Capítulo 1: Dos reinos

2.3K 159 148
                                    


Hola bombones, ¡Buenvenidos!

Espero se encuentren bien. Les voy a pedir desde lo más profundo de mi corazón que evitemos dejar nombres o datos que puedan ser spoilers para las nuevas lectoras. En serio no quiero tener que eliminar comentarios.

Gracias por estar aquí. Te quiero 💞


🧡

Empujo con fuerza mi espada hacía su pecho, la detiene con un poco de dificultad. La rabia sube hasta mi cabeza, giro llevando el arma conmigo e impactando con más fuerza sobre la suya. Travis cae al suelo en un lamento.

Mi pecho sube y baja desesperado.

—¡Pelea de una puta vez!

Todo su cuerpo tiembla ante mi grito. Doy un paso al frente con fuerza, los árboles tiemblan. Travis se levanta de un salto y corre en dirección contraría. Lo sigo hambrienta preparándome para darle otro golpe. Me esquiva una vez me da la cara, usa un juego complejo de pasos y tajos con su arma. Doy tres giros hacia atrás como si estuviera ejecutando el baile de una pieza musical muy antigua.

Me detengo un poco lejos del punto inicial. Su pecho se agita. Lo miro entre mis pestañas de forma amenazante.

—Mírame como uno más de tus compañeros —demando enojada— ¡No tengas compasión!

Mi grito lo espanta, lo acecho y corro una vez más hacia él, lo amenazo sintiéndome como una ola embravecida. Se prepara y recibe mi golpe con maestría. Gruñe ante cada estocada que doy sin una pizca de pesar, sin dudar, sin titubear.

No estas desquitándote la rabia con las personas equivocadas, ¿verdad? Primero muerdes a mi caballero real y ahora quieres partir en dos al pobre chico.

Resoplo en mi interior.

La lucha se hace más compleja, usamos movimientos más carteros y crudos. El sonido de las espadas hace hervir mi sangre, me llena de adrenalina y es fantástico.

Travis cae al suelo después de una patada poco suave de mi parte. Se queja llevando su mano a su vientre. Cierro mis ojos tomando un gran respiro. Quizás Itzae tiene razón. Travis no tiene la culpa de lo que me esta pasando. Decido calmarme. Me acerco al futuro capitán y le tiendo mi mano. Me mira con cautela pero la acepta al final.

—Mejor repasemos la danza de espadas.

—Perdón por...

—Está bien, quizás fui muy dura.

—No, debo esforzarme más. Quiero estar a la altura de tu padre.

Intento sonreírle con cordialidad pero no puedo. Tengo mi mente en las nubes. Me acerco al lugar donde reposa mi mochila dejando mi espada de lado, tomo el botellón con agua.

—No te pongas objetivos que no puedes alcanzar —doy un trago. Travis se sienta a los pies del árbol más cercano—. Yo lo aprendí justo después de casi tener una lesión. Nunca serás igual que mi padre, pero sí mejor.

Sus ojos me buscan apresurados, le doy un guiño que le roba una sonrisa. Tomo otro trago contenta con su reacción.

—¿Cómo van?

Sus espectros deambulan a nuestro alrededor verificando que es seguro que su general esté ahí. Me envuelvo con la esencia caliente de Itzae para que no se me acerquen. Los soldados muertos hacen una reverencia en mi dirección antes de desaparecer detrás de la espalda de Nicolas.

Amando Al Rey © [ L. I. 2 ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora