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"Luchar por unos ideales está bien, pero aquellos que luchan por proteger a los suyos o a los más débiles, incluso con sus vidas, son los verdaderos héroes."

Había pasado un tiempo desde que Meredith fuese asistida en la sala de operaciones, los Maestres por tanto pidieron ayuda al Claustro, quienes mandaron a unos expertos para tratarla, unas personas que hicieron el voto de silencio, dedicándose en exclusiva a cumplir las órdenes que se les daba desde la central, conocida por el nombre de Monasterium, desde donde se rigen y observan a todos los clanes para que sigan las leyes y normas establecidas de protección del velo. Las personas dedicadas al cumplimiento de las órdenes y más concretamente en curar, se les conoce por Mediccis, en este caso fueron la Orden de la Mano Santa, encabezados por Elías, el Santo Medicci.

Todo el Nido se encontraba en un estado de emoción debido a que el enviado para curar y tratar a Meredith era uno de los más conocidos por sus grandes habilidades sanadoras y su bondad inmensa, tal que así que incluso llegó a perdonar a un renegado de un gremio que intentó matarlo una vez. En esta ocasión, el Santo Medicci Elías, se dedicó en todo momento en curar bien a Meredith quién en cuestión de dos semanas, terminó por curarse en su totalidad, más tarde fue tratada por algún posible trauma y en cuanto se le dio el alta, fue llamada al despacho de los Maestres.

- Buenas noches Maestres ¿Me habían llamado? - Preguntó Meredith mientras entraba al despacho.

- Mi querida Meredith, como nos alegra ver que te encuentras bien - Dijo Andrómeda al verla, acercándose a ella con una actitud maternal.

- Si, nos alegra ver que te encuentras bien, temíamos por tí Señorita y te hemos llamado para decirte que tienes el alta total para volver a tu equipo, si así lo deseas - Comentó Einar al respecto.

- No tienes que hacerlo ya si necesitas un tiempo para tí, lo entenderíamos perfectamente - Continuó Andrómeda.

En el rostro de Meredith se pudo notar como el sabor amargo de una misión aparentemente fácil se había tornado en un peligro que casi le cuesta la vida, algo que le dejó una señal en su cuerpo y en su mente al respecto. Antes que la chica pudiese responder, Elías entró al despacho en silencio, con su típica máscara negra en forma de cuervo con lentes, un sombrero de corte italiano negro y con una túnica donde se adornaba con frascos de diferentes colores y una hoz con clara evidencias de uso.

- Medicci Elías ¿Qué le trae por aquí? - Preguntó Einar con curiosidad.

El hombre no dijo nada, tan solo entregó un pergamino enrollado y se acercó a la chica sin decir nada más, mirándola tras sus lentes donde unos ojos ancianos y llenos de bondad la miraron. Einar desenrolló entonces el pergamino para leerlo, quedando sorprendido ante lo que se encontraba escrito. Andrómeda sorprendida por la cara de su hermano el impasible, se acercó para leerlo también, dibujándose en su rostro una sonrisa amplia.

- ¿Estáis seguro de vuestra elección Santo Elías? Esto no le gustará al Claustro, sabéis de sobra que son celosos con sus mejores...integrantes - Dijo Andrómeda con algo de sarcasmo.

Elías asintió sin dejar de mirar a la chica, tomando una de sus manos y colocando su diestra libre sobre el dorso de la de Meredith. Por el contrario, Mer no entendía lo que ocurría, tan solo sabía que algo importante pasaba y que ella, en el tiempo que fue tratada por Elías, le tomó mucho apego como si fuese su propio abuelo, debido al cariño y delicadeza con la que la trataba.

- ¿Qué ocurre Maestres? - Preguntó Meredith algo desorientada en la conversación.

- Verás Meredith, como sabes, los Medicci, hacen un voto de silencio, esto lo hacen como pacto con el Claustro para dar veracidad a su lealtad, pero hay excepciones en las que pueden recuperar su voto, solo si designan a alguien como "Liberi Sigaria", es decir, Elías está pidiendo ser tu padrino, es algo así como una adopción cuando los padres biológicos fallecen y por ello recuperará su voz y rostro, mientras que tu tendrás un apellido, pero debes decidir si quieres o no, nosotros podemos hacerlo valido por ser los Maestres pero enviarán a alguien a evaluaros por si alguien usó magia, un capellán, ya sabes lo que es eso - Explicó Andrómeda.

Desierto de SombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora