"No hay miedo lo suficientemente poderoso que pueda vencer un corazón noble."
La noche cerrada sobre el lugar mostrando sus faroles estrellados como acompañantes de una luna llena inmensa donde su pateada luz bañaba el camino adornado por la vegetación de un bosque sinuoso, por donde las almas en pena se las podía ver caminar como si buscasen la redención para su ascenso. La mirada del grupo de Corvus y también la de los del equipo de Meredith, estaban estupefactos por aquella visión de un lugar claramente condenado, sin llegar a entender como tantas almas habían quedado encerradas.Los pasos de cada grupo emitían un crujir leve al caminar por la tierra que formaba el sendero hasta la mansión que Morgana y Meredith habían llegado a ver en los falsos recuerdos de Corvus, sin embargo, aún dándose cuenta ambas que todo estaba siendo nuevo, a la par, era terriblemente parecido, como si los parches cosidos a la irrealidad que ellas presenciaron estuvieran cayendo y así, mostrando la realidad de lo que debieron ver.
- Mer ¿Te has dado cuenta verdad? - Preguntó Morgana a su amiga.
- Si, todo es diferente pero a su vez es...igual, la mansión, el camino...pero la noche es diferente, las almas no estaban y la llegada como tal nunca la llegamos a ver - Comentó Meredith algo confusa.
- ¿Qué queréis decir? - Preguntó con premura Gideon, quien ya comenzaba a dar claras muestras de nerviosismo.
- Nosotras nos colamos con ayuda de Paknar y rob en la sala prohibida de los recuerdos, allí vimos lo que ocurrió al grupo que lideraba tu hermano, aquella noche, Corvus, pues bien, cuando los maestres hablaron con nosotras nos dijeron que aquello era falso, que nada o parcialmente nada er real, que descubriésemos la verdad - Respondió Meredith.
- ¿Queréis decir que Corvus alteró sus recuerdos para esconder lo que hizo? Que estupidez ?Por qué haría eso si confesó haberlos matado a todos? - Dijo Gideon.
- ¿Seguro que lo confesó? ¿O solo era un niño en estado de shock que decía lo que su mente recordaba? Si alteró su mente tuvo que usar una gran cantidad de poder y energía, eso le dejaría desgatado hasta el punto de no saber lo que decía - Explicó Morgana.
- Es un asesino, lo sé, estoy absolutamente seguro de ello y ahora lo veréis.
Mientras discutían aquello, ambos grupos llegaron a la entrada de la mansión, Corvus entonces dio las órdenes, eran básicas, lógicas, de manual, algo que extrañó a Gideon pues eran las órdenes correctas para la incursión. Cuando todos se encontraron en el interior de la mansión vieron un lugar vacío pero esta vez, una presión ambiental era dueña y densa en la mansión, lo que provocó que todos se encontrasen algo turbados. El grupo de Corvus se separó entonces para buscar a los objetivos que debían ser salvados, Morgana ya conocía esta parte o por lo menos la que una vez vio, por ello decidió quedarse con Meredith. Orlok, Paknar y Alessandra siguieron a los de la derecha, mientras que Morgana, Meredith y Gideon fueron tras Corvus y Zoltan, que fueron por la izquierda, aquello fue lo mismo que ya ocurrió.
Todo comenzaba a ocurrir como ya se esperaban, con tranquilidad, la calma antes de la tormenta y en ese momento, Corvus y Zoltan llegaron hasta los pequeños que se encontraban escondidos en un mueble, ambos les cogieron en brazos y salieron de allí avisando al resto, sin embargo una sombra se hizo visible en mitad del pasillo por el cual debían cruzar los dos compañeros, ahí Mer se dio cuenta que algo no era igual. Gideon entregó al niño que sujetaba en brazos a Corvus.
- Vete, yo me encargo - Dijo Zoltan.
- No Zoltan, yo soy el líder, vete tu y yo le pararé - Replicó Corvus.
- Lo siento enano, pero te vas, ponles a salvo y marchaos, yo os seguiré cuando estéis a salvo, sabes que soy el más rápido del grupo, por eso te escogí como mi segundo, confiá en mi como por favor - Dijo Zoltan tratando de ganar la discusión.
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Desierto de Sombras
FantasiEn un mundo donde los seres humanos viven tranquilos, hay quien vela por ellos en secreto desde hace demasiado tiempo. Ellos son los clanes que guardan al mundo de aquellas pesadillas, sueños y fantasías que tan solo creemos que son cuentos para dor...