como hacer negocios con el diablo. No sé acercaba ni a la realidad; si bien yo pedía secretos a cambio de favores, era para asegurarme de que no llegasen a traicionarme, porque si lo hacían, su secreto más oscuro saldría a la luz. Obviamente si me lo decían al aire no les creería, necesitaba fotos —o cualquier cosa gráfica— e incluso los hacía grabar un audio contándolo, porque aunque me mintieran, esa cosa quedaría grabada y de igual forma lo difundiría.

Yo no era mala, simplemente soy una fanática de la lealtad.

-¿Cómo me ayudarás con Becky?, sé que la mayoría de la universidad te tiene miedo, pero por algo será —alcé una ceja ante Sagitario.

-realmente son bromas pequeñas, la gente me tiene más miedo por los secretos que puedo difundir —comí una zanahoria de Sagitario, no me gustaban estás cosas pero mejores que el cartón mojado de almuerzo, eran.

-Pero entonces no son tan pequeñas como para que la gente te busque —me la rebuscó nuevamente. Que chiquita tan preguntona.

-¿Haces cosplay de Martha Habla? —le pregunté a la cabeza de brócoli y las demás se rieron. -Si te satisface la curiosidad, generé avatars que estuvieron durante un mes por la universidad —ella me vió aún más confundida.

-Pintó a las porristas de azul con vaya a saber que colorante, y estuvieron así por un mes —le respondió Escorpio por mi y el puercoespin me miró algo sorprendida. -ya esa fue una de las bromas más leves de Piscis, un jueguito para ella

-Oh —y Martha se quedó sin palabras.

-Entonces tienes secretos de Becky —apunté a la mini Einstein. -No sabía que se arriesgaría tanto

-¿Y de que manera te pueden traicionar? —sinceramente que sea nueva me sacaba un poco de paciencia.

-Diciendo dónde está mi pequeña habitación a la rectoría, pidiéndome que haga una broma a alguien y cuando lo hagas me acuse porque si, que me creen mala reputación o robándome cosas, puede variar —la verdad que eran traiciones muy tontas, pero bueno, ellos solos me agarraban miedo. -Pero eso no lo sabe todo el mundo, de hecho nadie, piensan que una traición es inclusive hablar de mi, ellos solos crean sus demonios

New York City |Zodiaco| [NYCZ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora