Samuel

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¡No hay final feliz!


─Escuché que a Samuel le gusta la calle de Jake, ¿es cierto?─menciona Goo.

─Ahora también tú─ruedo los ojos molesta, toda la semana Samuel a estado hablando de la calle de Jake que ya me tiene harta con eso.

─A mi me gusta mucho la calle de Jake, el no la trató bien─menciona Samuel alzando un poco su tono.

Juro que si me dicen de nuevo otra vez sobre esa calle terminaré odiándola.

─¿Pero que tiene que ver eso?─muestiono molesta.

─La calle no es muy inteligente que digamos, es tonta─murmura Goo.

Por alguna razón me sentí ofendida, como si fuera para mi, pero no lo creo, Goo no se atrevería a ofenderme.

─Pero aún así me gusta─menciona Samuel.

Mis ojos van de Samuel a Goo y viceversa, siento como si hablaran de mi, pero debe de ser de la calle.

─No sé cómo te puede gustar una calle así─comienza Goo─Tu necesitas una calle con mejor estilo.

Samuel mira molesto a Goo por eso.

Yo creo que se molestó que hablará mal de la calle que le gusta, así que tengo que defenderlo.

─¡Verdad! esa calle esta vieja y fea, aquí en Gangnam hay muchas bonitas─menciono dando una idea.

Samuel me mira molesto, pero no lo entiendo, sólo le dije mi opinión, yo creo que es habitual que se enoje siempre.

─Tienes razón, esta vieja y fea─repite Goo─Tú necesitas una calle nueva y muy hermosa.

En eso concuerdo con Goo, Samuel es alguien importante, así que necesita una calle muy bonita.

─Déjalo así, Goo, nunca va a entender─murmura Samuel saliendo de la oficina.

Goo no le toma importancia y se aproxima a la puerta.

─Deja de hacerte la que no entiendes, querida hermanita─murmura Goo antes de irse.

Me siento mal por no corresponderle a Samuel, pero lo veo como un hermano para mi.

Samuel fue el único que me dijo que todo estaría bien, pero él nunca está bien, así que haré mi mayor esfuerzo para corresponderle.




Camino apresurada hacia la oficina del ser que más odio y repugno en toda mi vida.

─¿¡Dónde está!?─golpeo su escritorio molesta.

─¿Dónde está quien?

No entiendo como se hace el que no sabe nada, él lo sabe.

─Dime donde está Samuel, Eugene─más que una petición fue una orden.

Si no me dice donde está, juro que lo voy a aventar por la ventana.

─No sé de qué hablas, Samuel renunció hace una semana─menciona calmado.

Ese imbécil de Eugene, piensa que puede mentirme en la cara, aunque le creería sino supiera la verdad.

─Si no tienes otra cosa que decir te pido que te retires.

Maldito, maldito, lo odio.

Se hace el importante, ni siquiera me atrevió a mirarme ni un momento

Salgo de su oficina, no sin antes insultarlo.

─Maldito, ojalá que te llegue tu karma por todo lo que has hecho.

No puedo creer que no se haya puesto nervioso por eso, pensé que podría causarle miedo.

Ahora no sé dónde está Samuel, si desde un principio le hubiera dicho lo que sentía me sentiría menos culpable.

─¿Qué pasa? ¿Eugene no te dijo dónde estaba?─menciona el rubio que conocí ese mismo día.

─Me dijo que renunció hace una semana─murmuro decaída.

─Que mentiroso, a mi me dijo que lo tenían secuestrado─expresa confundido el rubio.

─¿Secuestrado?─repito alzando la cabeza─Sabía que lo tenían, pero no pensé que secuestrado...

─Bueno, no debí decírtelo─afirma inquieto─Has como que no escuchaste nada, ¿okey?

El rubio se marcha y solo me quedo yo en el pasillo.

Debe ser duro para Samuel, tal vez le hagan cosas horribles en donde esté...

Juro que voy a ir a sacarte de donde quiera que estés, Samuel.

─Ahora yo daré todo por mi calle.

𝙊𝙉𝙀 𝙎𝙃𝙊𝙏𝙎 ⋆ 𝙇𝙊𝙊𝙆𝙄𝙎𝙈 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora