Busquen un lugar cómodo porque este capítulo esta un poco largo. Se vienen cositas... JAJAJA
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Afra Tuedelaff
Creo que me siento mejor. Noal siempre salva el día. ¿Las cosas entre Zyker y yo estarán bien? Claro que esta enojado, arrastré a su amiguita por el pelo. Maldita. Sigo con mi vestido para dormir y no he comido nada, ya pasó la medianoche, no tengo sueño y a estás alturas Saimond y Kia deben estar dormidos. ¿Que puedo hacer? Mi cabeza se trasladó al recuerdo de la puerta de los candados. ¿Que había detrás de esa puerta y por qué tantos candados y cadenas gruesas? ¿Que era lo que Zyker me ocultaba?
Tocaron la puerta. ¿Quién llamaba a la puerta a estas horas de la noche? Claro solo el rey. Su vestimenta solo eran unos pantalones anchos color blanco. Su pelo estaba revuelto, no tenía la corona y estaba tan descalzo como yo.
Me quede con la mano en el pomo de la puerta tratando de descifrar su mirada. Tenía el ceño ligeramente fruncido y sus labios estaban presionados formando una línea recta. ¿No me va a decir nada? Cerré la puerta dejándolo afuera. ¿Sí se va a quedar parado como estúpido para que me llama? Abrí la puerta de nuevo y estaba igual lo que sus brazos estaban cruzados sobre su pecho.
—Sígueme—solté un suspiro y me obligué a perseguirlo. Subimos la escalera al cuarto piso. ¿Para que quería ir a la azotea? Abrió la puerta y salió.
Cuando salí me quedé mirando el cielo. Era como otra dimensión, otro lugar, algo raro. El cielo tenía franjas de colores rosas, morados, naranja, verdes, azules, una mezcla rara. Parecía moverse, la cosa brillante se reflejaba en los ojos de Zyker. Mi boca estaba entreabierta de la fascinación.
—¿Qué es eso?—pregunté refiriéndome a la cosa del cielo.
—Soy auroras boreales—contestó—Solo se pueden ver en este reino.
Llego hasta el muro, se sentó encorvado un poco la espalda, sus pies colgaban al vacio. Este fue el mismo muro del que una vez se "calló". Tomé asiento a su lado mirando la cosa colorida del cielo.
—Yo...—dijo apretándose el puente de la nariz con dos dedos.
Se hizo un silencio sepulcral. Había una tensión bastante densa. Solo se escuchaba el silbido del viento y el movimiento de las hojas de los árboles. El castillo estaba apartado del pueblo, entre el bosque.
—Ehh... ¿Cómo estás?
—Bien—murmuré encogiendo los hombros. Hizo una mueca, se frotaba las manos apartando la mirada. ¿Estaba nervioso?—¿Que quieres decirme?
—¿Cómo sabes que quiero decirte algo?—se asustó—¿Noal te dijo algo?
—Eres fácil de descifrar. Noal solo me dijo que querías decirme algo. Lo que eres un miedoso—soltó una risita, el ambiente se suavizó.
—¿Qué pasó hoy... con Elizabeth?—preguntó entre dientes.
—Nada—respondí cortante—. No sé cómo eres amigo de esa arrastrada—me crucé de brazos mirando la cosa del cielo. ¿Por qué quiere hablar de eso?
—Eli es muy complicada...
—No la justifiques. Nada justifica lo que me dijo—corté.
Exhaló, mirando a otra parte que no sea yo.
—Eli es mi amiga. Es mi amiga desde muy pequeños. Le gusta que las cosas sean a su manera. Y estubo para mí en momentos que necesité a alguien. Tuvimos un cortejo pero no funcionó porque...
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Las alas del atrix [1]
FantasíaAfra es el atrix, una criatura única en su especie que posee alas y ojos de diferentes colores. Estuvo encerrada hasta los 118 años, pero su vida cambia cuando atacan su reino mientras toca la flauta para todos, tiene que escapar y volar a un reino...