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Virgo

Creo que mi plan de ignorar a Leo se fue por la cañería en el momento en que su madre llamó a mi teléfono.

Maldito Leo, ¿cómo le vas a dar mi número a tu mamá?.

Lo peor de todo es que de seguro él mismo fue el que le dijo a ese ángel caído del cielo que yo no aceptaría ir a su estúpida cabaña en el lago, si ella no me lo decía personalmente. Y es verdad, si Leo me decía de ir a su lugar de retiro espiritual, diría que no; porque vamos, yo no quería pasar nuevamente lo del auto.

Aún no podía olvidarlo, pero aún así me llevó a las fuerzas al cumpleaños de su abuelo.

-¿La pasas bien? —la voz de su hermano me sacó de mis pensamientos. Ambos estábamos parados en suelo de madera que luego daba escalones para el patio que tenía un lago gigante al frente.

-Ah, ehm... si, si Liam —miré la lata de refresco que tenía entre mis manos y tomé un sorbo.

-¿Hasta cuándo seguirán con esta farsa? —lo miré con los ojos abiertos. Giré mi cabeza en todas las direcciones ya que no quería que nadie escuchará eso. -Tranquila, todos están en la suya —me guiñó un ojo y lo miré sin entender como sabía. Leo no le había dicho, o al menos eso me había dejado en claro Ross.

-¿Cómo...?

-Virgo, te conozco desde que los dos eran unos mocosos —se río un segundo y fijó su mirada en Leo quien jugaba con una de sus primitas. -No eres el tipo de Leo —al parecer mi cara fue demasiado demostrativa y Liam rió. -Vaya, no sabía que te gustaba, de nuevo —rodé los ojos y vi hacia el frente.

-Deja de molestar con eso —solo sentí la risa ronca del insufrible hermano mayor de Leo. Los dos permanecimos en silencio.

En mi interior seguía sintiendo esas duras palabras "No eres el tipo de Leo", ¿cuál era su tipo?, siempre quise saberlo porque sabía que no era con las chicas con las que se veía para tener sexo, era demasiado obvio que no, o al menos eso pensaba.

Esperen, ¿por qué demonios me hizo sentir eso mal?, yo no debería de porque sentirme mal. De hecho debería de preguntar cuál es el tipo de Leo para Capricornio, si, necesitaba saberlo por ella.

-Y dime, ¿cuál es el tipo de Leo? —su hermano me miró con su sonrisa arrogante.

-Tardaste en preguntarmelo —alcé una ceja en su dirección esperando a que dejara de hablar estupideces. -Pues, supongo que una que sea igual a él pero que también lo haga cambiar en las cosas que siempre tuvo problemas. Leo es un chico bueno, detrás de toda es masa de arrogancia y egocentrismo, existe alguien sensible, Virgo. —esta vez la que se rió fui yo y su hermano me miró de mala manera.

-Sus actitudes hacen dudar, ¿sabes? —justo Leo nos miró y alzó la mano para saludarnos como un niño pequeño. Ambos levantamos la mano y él siguió alzando a la niña de antes. -No digo que no tenga sentimientos, pero no tiene los suficientes como para ser una persona sensible—Liam se quedó callado mirándome, viendo si me decia algo.

-¿Qué te hizo Leo, Virgo? —mi cara completa cambio a una sorprendida por la pregunta pero al mismo tiempo mis labios y mis cejas formaban una línea recta. -Eran muy unidos y de la nada dejaste de hablarle

-Supongo que no concordabamos en algunas cosas —me levanté de hombros y dirigí mi mirada a su abuelo que tenía un sombrerito de cumpleaños. Pero aún así sentía la mirada de Liam sobre mi. -¿Me quieres decir algo? —el chico con cabello miel entreabrió los labios y luego los cerró. Negó y de la nada comenzó a alejarse de mi.

Oh, okay. Hombre de pocas palabras supongo.

Pocas palabras inteligentes porque parece un diccionario de estupideces.

New York City |Zodiaco| [NYCZ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora