39. Nueva escolta.

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Alessandra.

No sabía qué planeaba Henry, pero yo estaba incómoda con ellos dos aquí. Aron se veía irritado y yo quería vestirme, no llevaba ropa debajo de la bata, salí rápido de la bañera cuando él golpeó la puerta.

—¿Qué quieres, Darof?

—Quiero que me expliques por qué rompiste la puerta.

—Tenía hablar con ella.

—¿Tan desesperado estabas?

La mandíbula de Aron se tensó. Henry lo estaba provocando, aún estaba molesto por lo de ayer en la arena.

—No era nada importante —interrumpí—. Ya lo reprendí por romper mi puerta, eso es todo.

—Creo que tus palabras no tuvieron el impacto necesario.

—¿Qué mierda quieres, Darof?

—Que te alejes de mi esposa, Cavel.

Henry me soltó y quedaron frente a frente. Tenía miedo de que se palearan, Aron podría matar a Henry y eso sería muy problemático.

—Ya basta —me senté en la cama—. Aron ya se iba y yo quiero descansar.

—Hoy dormirás conmigo.

—Si eso quieres está bien, pero ahora vámonos —me adelanté hasta la entrada.

—¿Tan ansiosa estar por ir a la cama?

Henry terminó de hablar y Aron tomó el cuello de su traje. Sus músculos sobresalían en su camisa y aparté mi vista, no podía verlo de esa forma.

—Gracias a tu patada tuve que descansar anoche...

—Provócame una vez más, y quedarte sin descendencia será el menor de tus problemas.

—No te preocupes, mi primo o mi padre tomarían mi lugar.

—¿De qué estás hablando?

—De los tratados —interrumpí—. Si algo le sucede a Henry, yo debo desposar a Edgar o a Robert.

—¿Es una maldita broma?

—Ten más cuidado con tus palabras, Cavel, yo puedo ser paciente contigo, pero mis familiares no lo son. Ellos solo querían matarte, y estoy seguro que aún te tienen en la mira.

Aron lo soltó y caminó hasta mí. En sus ojos vi que quería decirme algo más, pero no lo hizo, solo se dio media vuelta y se fue.

Salí detrás de él, pero giré hacia la izquierda, rumbo a la habitación de Henry. Él entró unos segundos después y vino directo a mi lado.

—¿Qué hacía en tu habitación?

—Ya te lo dije, solo algo sin importancia.

—¿Me crees estúpido?

Él estaba muy cerca, se veía realmente molesto y sentí un poco de miedo al verlo.

—Fue por su trenza —contesté mientras retrocedía—. Él no sabía que la habían cortado y enviado como un mensaje.

—Esa fue idea de Robert —se acercó aún más—. Dijo que la idea de salvarlo te haría aceptar este plan, había rumores de que eran cercanos —Mi espalda chocó contra la pared y él quedó frente a mí—. Pensaban matarlo de igual forma, pero exigiste que lo liberarán antes de la boda, mi padre estaba muy sorprendido.

—Él apenas hoy se enteró del objetivo de eso.

—¿Y eso lo llevó a destruir tu puerta?

Aparté la mirada, estaba claro que hablar de él lo irritaba bastante. El genio de los Darof es realmente volátil, pero dan miedo al verlos enojados.

La joya de la corona (BORRADOR FINALIZADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora