Maratón 2/2
Disfruten.
Con amor, Mont.
👑
Entro por las grandes puertas del castillo en un trote suave, emocionada por verlo. Ni siquiera me preocupo por ir a cambiar mi traje de combate.
Le entrego mi espada a Alfred que esta cerca de las escaleras, la recibe tomándolo desprevenido, abre sus ojos e intenta advertirme algo.
—¿A dónde va, mi señora?
—A buscar a Marcos, ¿esta en su oficina?
Cruzo el pasillo antes de llegar al salón de la fama. Alfred camina a mi lado y lo miro por el rabillo del ojo ante su actitud ansiosa.
—Sí señora, pero me parece que debería esperar a que se desocupe.
—¿Esta en una reunión?
—No.
Acelero el paso, ignorando su actitud.
—Entonces puedo verlo, me dijo que podía ir a buscarlo cada que quisiera.
—Sí, pero...
Me detengo ante una de las dos puertas abiertas. Una conversación agitada se escapa por el hueco de la entrada. Me asomo con cuidado aunque Alfred me pide que demos una vuelta mientras esperamos que Marcos termine sus asuntos.
—¿Cómo puedes pedirme que renuncie a esto?
Mi mate esta de espaldas, mirando el paisaje que reluce detrás de su ventana.
Hoy está tan dolorosamente hermosa como siempre. Ha recogido su cabello abundante en un moño, perlas pegadas en su cuero cabelludo. El vestido naranja de cola larga resalta su piel morena y figura delgada.
—Mi reina...
Levanto mi mano acallando al mayordomo.
—No estoy pidiéndote algo del otro mundo, Bianca.
—No, solo renunciar a este compromiso.
Mis dedos aprietan la madera, la ira naciendo desde mis entrañas.
—Ya hablamos esto antes.
—Y creí que podías llegar a darme una oportunidad.
¿Una oportunidad? ¿Una oportunidad para qué?
—No empecemos Bianca.
—Es que si por le menos lo intentáramos —dice con tono dolido—. Si me dejaras enamorarte.
Sacudo mi cabeza creyendo que he escuchado mal.
Espera, ¿qué?
—Majestad —Alfred me llama pero yo ya no creo poder razonar.
Salgo de mi escondite, Marcos no se sorprende al darse vuelta. Ella se calla al ver la mirada desviada del pelirrojo, sus ojos claros se topan con los míos totalmente negros.
—¿Enamorarte?
—Mía —llama mi atención Marcos— ¿Cómo estuvo el entrenamiento?
Entrecierro mis ojos. Lo señalo, él arquea una de sus cejas sin perder la compostura.
—¿Exactamente que se supone que debo hacer? —pregunto con falta de gracia— ¿Creer que hablaban de negocios?
—No —responde ella luciendo muy valiente—. Me gusta Marcos, desde el instante que pisé el castillo me enamoré de él.
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Amando Al Rey © [ L. I. 2 ]
Loup-garouIsabella odia el lazo de Mates. Cree que por esa tontería perdió al amor de su vida. Nicolas Ross. Ha estado enamorada de él desde que tiene memoria y guardaba la esperanza de que todo aquello que sentía con tanta intensidad, fuera por que él sería...