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El parque estaba en su máximo esplendor veraniego. El sol brillaba intensamente en el cielo despejado, bañando todo con su luz dorada. Las hojas de los árboles, verdes y frondosas, susurraban suavemente con la brisa cálida, creando un murmullo constante y relajante. Los caminos de grava estaban salpicados de sombras danzantes mientras el viento movía las ramas.

El lago en el centro del parque reflejaba el cielo azul y las nubes esponjosas, creando un cuadro casi perfecto. El agua estaba tranquila, con solo unas pocas ondulaciones causadas por los patos que nadaban perezosamente, dejando estelas detrás de ellos. Algunas libélulas zumbaban sobre la superficie del agua, sus alas brillando como joyas al sol.

El aire estaba impregnado del aroma fresco del agua y el césped recién cortado, mezclado con el dulce perfume de las flores silvestres que crecían a lo largo de los senderos. Cerca de un pequeño jardín de rosas, el zumbido de las abejas era una canción constante, mientras iban de flor en flor recolectando néctar.

Ben había estado pensando en este momento durante semanas. Había decidido que hoy era el día. El parque estaba tranquilo, con el suave sonido de las hojas susurrando con la brisa. Había elegido este lugar porque sabía que te encantaba pasear por aquí. Tú estaba sentada en una banca cerca del lago, absorta en un libro. Ben respiró hondo y se acercó con paso decidido pero nervioso. Llevaba un pequeño ramo de flores silvestres que había recogido por el camino.

—Hola linda —dijo Ben, tratando de mantener su voz firme. Levantaste la vista del libro y le sonreíste, esa sonrisa solo hacía que el corazón de Ben se acelerara mas y mas a cada minuto.

—Hola, Ben. ¿Qué tal? —respondiste , cerrando el libro y poniéndolo a su lado. Ben se sentó junto a ti, sintiendo que sus manos comenzaban a sudar. Te acerco las flores que llevaba consigo, tratando de evitar sonrojarse antes de tiempo.

—Son para ti —dijo, sus palabras salieron más rápido de lo que había planeado.

Tomaste las flores, sorprendida y encantada. —¡Gracias! Son preciosas, pero ¿por qué...?— tu pregunta quedo al aire en cuanto levantaste la mirada hacia él encontrándote con sus ojos casi brillando por tantos sentimientos que lo abrumaban.

Ben tomó una profunda respiración. Era ahora o nunca. —Sabes hay algo que quiero decirte desde hace tiempo —Hizo una pausa, mirando directamente a tus ojos— Me gustas. Me gustas mucho mas de lo que puedo imaginar, desde que te conocí cambiaste totalmente mi mundo y todo lo que creía, fue gracias a ti que aprendí a confiar en mi mismo, no podría pensar estar con alguien mas que no sea contigo y si lo permitieras yo me quedaría contigo todo el tiempo que sea permitido porque cuando estas feliz irradias un brillo increíble del cual quiero ser testigo todos los días. Así que te quiero preguntar, ¿me permites tener el honor de ser tu novio?

Te quedaste en silencio durante unos segundos que parecieron eternos hasta que una sonrisa aprecio en tu rostro —Ben... —empezaste, sonriendo ampliamente— Yo nunca hubiera podido imaginar que el sentimiento que llevo guardando seria correspondido— dijiste ocasionando que Ben abriera los ojos asombrado— Claro que si!

Ben sintió que una enorme carga se levantaba de sus hombros. Tu sonrisa era la respuesta con la que había soñado cada noche mientras imaginaba este momento, acerco su mano a la tuya y las entrelazaron, haciendo que ambos se sonrojaran pero con los ojos brillando de emoción.

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Aviso que si me desaparezco un tiempo no es porque no vaya a continuar la historia, pero he tenido algo de problemas para escribir mas escenarios sin que suenen repetitivos, pero no se preocupen esta historia esta lejos de terminar. Espero que la sigan disfrutando tanto como yo. (❁ᴗˬᴗ)

♡ᴡɪᴛʜ ʏᴏᴜ...ɪɴ ᴀɴᴏᴛʜᴇʀ ʟɪғᴇ°࿐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora