Amando Al Rey © [ L. I. 2 ]

Capitulo 46: una corta reunión

Capítulo largo, muy largo.

Como recompensa a su larga espera.

Disfruten lobitos hermosos 💕

Mont.

🧡

Había más gente de lo que esperaba, demasiada magia y poder contenidos en una sola habitación.

Marcos aprieta nuestro agarre de dedos entrelazados cuando tiemblo ligeramente. Detrás de nuestros tronos ya nos esperan Klaus, Ben, Jeddy, Alfred y Nicolle.

A Cleomar le parece suficiente con un único caballero. Melena rubia y ojos de un rojo vivaz. Un vampiro puro, por lo menos de un fuerte linaje. Tiene una media sonrisa y aura amable.

Lo conozco de antes, siempre está acompañándola.

Las dos gemelas ya se encontraban sentadas juntas, con dos chicos de diferentes edades detrás de sus espaldas, sin nada reflejado en sus expresiones. Las alas puntiagudas revoloteaban dejando destellos muy sutiles en el aire.

Cuando me acomodo en el trono al lado de Marcos, entonces me permito analizar al único rey que queda.

Oleadas y oleadas de oscuridad en su lado de la sala, sombras negras sin ninguna forma crean una especie de fuego que emerge desde el suelo. Está sentado de forma despreocupada, con un pie elevado en el antebrazo del trono y el puño enterrado en su mejilla es una pose muy aburrida.

No solo lo acompañaban Cassandra y Zander, habían dos chicos más. Un moreno alto, bastante corpulento. Con tatuajes de una tinta muy marcada en sus brazos y la mitad de su cuello, y unos ojazos de color azul que parecían querer tragarse a cada uno de los presentes. A su lado... alguien menos llamativo... tal vez porque parecía estar tan lejos de la realidad, como si quisiera estar en todas partes menos aquí, se mantenía sereno sin mirar a nadie.

Extraños, todos se veían muy extraños.

Mørkanos después de todo.

—Sean bienvenidos a mis tierras, espero que se sientan a gusto, es mi mayor anhelo ahora mismo.

Cleo hace una inclinación de cabeza hacia Marcos.

—Todos podemos salir perjudicados si el mar declara una guerra —comenta Megara.

Alguien resopla, no se acomoda a pesar de que las miradas de todos están encima suyo. Se mira las uñas negras por un pequeño segundo.

—Habla por ti, mariposa —los ojos extraordinarios llegan hasta Megara—. Cada país tiene sus propias mierdas que resolver.

Cass hace una mueca detrás suyo.

—Esa es la idea, Laurían —intercede Cleomar—. Que podamos unir fuerzas aunque no salgamos directamente perjudicados.

Ríe fuerte. Pequeños colmillos sobresaliendo.

—No exageres mi reina, sabes que no tenemos nada que ver en esta pelea —se inclina un poco hacia adelante—. Solo veo interés... mucho interés...

—¿Disculpa? —se queja Makayla.

—¿De qué interés habla? —pregunto confusa, evitando enojarme.

—Beneficios lunita, tú país está lleno de destinos. Como reyes, me imagino que para algunos... eso es muy importante.

Un silencio tenso.

—¿Destinos? —canturrea Makayla encantada— ¿Hablas de almas gemelas?

Al rey se le dibuja una sonrisa escalofriante.