He demorado en escribirte estas palabras por muchas razones. Entre ellas, que me parece imposible no poder tenerte cara a cara y decirte todo lo que siento. Un mensaje de texto lo creo insulso, vacío, insuficiente, sin embargo, no voy a seguir postergando un dolor que me carcome el alma, y no deseo albergar esperanzas donde hace muchos meses atrás murieron desangradas.
Quiero que sepas que, pese a todo, y a este final todavía incomprensible, no me arrepiento. No me arrepiento de haber entrado en tu juego, no me arrepiento de estar en tu cuerpo y que tú hayas estado en el mío. No me arrepiento de amar tus besos, tu lengua, la manera en que se deslizaba por mi cuello, mis pezones y me llevaba al cielo. No me arrepiento de desear cada parte de ti, incluso cuando todo el mundo me dice que es una locura. Fuiste mi primer amor, al que le entregué mi alma, más allá de mi cuerpo. Me parece trágico e irónico que el hombre al cual debería odiar, lo ame con cada fibra de mi ser. ¿Qué me hiciste Emmanuel Urich? ¿Cómo te las ingeniaste para penetrar mi cuerpo y mi alma y quedarte a vivir allí?
No soy tonto, he demorado en escribir cada letra porque las laceraciones que me producen son infinitamente mayores a los que provocarán en ti. Quizás, este te parezca gracioso, o incluso bochornoso. Estoy más allá de tus opiniones, por primera vez en meses, esto se trata de mí y no de ti, así que no me limitaré, ni le permitiré a la vergüenza tomar el control de mi mano.
Quiero que sepas que no soy feliz, pero lo seré. Te hago conocedor de esta etapa que es una de las más oscuras de mi vida, y mira qué he tenido muchas, pero no estaré aquí para siempre.
Te perdono. Te perdono tus manipulaciones, tus juegos y las palabras que calaron en mí y de las cuales todavía no consigo alejarme. Te perdono que me hayas usado. Te perdono tu cobardía y el daño que me causaste sin justificación. Te perdono las ilusiones que mi mente cuida y resguarda, los idilios de un futuro juntos cuando ni siquiera había un presente.
Te perdono que me hayas hecho creer que era alguien importante en tu vida, y no un simple peón para tu divertimento.
Sé que es probable que nunca leas estas palabras, sin embargo, como te dije unas líneas más arriba, esto no se trata de ti, sino de mí.
Te deseo felicidad a dónde vayas y con quien estés. Tengo confianza de que yo también la encontraré y llegará cuando menos lo espere, así como apareciste tú.
Soy Ander Kovac, la persona que te amó y que te ama, y hoy se despide para siempre. Solo una pregunta me queda, una que me hago y a la cual, nunca le encontraré respuesta.
Si pudieras cambiarlo todo, ¿te enamorarías de mí? Porque yo sí, lo haría. Viviría todo de nuevo con tal de tenerte en mis brazos, aun sabiendo que jamás tendremos un futuro.
Buena suerte.
***
Ander leyó esa especie de carta escrita en la pantalla de su celular y cerró los ojos. Apoyó su cabeza sobre el cristal que cubría la suite donde estaba alojado luego de participar en la boda de su mejor amigo, de su hermano del alma, como solía llamarlo Felipe Becerra.
El reloj marcaba la una de la mañana, no era la hora ni el momento adecuado, pero nunca lo sería. Nunca hay un motivo correcto para despedirse de la persona que te ha roto el corazón, es aventurarse a lo que depare el nuevo día, y soportar las consecuencias. Las nubes amenazaban con desatar un vendaval en Londres. La ciudad dormía.
Felipe y Eric estaban a un par de habitaciones de donde él se encontraba. Se imaginó que a esa hora estarían haciendo el amor ¿Quién podría culpar a Felipe? Todos los minutos debajo de ese hombre eran insuficientes.
Ander estaba acostumbrado a responder a las necesidades de su cuerpo con frecuencia. Lo hizo desde muy temprana edad cuando descubrió un nuevo mundo en Hypnos. Cuando encontró el lugar donde satisfacer sus ansias de dolor y placer.
«Dolor y placer».
Enamorarse de Emmanuel significó perderse en una sesión de BDSM de forma permanente. Ander era solo un sumiso en busca de satisfacer sus necesidades en las manos de un hombre que solo vivía por sus propios deseos y poco le importaban los de los demás.
Ya no había espacio para la duda.
«Cierra este ciclo. Ríndete, mata esa tonta esperanza de que volverá, de lo contrario, no vas a avanzar».
Ander se humedeció los labios y rio. Si alguien le hubiera dicho que alguna vez estaría así de perdido por un hombre como Emmanuel se habría meado de la risa.
¿Qué más daba de todos modos? Ander no podía amar más a ese hombre de lo que se amaba a sí mismo.
Pulso enviar el mensaje y lo leyó de nuevo, luego, apagó su celular y se dirigió a la cama. Se abrazó a la almohada y se obligó a cerrar los ojos. El alcohol de la fiesta hizo efecto. Había tiempo de pensar en el futuro. Lo importante era que se atrevió a darle la espalda a su pasado.
Hola mis amores!!! Ay! Sí! Yo sé que duele el corazoncito en este momento 💔💔💔. Les pido disculpas por no haber actualizado ayer, estaba con el tema del viaje y bueno, hoy ya instalada, pude hacerlo finalmente. 🥰❤️🤗💖
Gracias a todas las personitas hermosas que están ahí leyendo esta historia que por momentos es desgarradora. Los quiero un montón. 🤗🤗🤗🤗
Como les dije anteriormente, no creo poder actualizar este sábado pero semana que viene aquí estaré de nuevo. Estamos muy cerquita del final! Están listos?? 🥰💖
Besotes! Paz 🥰🌈🌹🤗
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Match point - Bilogía Match point Libro 2 (+18)
Любовные романыDos rivales que se odian y se desean con la misma intensidad. Un hombre que solo piensa en sí mismo. Un hombre con un oscuro secreto. Un acuerdo, un chantaje, un juego de pasión y deseo incontrolable. Un juego que ninguno de los dos está dispues...