20 Conversaciones incómodas💖🔥

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—No sabía que fumabas

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—No sabía que fumabas.

Emmanuel observó el cigarrillo, el cual, colgaba entre sus dedos. Ambos se secaban el sudor fuera de la camioneta.

—Yo tampoco.

Ander lo observó con un atisbo de confusión.

—¿Qué? ¿De pronto compraste un paquete de la nada?

—Sí, eso hice. —Emmanuel le dio una pitada al cigarrillo y se dirigió a la camioneta. Abrió la puerta y se sentó.

«¿Qué hago?».

Ander se preguntó si debía marcharse. Si debía esperar a hablar sobre algo, lo que sea que pasara por la cabeza de ese hombre que había aparecido casi dos meses después y le dio una follada alucinante. Ander tuvo miedo. Desconocía cómo manejar a este Emmanuel. Era demasiado fácil responder burlas, o hablar con desprecio y desdén con el tipo odiado por todos, pero este hombre sereno y taciturno, ¿quién carajo era?

Ander dio pasos hacia la camioneta, abrió la puerta del copiloto y se sentó a su lado. Emmanuel le dio una mirada de soslayo, pero ninguno de los dos emitió palabra. Ander se arregló el buzo blanco, en un intento por negar la inmensa incomodidad que había en el ambiente. Un búho ululó en medio de los árboles. El bosque era la oscuridad absoluta, las ramas danzaban y proyectaban formas macabras que despertarían la imaginación asustadiza de cualquiera.

Ander recordó su sueño, Se imaginó corriendo a través del bosque, primero con alegría, después con terror. No alcanzaba a dilucidar el motivo por el cual su imaginación le traía el mismo relato onírico.

—El aniversario de la empresa de tu padre es en dos semanas.

Ander volvió su vista sobre el hombre que había terminado su cigarrillo, y ahora se detenía en su mano con la colilla. Ander tragó saliva.

—Si, habrá más de trescientos invitados. Supongo que tu familia irá. La verdad es que desconozco quienes estarán allí.

—Iremos—aseguró Emmanuel—. No te equivoques, nada me importa menos que esa estúpida fiesta, pero mi familia vive de las apariencias, así que, es mi deber.

—Tú también lo haces—afirmó Ander.

—¿En serio? —Emmanuel enarcó la ceja—¿Y qué me dices tú, chico dorado? ¿No es la razón por la que estás aquí? ¿Acaso no te da miedo que tu verdadera cara se muestre en todos lados?

—Te equivocas. —Ander replicó ofendido—. Lo único que quiero evitar es causar sufrimiento a mi familia, pero si solo fuera yo, la cosa sería muy distinta.

—¿Te miras al espejo cuando te dices a ti mismo toda esa mentira? ¿Lo ensayas?—Emmanuel se burló.

—Es la verdad. —Se defendió—. Intento hacer todo aquello que me haga sentir bien, y sé que ir a la fiesta de mi padre no debe ser lindo para alguien como tú.

Match point - Bilogía Match point Libro 2 (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora