No he salido de mi habitación en todo el día y Saimond se fue con Noal a hacerle cartas a Kia.
—Adelante—respondo a los toque que oí provenir de la puerta.
Luna entra con un vestido por las rodillas y su pelo trenzado.
—¿Qué tal tu día?—preguntó.
—Normal. ¿Y tu?—respondí subiendo y bajando mis hombros.
—¿Qué te pasa? Estás... rara—murmuró arqueando una ceja.
—Nada—dije volviendo a encoger mis hombros.
—Venía a decirte que dentro de dos días harán una fiesta blanca.
—¿Una fiesta blanca?—pregunté haciendo una mueca.
—¿No sabes que es una fiesta blanca?—negué y ella pareció sorprenderse.—Es una fiesta donde todos los hechiceros vienen al castillo vestidos de color blanco, comen, charlar y celebran un logro del reino. En este caso se celebrará el cambio de leyes—sonreí.—Escuché que hace ciento ocho años no se hace una de estas fiestas, si no me equivoco fue desde que la mamá del rey murió.
—No sabía nada—mencioné con curiosidad—¿Y el papá?
—Abandonó el trono cuando su reina murió, se esfumó de Hurgaftan y dejó a Zyker a cargo de todo desde los doscientos cuatro años—no me lo esperaba.
Seguimos hablando de temas insignificantes por el resto del día.
(...)
Dos días pasaron volando. Hoy era la fiesta blanca. El castillo estaba lleno de sirvientes que caminaban velozmente de un lugar a otro realizando los preparativos para la fiesta. En estos dos días no ví más al rey, ni escuché hablar de él.
Luna entró en mi habitación un tiempo después del desayuno, para ayudarme a maquillarme y peinarme.
Tengo unas medias blancas de seda que llegan hasta las rodillas y unos tacones de punta redonda. El costurero real hizo un vestido blanco para mí. Tiene la espalda abierta en un diseño de "V", para que salgan las alas, tiene unas mangas que caen por debajo de mis hombros dejándolos al descubierto. Está hecho de tafetán y tiene florecitas blancas, dispersas por toda la tela que cae como cascada hasta mis pies. Este vestido era más pesado y arrastraba al piso.
Luna me hizo unas trenzas raras en el cabello y coloco unos pequeños pellizcos humanos en forma de flor, de color blanco también, que resaltaba en el color plata de mi cabello.Pintó mis labios de un rojo vino y maquilló mis ojos de ese mismo color. Esparció un rubor por mis mejillas y con una brocha esparció un ligero brillo por encima de mis hombros. Yo dejé mis manos sin guantes.
—Este evento se hará en el salón grande—me informó cuando nos dirigíamos a la escalera.
—¿Cuál?—quise saber.
—Ven—me sonrió.—Yo te guío. Vamos tarde, apresúrate—apresuré el paso siguiendo a Luna por los pasillos.
Seguíamos caminado.
—En la fiesta estará presente los reyes de los elfos y su príncipe. Vino el rey de los vampiros con su hija, que por siento está con Saimond haciendo travesuras por el palacio. Aquí también está presenta la princesa del reino de las sirenas Pancrasia III Nigalar—me explicó.
Llegamos a dos puertas gigantes que parecían ser del salón. Luna se despidió de mi con un beso en la mejilla y se fue.
Un guardia me abrió las puertas del salón dejándome dejándome avanzar.
Caminé adentrándome al salón, viendo lo enorme que era. Muchos hechiceros y hechiceras caminaban por el salón con abanicos, hablando y dando vueltas de un lugar a otro.
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Las alas del atrix [1]
FantasiAfra es el atrix, una criatura única en su especie que posee alas y ojos de diferentes colores. Estuvo encerrada hasta los 118 años, pero su vida cambia cuando atacan su reino mientras toca la flauta para todos, tiene que escapar y volar a un reino...