"En la danza encontramos la expresión del alma, compartirla con alguien es mandarle el mensaje que somos incapaces de contar"
La noche acompañaba la fiesta final en Ravceler no solo como graduación de una de sus miembros, por así decirlo, si no, también era la despedida para alguien que había representado los valores de la facción como nadie. La gente de la facción disfrutaba de todo aquello buscando e integrando a Meredith en todos lados, sin embargo, en la mente de la chica había alguien dando vueltas, alguien que deseaba que estuviese allí.
Morgana miró a su Hermana de hierro por un momento tras el escondite de su máscara para seguidamente sacar su teléfono y escribirle a alguien, después se acercó a Meredith tomándola de la mano y llevándola a la entrada de la facción, Meredith estaba confusa, no entendía las acciones de su amiga y ahora hermana.
- ¿Qué hacemos aquí Morgana? - Preguntó Meredith.
- Ya has disfrutado de la fiesta y la fiesta de ti, es hora de...bueno digamos que nuestra unión me deja sentir lo que tu sientes Mer, por ello le he avisado por ti para que viniese a recogerte - Respondió Morgana con dulzura.
- Entonces... ¿Puedes saber lo que siento y yo lo que sientes tu? - Meredith estaba desconcertada y maravillada por igual. - Espera ¿A quién le has dicho que venga a buscarme Morgana? - Preguntó sabiendo la respuesta.
Morgana tomó las manos de Meredith sin decir nada, en sus ojos se podía notar la sonrisa que ocultaba, seguidamente se acercó al oído de su amiga abrazándola, al principio con delicadeza y acto seguido estrechándola con más fuerza.
- Mer, me has dado algo que pensé que nunca podría tener...me has salvado de la soledad, gracias y ahora ve con él que por cierto ya está aquí - Comentó Morgana.
La enmascarada se separó unos centímetros de su amiga para apoyarse en la frente de Meredith sin deshacerse de la máscara, cerrando los ojos como si de esa manera, el vínculo entre ambas fuese más fuerte.
- Ya te lo explicaré con más tiempo, pero desde hoy ninguna de las dos volverá a estar sola, ahora somos Hermanas, incluso más que eso, una sola alma, si tu eres feliz yo lo seré, si tu entristeces yo estaré a tu lado y si tu sufres, yo partiré este mundo en dos si hace falta...- Terminó de decir Morgana.
- Morgan...eso es demasiado bonito para ser para mí, no merezco tanto...- Dijo Meredith antes de que Morgana la hiciese callar.
- No se trata de merecer, se trata de lo que somos ahora...las alas del mismo cuervo - Dijo Morgana.
Unos pasos llamaron la atención de ambas, unos firmes y sonoros por unas botas de alguien que se movía entre las tinieblas hasta mostrar un cabello blanco, los ojos marrones y una altura considerable, Morgana se separó entonces de Meredith sin soltar una de las manos de la chica. En cuanto Corvus se hizo visible del todo llegando hasta las chicas, Morgana asintió al chico y luego miró a su amiga pasando su mano derecha por el rostro de Mer para apartarle unos mechones como si estuviera preparándola para una cita.
- Más te vale cuidarla Corvus, ahora es mi Hermana de hierro...si la tratas mal, te romperé el cuello - Dijo Morgana dedicándole una mirada afilada al chico. - Disfrutad de esta noche juntos, ya está todo preparado Corvus - Terminó de comentar Morgana.
- ¡Morgana! - Meredith le llamó la atención en voz baja a su amiga.
- Tranquila, seré un caballero, lo prometo por mi honor - Respondió Corvus llevándose la mano al pecho.
En ese momento la enmascarada se marchó dejando a Meredith a solas con Corvus, quién se acercó a ella con una rosa blanca, la miró un instante a los ojos como si ambos pudieran ver el alma del otro a través de ellos, el corazón de Meredith latía con una fuerza debocada, Corvus le dedicó pro primera vez una sonrisa real, una procedente de su interior, mientras se acercaba más a ella acortando la distancia entre ambos para colocar aquella rosa en el cabello castaño de la chica quién al sentir el roce de las manos del chico cerró sus ojos disfrutando de ello y guardando en el recuerdo el calor que desprendían, la suavidad, lo que le hacía sentir.
ESTÁS LEYENDO
Desierto de Sombras
FantasyEn un mundo donde los seres humanos viven tranquilos, hay quien vela por ellos en secreto desde hace demasiado tiempo. Ellos son los clanes que guardan al mundo de aquellas pesadillas, sueños y fantasías que tan solo creemos que son cuentos para dor...