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Libra

Okay, esto era muy incómodo.

Estaba sentado en mi sillón, entre Leo y Tauro. Tauro me miraba con caras de pedir auxilio mientras Leo simplemente lo miraba de mala forma y le respondía como si le fuera a morder la yugular.

Nadie sabía que le pasaba, apenas llegó a este departamento, el malhumor se le notaba a leguas, inclusive Acuario se dió cuenta, y eso que Acuario era el más despistados de los 6.

Y encima no estaba Cáncer como para calmar las cosas.

-Yyy... ¿que hicieron a la tarde? —pregunté tratando de apaciguar las aguas.

-Estuve practicando matemáticas con Capri —me sonrió y yo sonreí, pero luego al ver a Leo, mi sonrisa se borró ya que ví como fruncía el ceño.

-¿Por qué no prácticas como decirle de una vez que te gusta? —uf, me dolió hasta a mí.

-¿Leo qué demonios te pasa? —Leo lo miró a nuestro amigo, quería decir algo, pero simplemente ignoró la pregunta y volvió a ver a Aries quien veía todo como si fuera su programa favorito.

-¿Y?, sigan por favor —alentó el antes mencionado y casi lo mato.

-Claro como no eres el que está en el medio, no te importa si me sacan un ojo

-Exacto —me señaló con su maldita lata de cerveza.

Todos permanecimos callados, porque si alguno de estos dos abría la boca, terminaríamos separandolos y recibiendo golpes de cortesía.

En mi mente rondaba Sagitario, aún no llevábamos acabo el plan de la novia falsa, debido a que ninguno de los dos se lo habíamos dicho a nuestros amigos. Y estoy seguro que mencionaba algo, no me soltarían el brazo hasta que se den cuenta que en serio lo hacía con motivos puros.

Aunque también lo hacía para que Sagi sepa cómo era yo de novio.

-Creo que PinkBlue te ataca de nuevo Aries —mencionó Tauro y Aries suspiró.

Pobre, PinkBlue no lo soltaba desde hace semanas, cada día esparcía nuevos secretos de Aries e incluso hablaba muchísimas pestes de su persona. Todos en algún momento estuvimos en su lugar, y déjenme decirles que cada vez que leía un artículo suyo tenía ganas de romper una ventana.

-Me encantaría saber quien demonios e- —el timbre sonó interrumpiendo a mi amigo.

Me levanté del sofá, rogando que Leo y Tauro no se agarren a las piñas. Al abrir la puerta me encontré con los preciosos rulos de Sagi, ella me miraba con una sonrisa algo nerviosa.

Oh, demonios.

Me olvidé que debía de decirles a los chicos para que me expliquen porque nadie la tocaría, y hacer un pacto para que ellos también la protegieran.

-Sagi...

-¿Libra...? —me contestó algo confundida por el tono en el que se lo había dicho. -¿Todo bien?

-Si, si. Todo bien, pasa —le hice un lugar para que ingresara.

Comencé a sentir como todos mis amigos la saludaban amablemente. Cerré la puerta y me fui acercando hacia donde estaba ella, mis amigos me miraban confundidos, después de todo no les había dicho porque los había citado aquí y ahora.

-Aquí tienen la razón del porque los llamé —me miraron aún más confundidos. -A partir de mañana, Sagi será mi novia

-¡¿Qué?!/¿No les dijiste? —todas sus voces se entremezclaron. Mis amigos me miraban sin entender nada mientras que la castaña me miraba también sorprendida porque pensó que les había dicho.

New York City |Zodiaco| [NYCZ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora