Porque en octubre todo es más bonito.
Mont.
🧡
No había espacios para tomar aire, no existía lugar por donde sus manos ya no hubiesen pasado, se estaba encargando de borrar cualquier recuerdo de otros toques, de otros besos.
Me aleja de la mesita con las botellas de cristal, apoderándose de mi trasero sin pizca de vergüenza, alzándome en los aires y acorralándome contra el escritorio sin esfuerzo, moviéndome a su antojo.
Me alejo porque debo respirar, pero sus dientes me obligan a volver. Lanzo mis brazos alrededor de su cuello y lo acerco completamente a mí.
—Detente Marcos —suplico sin fuerzas, con ganas de todo menos de que me suelte.
Mis piernas suben y lo rodean, dice algo en italiano que no logro entender.
Baja por mi mandíbula y cuello, echándome hacia atrás para tener mejor acceso. Una de sus manos se entierra en la parte media de mi espalda, rodeando los huesos debajo de mi seno derecho.
—Fui bastante claro con respecto a estos vestiditos de poca tela.
Ha dejado salir sus colmillos y lo sé porque los siento recorrer mi piel.
—No tienes cara para reclamarme nada —suspiro enterrando mis dedos en su cabellera—. Te casarás pronto.
Se detiene y sube hasta quedar frente a mi rostro. Paso mi lengua por mis labios sintiendo el sabor del deseo y la vainilla todavía.
—¿Qué deseas?
—Lo sabes perfectamente.
—Y voy a dártelo, pero ya no sé como explicarte que todo esto es solo un montaje —toma mi barbilla y me da un beso duro—. No voy a besar a Bianca, no voy a acostarme con ella y tampoco a formar una familia.
—Te cortaría las bolas.
Niega en descontento. Yo entierro más mis dedos en sus rizos y lo atraigo para morder uno de su labios y soltarlo poco después.
—Solo quiero crear una distracción, hacerles pensar que tienen algo para destruirme mucho antes de llevarlos a la inminente decadencia.
—No es justo que ella sea solo un señuelo.
No me agradaba, pero no era justo que jugara así con ella.
—Esto es algo mutuo, ambos recibimos algo a cambio.
—Ella se lo está tomando en serio
Toma mis muslos y me rueda sobre la madera más cerca suyo.
—No es así.
—Sí lo es. No estoy dispuesta a pelear con Bianca por un hombre, espero que tú me des mi lugar sin necesidad de ello. Pero si ella cree que puede hacerme sentir mal por el simple hecho de que lleva ese anillo, esta muy equivocada.
—Solo esta asustada.
—Eso no me concierne, no puede venir a quitarme lo que me pertenece porque esta llena de temor.
—Mía…
—No, no pienso caer en la misma discusión, y aléjate porque no voy a dejar que obtengas esto tan fácilmente.
Se desinfla cuando me bajo de la mesa contra sus protestas, me toma de las caderas y me ajusta contra el escritorio y su cuerpo. Me quejo pero le importa muy poco.
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Amando Al Rey © [ L. I. 2 ]
WerewolfIsabella odia el lazo de Mates. Cree que por esa tontería perdió al amor de su vida. Nicolas Ross. Ha estado enamorada de él desde que tiene memoria y guardaba la esperanza de que todo aquello que sentía con tanta intensidad, fuera por que él sería...