ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 11

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Uno de los días más esperados para Engfa, llegaba y aunque se había preparado mentalmente, la emoción no mermaba. Por el contrario, aumentaba día a día.

Había recibido invitación para dos entrevistas. Una en una importante emisora radial de Nueva York y la otra, para un exclusivo canal nacional que se encargaría de transmitir el Fashion Week. Ese mismo día conocería a Carolina Herrera, quien la amadrinaría en el magno evento.

La diseñadora venezolana era un ejemplo a seguir, Herrera era sinónimo de éxito y distinción.

En honor a su madrina, había vestido un conjunto de blazer gris grafito, con una camisa de seda roja, así como zapatos cerrados y cartera de asa corta en el mismo color. Su cabello en una elegante y alta cola de caballo, jugando armoniosamente con un maquillaje, sencillo y perfecto, que perfilaba sus más brillantes rasgos haciéndola lucir hermosa y selecta.

Subió a su auto, donde Sun la esperaba frente a la boutique. Sería el encargado de trasladarla al salón donde se llevaría a cabo la tan esperada reunión con los representantes de la agencia publicitaria Planet Global.

Para ese tipo de encuentros no le gustaba ir sola y Sun tampoco le permitía hacerlo, aunque siempre esperaba prudentemente en el estacionamiento.

—Listo vámonos, no quiero llegar tarde —dijo sacando de su cartera el exquisito perfume y rociándose un poco.

—Aún tienes mucho tiempo para llegar puntual —acotó Sun para que los nervios en Engfa no la dominaran, aunque ella era una mujer recia y nada la doblegaba. Esta vez se le notaba la emoción que la embargaba. Puso inmediatamente el auto en marcha.

—A veces el tráfico es más pesado de lo normal —hizo un gracioso mohín, lamentándose por lo congestionada que era la ciudad, mientras buscaba dentro de su cartera el pequeño bolso que contenía sus maquillajes y sacó el estuche cuadrado de un negro brillante con dos C invertidas encerradas en un círculo tallados en plateado. Era su polvo compacto y con la mota blanca se dio ligeros toques en la nariz, mentón y frente.

—¿Te dieron hora y fecha para las entrevistas? —preguntó con la mirada al frente mientras conducía rumbo a una cola de autos que los atascaría en el tráfico al menos por cinco minutos.

—Sí, el lunes a las dos de la tarde será la grabación de la entrevista para Fashion One y el jueves tengo que ir a la estación de radio a las diez de la mañana. ¡Estoy emocionada! Todo es tan perfecto que nada puede salir mal —decretó con gran entusiasmo, mientras guardaba el estuche del polvo compacto en su cartera.

—Estoy seguro que después del Fashion Week vendrán las ofertas internacionales. Mi hermosa mariposa, las puertas del mundo están por abrirse para ti —señaló con esa felicidad que se le aferraba al pecho por ver a su casi hija triunfar. Se lo merecía y con creces.

Mantuvo el volante con una mano y la libre la acercó al rostro de Engfa y con los nudillos le acarició la mejilla.

Engfa complacida ante el toque casi ronroneó como una gatita a la cual la colmaban de mimos.

—Moriría de la felicidad, espero que la gente de Planet Global me ayude a ser más reconocida. Estoy segura de que mis diseños van a gustar. Apenas he dormido cuatro otras armando el book con los que voy a presentar, pero ¿pregúntame si tengo sueño? —cuestionó a Sun tomándole la mano y entrelazando sus dedos con los de él.

—Sé que no lo tienes, la adrenalina no te deja sentirlo —dijo sonriéndole; aprovechó que Engfa le mantenía la mano agarrada y se la llevó a los labios regalándole un beso en el dorso—. Estoy sumamente orgulloso de ti.

—Gracias Sun, sabes bien que sin tu ayuda nada de esto sería posible, has sido mi mayor soporte. Me llenaste de esperanzas cuando todas se me habían hecho trizas y me enseñaste a encontrar valor en el miedo —recordó la manera en que él había influenciado en su vida.

Dulces Mentiras, Amargas Verdades ❧ Englot G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora