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Capricornio

Un idiota había abandonado su auto en medio de Manhattan, lo que me hizo llegar tarde a mis clases. ¡¿Que se le pasó por la cabeza?! ¡Es el maldito Nueva York, miles de personas transitan esas calles con sus autos!

-Que idiota —dije mientras esperaba que la grúa remolque el auto.

Aunque me apresure llego para la segunda clase, así que iré tranquilamente.

Vi para mi costado y había miles de parejas caminando por las calles. Me dan tanta melancolía de tan solo verlos, mi historial romántico no era de los mejores.

Mi novio me dejó para huir con una chica que conoció en un bar a unas calles de aquí; me dejó una nota en la cual me explicaba la porquería que había vivido a mi lado y que cuando conoció a esa castaña, todo su mundo volvió a recobrar vida.

Un imbécil total, que diré yo que cuando se fue de mi vida pasé de ser ciega a tener una visión 10/10.

Simplemente hombres, era increíble como la mayoría tenía esa práctica para mentir, como si de niños sabían lo infieles que iban a ser y comenzaron a estrenar sus dotes desde bebés. Pero no bueno, supongo que ahora cargo con unos cuernos del tamaño del Empire State, ni siquiera sé cómo entré en este auto.

Así que tomen nota, lo malo del paquete es que viene pegado a un mentiroso.

Que sabia que soy.

[...]

Llegué a la universidad y estaban en receso, hoy por suerte solo tenía 2 clases y ya me perdí la primera por lo que solo tendré 1.

Encima hacia un calor infernal, en América del sur estaban en invierno, como desearía vivir allí.

Todas las estaciones en Nueva York eran demasiado exageradas, estabas en otoño y debías caminar entre hojas si ibas a la gran manzana, estabas en primavera y con tantas flores el polen andaba hasta en mi departamento. Por lo cuál yo vivía estornudando y sinceramente mis estornudos parecían de una viejita decrepita. Estabas en invierno, te congelabas y no podías salir de tu casa sin 7 abrigos encima, estabas en verano o saliendo de la estación y te asabas como un pavo al horno.

En síntesis si no estabas acostumbrado a Nueva York, ibas a torturarte con las malditas estaciones.

-¡Capri! —mi mejor amiga saltó sobre mí como si me hubiera muerto y vuelto a la vida.

-Hola, Escorp —me reí por su alegría. De seguro ella no estuvo detrás de un Nissan como por dos horas.

-¿Por que no viniste a la primera clase? —me preguntó con curiosidad. Ven, les dije, estás cosas solo me pasan a mi.

De igual forma, Escorpio se levantaba como a las 5 de la mañana para llegar fresca como una lechuga a la universidad. Si yo hiciera eso sería, en realidad, lechuga como fresca.

¿Entienden?

Mejor olvidenlo.

-Un idiota dejó su auto en medio de las calles de Manhattan, siento las bocinas en mis oídos aún —en realidad exagero, solo estoy ligeramente aturdida. Bueno gané visión pero perdí sentido de escucha.

-Ah, si oí casi toda la universidad se tardó en llegar por ese auto —el dueño o dueña tendrá un gran problema si se encuentra con alguien de la universidad, si es que alguien sabe quién fue. Y créanme que me incluyo, voy a asesinar a esa persona.

Ambas comenzamos a caminar ya que deberíamos de llegar al área de veterinaria, un hermoso predio que tenía un inmenso campus, en el cual había establos con diferentes animales de granja.

New York City |Zodiaco| [NYCZ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora