Zyker tomó mi mano y esperamos al sirviente que nos guiará al comedor.—No me sueltes en ningún momento. ¿Escuchas?—asentí. Me trata como si alguien me quisiera matar, que dramatismo.
Entrelazó nuestros dedos y el sirviente nos llevó al tercer piso. Doblamos unas cuatro curvas hasta una puertas de plata con la cara de un grifo en el centro. Los guardias de Zyker nos seguían en todo momento. Abrieron las puertas y nos adentramos en el salón. Había una mesa grande, el piso y las paredes son color blanco. El rey Exel estaba en la cabeza de la mesa. A su lado derecho habían dos jóvenes vampiros y a su izquierda estaba el príncipe Rinasí. ¿Qué hace Rinasí aquí? Ellos tienen algo que nadie sabe, que solo yo y Luna sabemos.
Nos adentramos al salón y tomamos asiento. Rinasí sonrió. Zyker quedó frente a un joven y el espacio frente a mí estaba vacío.
—Buenas noches—murmuró Rinasí. Los otros dos jóvenes asintieron. Los dos chicos eran casi iguales, me estaban observando, tenían un cabello oscuro y piel pálida, típico de los vampiros.
—Buenas noches—dijimos Zyker y yo al unisono.
—¿Qué tal el viaje?—pregunta Rinasí.
—De maravilla—murmura Zyker. El rey Exel parece no importarle la conversación.
—¿Cómo te llamas?—me pregunta uno de los jóvenes.
—Afra—respondí.
—Yo soy Elien y él—señala al otro joven—es mi hermano Elian. Somos trillizos. Hola—le sonrió a Zyker y él le devolvió la sonrisa. ¿Zyker y ellos se conocían?
—¿Y el tercer hermano?—pregunto curiosa.
—Es nuestra hermana, llegará en unos segundos—responde Elian. Asiento.
—¿Eres un atrix?—pregunta Elien.
—¿No es obvio?—pongo los ojos en blanco.
El chico sonrió.—Entonces tienes poderes—asentí.
Llegaron dos sirvientes dejando platos por la mesa, dejaron un plato alado de Elien, era el puesto vacío de la hermana. La comida soltaba humo de lo caliente que estaba. Un sirviente dejó sobre la mesa cubiertos para todos. Eran de plata. Miré a Zyker buscando ayuda.
Zyker miró a uno de los guardias y este llegó hasta mí, tenía un cojín con una cuchara y un tenedor de oro que no tardé en aceptar.
—Gracias—susurré. Comenzamos a comer. El menú consistía en carne(no tan cocinada), arroz, lentejas y ensalada de verduras de un color rojo, no se veía tan apetitoso. Los vampiros servían algo rojo como el vino pero era más denso, más... Era sangre.
—¿Por qué comes con cubiertos de oro?—preguntó Elien. Tragué la comida.
—La plata me quema—respondí a secas.
Sus ojos se abrieron como platos.
—¡Eso es asombroso!—masculló.
—¿Asombroso?—pregunté riendo. ¿Que le ve de asombroso a quemarse con plata?—Lo dices porque no sabes lo que se siente.
—¡He vuelto!—exclamó una voz chillona a mis espaldas. Yo conocía perfectamente esa voz. NO PUEDE SER. A mí lado ví como Zyker aguantaba la respiración.
Elizabeth llegó hasta la mesa haciendo que la bilis subiera a mi garganta. Traías un vestido blanco y amarillo lleno de mariposas tejidas. Otra vez esos vestidos que alumbraban más que los soles.
—¿Zykiiii? ¿Eres tú?—se sorprendió al ver a Zyker.
La maldita mugre corrió hasta él y con sus manos tomó su cara y le plantó un beso en los labios. Quité mi mirada y la corrí a otro lado del salón. Lo acaba de besar delante de mí. En mi cabeza sonó un conteo del uno al diez para calmarme. ¿Que hace ella aquí? ¿Que relación tiene ella y sus hermanos con Exel? Continuo mi comida mientras ella parlotea. Zyker se pasa el dorso de la mano por los labios quitando los restos de saliva. Creo que voy a vomitar.
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Las alas del atrix [1]
FantasíaAfra es el atrix, una criatura única en su especie que posee alas y ojos de diferentes colores. Estuvo encerrada hasta los 118 años, pero su vida cambia cuando atacan su reino mientras toca la flauta para todos, tiene que escapar y volar a un reino...