10 -LA TABLET

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El Reflejo seguía esperando una llamada de Castle o de Lion, el Hombre Caído.

Tenía mucha curiosidad por Lion a causa de lo intenso que fue entrar en su sueño y verlo moverse. Sin embargo, había una barrera entre ambos y el Reflejo dudaba que su grito: «¡Estoy en el torreón! ¡Ven a buscarme!», hubiera funcionado, porque Lion no podía verlo ni oírlo. 

No podía entender cómo había conectado tan fácilmente con Lion, a través de un sueño. El Reflejo no soñaba, siempre era consciente de donde estaba y siempre recibía estímulos de todo lo que sucedía a su alrededor, aunque estuviera a varios metros y hubiera obstáculos como paredes o techos.

La experiencia de compartir el sueño de Lion a través de la tablet era un paso más allá, era poder ser consciente y participar en el intrigante mundo humano gracias a un objeto: la tablet

Hasta ahora no se había planteado tocar la tablet, porque estaba seguro de que el contacto la quemaría. Y quemarla era como cortar el cordón umbilical con los humanos sin estar listo para afrontar el mundo más allá del recinto de la mansión.

Sin embargo, tenía que atreverse a tocar la tablet.
Ahora creía saber cómo hacerlo gracias a la experiencia con la gran ave.
Todavía le fascinaba recordar cómo fue ese encuentro...

Durante las largas contemplaciones desde las ventanas de la mansión, el Reflejo llegó a ver un pájaro magnífico sobrevolar las montañas a gran altura. Lo siguió en todo su vuelo hasta perderlo de vista entre las nubes. 

Le pareció el ser vivo más inalcanzable que había visto, pero un día entró en la casa.

El Reflejo lo encontró posado en la silla del torreón, tan impávido ante su presencia, que pensó que no huía porque no podía verlo.

Pero el animal mantenía la mirada tan centrada en el Reflejo, que le hizo sentir que realmente podía verlo. Era difícil contener el impulso de acercarse y tocar aquel magnífico pájaro, pero el recuerdo del daño causado a la paloma lo frenó.

Sin embargo, el águila seguía atenta sin moverse como esperando que se decidiera. Entonces, el Reflejo se relajó. Y cuando consiguió estar completamente transparente, tocó la madera donde estaba posada el águila, y formó un apéndice que imitaba el color y la textura neutra de la madera.

Inmediatamente el ave saltó al brazo transparente.

Era la primera vez que otro ser vivo se mostraba tan amistoso y confiado. El primero que conseguía tocar.  Y por unos segundos, el Reflejo experimentó una calma desconocida que brotó de su mente y se expandió por todo su ser. Era una sensación de plenitud más profunda y sentida que viajar por la luz en los días que estuvo sujeto al marco de la ventana.

Poco después el ave fijó su mirada en un punto del cielo y alzó el vuelo. El Reflejo se quedó mirando cómo se elevaba sin esfuerzo. 

La paz que le produjo aquel encuentro se prolongó durante mucho tiempo.

El Reflejo, entendió que no todas las criaturas lo rechazarían, ni lo intimidarían como los humanos de Winterlander que lo mantenían siempre alerta al menor signo de asedio.


Se centró en el presente, el águila se había posado en su apéndice con total resolución, y eso es lo que tenía que hacer él.

Preparó un apéndice neutro y se acercó milímetro a milímetro. Pero la tablet, se encendió antes de llegar a tocarla. El Reflejo huyó a un rincón sin saber qué esperar, temiendo haberla estropeado. Pero enseguida se tranquilizó al ver que la tablet se mantenía encendida y llena de actividad. De hecho, cuando se asomó a la pantalla, pudo ver varias ventanas que se iban superponiendo y cerrando.

Segundos más tarde, el sistema operativo AVA lo saludó con el nombre de: Usuario Invitado.

Y poco después, el Reflejo pudo 'verse' como una gran lupa emitiendo reflejos iridiscentes.
Al reconocerse, cogió la tablet para verse bien... y entonces sintió la tablet como un espejo diferente, uno vivo y palpitante. Y de forma espontánea, como celebrando que ahora podía 'tocar', recorrió toda la mansión fluyendo a toda velocidad.

Tuvo que detenerse porque la tablet casi se le cae.
El Reflejo no tenía 'manos' que sujetaran bien. Pero se le ocurrió 'neutralizar' una parte más grande de su cuerpo y crear un hueco apropiado. Después incrustó la tablet, tal como una ventana se encaja en un marco.

De repente, la pantalla de la tablet se dividió en celdas-ventana. Cada ventana contenía la imagen de un lugar reconocible: el torreón, la escalera, el pasillo, la habitación de los espejos...

El Reflejo 'tocó' la ventana con la imagen del torreón, y AVA le mostró las etiquetas de cada elemento: Pared, techo, suelo, ventana, mesa, silla, reposapiés...
Al tocar sobre la etiqueta: mesa, AVA presentó la mesa como un objeto aislado con el título 'mesa' y con la voz de AVA diciendo 'mesa'.

El Reflejo captó el sentido inmediatamente, pero era incapaz de imitar 'la voz'.
Sin embargo, en su pensamiento la palabra se repetía y AVA pasó al siguiente objeto: 'silla', y en cuanto el Reflejo proyectaba su mente sobre la imagen de la palabra, AVA actuaba como si el Reflejo la hubiera pronunciado y pasaba al siguiente objeto: reposapiés, ventana, puerta, escalera...

Al cabo de unos minutos, el Reflejo había aprendido los nombres de todos los objetos de la mansión. Y en cuanto pensaba en ellos, AVA le mostraba automáticamente, la imagen, la palabra y la pronunciación.

El Reflejo, meditó en lo que podía conseguir con la tablet, mientras avanzaba por el largo pasillo.

Cuando llegó a la entrada de la mansión, por donde se fueron todos... el Reflejo se preguntó qué podría encontrar más allá del camino, de las montañas y del mar... más allá de Winterlander. 

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