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"Puedes caer, puedes romperte, ese siempre será tu derecho, lo que no te puedes permitir es no levantarte a luchar una vez más"

El combate entre Alessandra y Meredith comenzaba a recrudecerse, los golpes de la de cabello estrellado eran cada vez más violentos, fruto del control ejercido por Athenea, incluso algunos Guías no entendían el motivo por el cual se permitía un combate a este nivel en el Nido, sin embargo, nadie se atrevía a cuestionar a una Capellán. Los ojos de todos se encontraban fijos en el combate, Gideon y Zafinna observaban en silencio, sin perder detalle de aquello, Rob y Paknar adoptaban posiciones más semejantes a una plegaria para que todo saliera bien, Los Maestres se encontraban en silencio, sin hacer ningún movimiento ni dejando ver alguna emoción, algo realmente raro en ellos.

Corvus y Morgana se agarraban con fuerza a la baranda, deseando entrar a la arena y parar todo aquello. En un momento en el cual Alessandra asestó un duro golpe a Meredith en el estómago haciendo que esta se encogiese sobre sí misma, terminado en el suelo agarrando su abdomen, Morgana se quedó paralizada sin poder siquiera respirar, observando como Alessandra con una risa frenética estaba a punto de golpear la nuca de Meredith. Corvus se quedó sin aliento, sus ojos estaban a punto de ver a quién sentía como su propia hermana, su mejor amiga, acabar con la persona por quién parecía beber los vientos.

- ¡Meredith sal de ahí! - En ese momento una voz conocida se alzó, una que nadie habría pensado que hablaría para ayudarla, Gideon.

Meredith entonces reaccionó escapando y esquivando por poco el temible golpe que Alessandra iba a asestarle con el uso de su habilidad lunar, el polvo se arremolinó entorno a las chicas, ocultando lo que ocurría en ese momento y en un segundo, de la nube de tierra levantada, salió Meredith dejando un pequeño rastro de polvo tras de sí. Cuando la nube se hubo disipado, se pudo observar a Alessandra en el sitio parada, con el rostro serio con odio en su mirada, aún dibujaba la postura del golpe y el suelo todos pudieron ver un pequeño socavón de unos metros, esto dio a entender a todos que si Meredith no lo hubiese esquivado, posiblemente habría muerto allí, incluso Meredith lo pudo entender, por lo que decidió activar ya su plan.

Corvus, aliviado, miró a Gideon, él hizo lo que el propio Corvus no pudo, reaccionar y hacer reaccionar a Mer. Sus ojos se encontraron con cada uno a un lado de la arena, Corvus asintió y Gideon, como era costumbre retiró su mirada con soberbia dejando al final un leve movimiento de cabeza imitando al peliblanco.

- ¿Eso es todo o ya te has cansado de hacer el ridículo ALessandra? - Dijo Meredith jadeando.

- ¿Yo? Eres tu quién no deja de huir rata inmunda...enfrentate a mí y deja de correr - Respondió Alessandra con rabia.

- Muy bien, pero recuerda que intenté avisarte...esto lo hago por ti - Contestó Meredith.

Todos en la arena se encontraban con la atención en las chicas, incluso había quién ni siquiera se atrevía a pestañear por si se perdía algo. De pronto, los ojos de Meredith comenzaron a volverse blancos en su totalidad, de su cuerpo rezumaba el poder que habitaba en su interior en dos formas, la primera, un aura blanca que la rodeaba, la otra se asemejaba a unas llamas del mismo color que recorrían su cuerpo, el pelo de la castaña comenzó entonces a volverse blanco también, mientras, Alessandra se preparaba para atacar con todo, para hacerlo sin retenerse, llegando también a desbocar su poder el cual empezó a volver plateado el pelo de la chica, el blanco de su ojos que albergaba el poder luna comenzó a volverse negro con puntos brillante y el resto era una Luna llena tan clara que incluso un Licantropo se habría tenido que transformar en el acto.

- ¿Eso te repites cada vez que nos arruinas la vida? Desde que llegaste todo es un caos, Morgana y Corvus casi rompen su amistad, casi morimos en una misión, tuvimos que iniciar una incursión para salvaros el pellejo a espaldas de los Maestres y luego te metes en mi relación con mi familia...te odio...¡Te odio con todas mis fuerzas! - Dijo con rabia ALessandra.

Desierto de SombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora