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"Quien daña a un animal por mero placer es la verdadera bestia que debería llevar cadenas y no el animal que vive en siguiendo el ciclo de la vida."

Después del entierro de los cuervos caídos, muchos guardaron el luto, unos pocos deberieron luchar contra lo que suponía aquello a su manera, de forma que pudiesen superarlo, pero Meredith, quién siempre era tremendamente positiva, se vio sola para superarlo, sufriendo en silencio una pena que le encogía el corazón como si una mano apretase con fuerza, por lo cual ella misma decidió que no entraría a ninguna facción hasta poder pasar página. Pasaba las noches buscando a Corvus, quien parecía tener más trabajo que nunca ya que siempre se encontraba de misión, quiso entablar más amistad con Rob pero este se habría marchado en un viaje secreto que tan solo los Maestres conocían, también quiso pedir ayuda a Morgana y Alessandra pero sintió lo que ocurría entre ambas y no quiso importunar, por lo que encontró una vía de escape en los libros.

Si bien era cierto que Meredith se había criado en el lado del velo de fantasía, realmente no conocía nada sobre ese mundo, debido a que pasó toda su infancia y parte de la adolescencia en un castillo encerrada, entre las celdas y la servidumbre hasta que pudo escapar. Mer se pasó el resto del mes metida en la biblioteca por las noches estudiando sobre los seres que habitaban el mundo de fantasía, por la mañana estudiaba sobre los tipos de poderes y magias que existían y por las tardes dormía una o dos horas, dependiendo de las pesadillas, cuando hubo agotado la información sobre el mundo fantástico, comenzó a estudiar sobre la historia, mitos y leyendas que rodeaban el mundo, también sobre personajes ilustres de la historia ya fuesen malvados o buenos, para seguir. Pero debido a esta situación casi no comía, solo se acordaba de beber agua y de milagro. Una noche Corvus volvió de su misión antes de lo esperado, sucio y ajado además de tener alguna que otra herida, cuando se encontró con Meredith que caminaba por los pasillos o mejor dicho, deambulaba por ellos tan ensimismada en ella misma que ni siquiera vio al chico, quien se extrañó y fue tras la chica.

- ¿Desde cuando pasas por mi lado y no me saludas pajarito? - Preguntó de una forma inocente Corvus.

Meredith en ese momento cambió la expresión de su rostro al escuchar la voz de Corvus, quizás aquello la consiguió sacar de su trance de aprendizaje extremo que estaba llevando, se giró hacia él dudando que verdaderamente fuese el peliblanco hasta que sus ojos se encontraron con los de él.

- ¿Co-Corvus? ¿De verdad eres tu? - Preguntó dubitativa Meredith.

- Claro que soy yo ¿Quién iba a ser si no? ¿Te encuentras bien? - Al ver el estado que presentaba Corvus se preocupó.

Meredith se tomó un momento para procesar toda la información que le había llegado de golpe después de un mes sintiéndose tremendamente sola, encerrada entre libros para poder pasar por un duelo o situación terriblemente dolorosa. Mer frunció el ceño y se acercó a él comenzar a golpearlo en el pecho con los puños cerrados.

- ¿Qué si estoy bien? ¿Qué si estoy bien te atreves a preguntar? Me dejaste sola pedazo de idiota, te fuiste y yo tuve que buscar una manera de pasar por algo tan doloroso, sola...¿Dónde has estado? No, no quiero saberlo ¿por qué me dejaste sola? Déjalo, no quiero escuchar tus excusas...que si estoy bien pregunta, eres idiota, un imbécil con la misma inteligencia emocional de una piedra llena de barro que pisan los caballos y...y...y por mi te puedes ir de nuevo, no quiero verte, estúpido - Reprochaba Meredith entre lágrimas.

Mientras la chica decía todo aquello para desahogarse, golpeaba casi sin fuerzas el pecho de Corvus, acercándola este con suavidad hasta él colocando sus manos en los hombros de ella y posteriormente pasándolos por la espalda de ella hasta abrazarla, acariciándole el cabello, sin decir nada pues él mismo se dio cuenta que dentro de su luto y ansias de venganza había descuidado a quien le hacía latir con fuerza el corazón.

Desierto de SombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora