Desierto de Sombras

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"Solo aquellos capaces de mirar más allá podrán encontrar las respuestas que tanto ansiaban"

Morgana se encontraba angustiada en la enfermería, de pie, escuchando como los pasos de dos personas se acercaban hasta el lugar. Al aparecer Corvus y Alessandra, ambos se encontraron con una Morgana prácticamente derrotada y no por el combate precisamente, la chica que de normal era alguien introvertida, ahora estaba de pie mirándoles sin decir nada, con sus manos juntas, temblorosas, mostrando lo aterrada que estaba. Corvus se quedó pálido, sentía como el aire no entraba en sus pulmones, el corazón latía a una velocidad vertiginosa y la adrenalina por el miedo dilataba sus pupilas. Alessandra se acercó unos pasos a Morgana sin llegar hasta ella, con una expresión incrédula, negando con la cabeza lentamente.

- No...dime que no es verdad...por favor Morgana dime que no es cierto - Se pronunció Corvus pidiendo que todo aquello fuese mentira.

- Yo...no llegué a tiempo...no...lo siento...- Dijo Morgana tratando de expresarse.

- No puedes...No puede ser...no no no...por favor no - Comenzó a decir Alessandra con nerviosismo.

Corvus sentía como todo su mundo se rompía, culpándose por no estar con ella para protegerla como le prometió, sentía su cuerpo cada vez más y más pesado perdiendo las fuerzas, su vista se emborronaba debido a que sus ojos comenzaron a ponerse vidriosos, sintiendo su aliento pesado hasta caer al suelo de rodillas, sin decir nada. Morgana se acercó a Corvus abrazándolo, Alessandra se encontraba abatida apoyándose sobre una cama cercana de observación, preguntándose el motivo por el cual era siempre Meredith quién terminaba malherida.

- Lo siento...Lo siento...no llegué a tiempo...es mi culpa - Dijo Morgana comenzando a llorar sobre el hombro de Corvus.

- No es tu culpa, es de quién le ha hecho esto, es de quién se atrevió a atacarla - Dijo Alessandra en aquel momento.

- Pero yo sentí su miedo, su dolor, su desesperación y llegué tarde...llegue tarde para ayudarla - Respondía Morgana sin dejar de llorar.

En aquel momento de la conversación un grupo de personas entraron a la enfermería, los Maestres, la Chica que la portaba en sus brazos, Rob, Paknar y Gideón con Zafinna, dejando claro que la preocupación de todo el Nido por Meredith era clara. Corvus seguía sin reaccionar, como si se hubiese perdido en su mente, en su propia desesperación o miedo, hasta que sus puños se cerraron con fuerza y su rostro se volvió inexpresivo.

- ¿Quién ha sido? ¿Dónde están? - Preguntó Corvus con una voz grave y sin mostrar sentimientos.

- No lo sé, iban enmascarados...- Contestó Morgana aún entre lloros sobre el hombro de su amigo.

- Acabamos de salir de la sala de operaciones, no os vamos a mentir, quién le hizo esto a la Señorita Meredith, le ha provocado daños significativos en su cuerpo -Comenzó a contar Einar.

- Si, sin embargo, esa chica es muy fuerte y sé que saldrá de esta, le hemos sacado los recuerdos de ese momento pero mi querida Morgana, necesitamos también los tuyos - Comentó con seriedad Andrómeda.

Gideón se acercó a Corvus al igual que Rob para ayudar a levantar a Corvus, Zafinna se acercó a Alessandra, ambas se abrazaron como si entre ellas no hubiese ningún problema, Zafinna acariciaba el cabello estrellado de Alessa mientras esta retenía sus ganas de romperse. Paknar ayudó a Morgana a levantarse mientras la chica asentía a las palabras de los Maestres dispuesta a lo que hiciera falta.

- Claro, pero...¿Podemos hacerlo aquí? - Pidió Morgana.

- ¿Estás segura? Como gustes - Respondió Einar.