24 Obligaciones 💖🔥

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—De verdad te perdiste su cara ¡Pensé que en un momento buscaría un hoyo para enterrar su cabeza!

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—De verdad te perdiste su cara ¡Pensé que en un momento buscaría un hoyo para enterrar su cabeza!

—Sí, se iba a poner a llorar como la cerdita que siempre fue.

Asia Lukova caminó por los pasillos de su mansión hasta el jardín de invierno en donde sus dos hermanos reían y disfrutaban de una taza de café caliente. Los hombres se giraron hacia la mujer y quedaron en silencio.

—¡Vaya! ¡Hasta que pudiste salir de la cama! —exclamó Gleb y Asia entornó los ojos.

—¿Qué? Estaba cansada.

—No estabas cansada, sino ebria—aclaró Valentino—. Mi esposa me lo dijo ayer.

—¡Eso es lindo! —Asia juntó las manos en un gesto de ternura—¿Por qué no te cuenta que te engaña con el guardaespaldas? Eso también debería decirlo.

—¡Asia! —Gleb cortó la escalada de la conversación—. Nos preocupamos por ti, eso es todo.

—Por supuesto, son personas muy benévolas los dos. Casi como nuestro padre, que quiere que me case a toda costa con Emmanuel Urich de lo contrario, perderé mi herencia.

—Pensé que te gustaba. —Gleb arqueó una ceja—. Es famoso y millonario ¿Necesitas más que eso?

—Tu solo miras a la gente con el signo del dólar en los ojos. Yo no soy así, y estoy segura de que a Emmanuel no le gusto de ese modo, ni se casará conmigo.

—Llevas años con él.

—Porque folla bien—replicó Asia—, y no pide ni fidelidades ni nada de esa mierda. Tenemos una relación libre.

—Pues ahora seguirás teniendo una relación libre solo estarán casados.

Asia le dio una mirada asesina a Gleb.

—¿Por qué de pronto todos están interesados en esto?

—Muy pronto la empresa de Urich será nuestra—explicó Valentino—. No hay mejor manera de sellar una alianza estratégica que un componente emocional.

Asia observó a esos dos hombres serios que le estaban imponiendo una vida que no deseaba.

—Emmanuel no me propondrá matrimonio así la vida se le vaya en ello.

Gleb le dio una sonrisa y bebió el café

—Tú asegúrate de estar lista para decir sí.

—Estamos en el Siglo XXI, ¿por qué carajo siguen actuando como si estuviéramos en el Medioevo?

—Esto es Rusia, hermanita—aclaró Valentino—. Y hay normas a las cuales atarse si quieres pertenecer.

—Tengo solo veintitrés años. Apenas he terminado mi licenciatura.

—Vamos, ¡ni que fueras a trabajar de eso!

—¿Qué hay de malo en la filosofía?

—¿Quieres morirte de hambre? Porque ahí es donde terminarás si papá te deja de lado. —Gleb apoyó la taza en la mesa de vidrio—. Sabes que no le temblará la mano en destruirte. Puede amarte mucho, pero si le fallas, se olvida por completo de que eres su hija o quien sea. No te está pidiendo que te hagas cargo del negocio, lo único que exige es un pequeño sacrificio.

Match point - Bilogía Match point Libro 2 (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora