La joya de la corona (BORRADOR FINALIZADO)

9. Papel de Luz de Luna.

Alessandra.

La cena fue agradable, conversamos sobre la coronación de Cas y su compromiso con Elena. Mi padre parecía estar de muy buen humor también.

—Hermana —Víctor corrió y me abrazó las piernas—, cierto es que se llama papel de luz.

—¿Qué cosa?

—Ese papel mágico que la Diosa Azuru les entregó a los humanos —respondió Devan—. Lo nombraste en la historia que nos contaste hace un tiempo. Yo digo que se llama papel lunar.

—En realidad, los dos tienen razón —me agaché para quedar a su altura—. Era un papel especial que mantenía la información por años y cuando los humanos oraban a la Diosa del conocimiento, ésta revitalizaba el papel a través de la luz de la luna, por eso es conocido como papel lunar o papel de luz, incluso, en algunos libros pueden llamarlo papel del conocimiento.

Ellos parecían no estar conformes con la explicación, de seguro querían tener la razón.

Corrieron de mi lado y siguieron jugando. Recordé que debía comenzar a trabajar más en la traducción del libro, no había avanzado mucho últimamente.

Caminé junto a Elena a nuestras habitaciones, tampoco la veía mucho ya que debía pasar más tiempo con Cas ahora que su compromiso era oficial.

Después de tomar un baño me puse un vestido de tirantes que llegaba un poco más abajo de mis rodillas, la noche estaba un tanto calurosa.

Cerré las puertas de mi balcón y me senté en el alfeizar de la ventana, observé la luna llena que estaba alto en el cielo y recordé a mis hermanos hablar sobre el papel lunar.

Se dice que la Diosa le entregó ese papel especial a la humanidad para que sus descubrimientos importantes pudieran ser anotados y traspasados por generaciones. Si el papel se dañaba, solo debías orar a la Diosa Azuru para que restaurara el papel y la información detallada en el.

La Diosa del conocimiento es representada por la luna, por eso siempre se le debía pedir cuando la luna estuviera es su apogeo, para que te escuchara con más fuerzas.

De pronto una idea cruzó mi mente. Me bajé de la ventana, tomé mi bata, unos zapatos y corrí a la biblioteca.

Entré al apartado secreto y saqué el pergamino que me entregó el sacerdote. Él había dicho que la luz del sol casi lo destruye, así que lo expuse con cuidado a un fino rayo de luz lunar.

El papel comenzó a mejorar su aspecto, pero aún era ilegible, sin embargo, era suficiente para hacerme correr, por el palacio.

Corrí hasta llegar al jardín, no había guardias a la vista, la mayoría hace su ronda dentro del palacio y pocos en el exterior. Las murallas que resguardan la residencia imperial, son impenetrables, por lo que la seguridad es menos rigurosa dentro de los muros.

Corrí sin descanso por el jardín hasta llegar a un pequeño templo. Solo se ocupaba para dar ofrendas, no era una gran construcción.

Entré en el y dejé el pergamino sobre un altar, luego me arrodillé y oré a la Diosa Azuru por su conocimiento.

Frente a mí, cayó una cálida luz de luna que revitalizó el pergamino por completo.

Lo tomé en mis manos y comencé a leer, realmente era una profecía, ahora estaba tan clara ante mis ojos.

Empuñé el papel en mi mano y salí del templo a toda prisa. Busqué a mi alrededor y localicé el anexo de caballeros, debía llegar hasta ahí, pero si iba por el camino tradicional demoraría mucho tiempo, en cambio sí cortaba paso por el jardín llegaría en unos minutos.