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Era una tarde perfecta de primavera, con el cielo despejado y el sol brillando suavemente. El parque estaba lleno de flores recién florecidas, con colores vibrantes que alegraban el paisaje. Ben y tú habían llegado a un pequeño claro rodeado de árboles frondosos y flores silvestres.

Desplegaron una manta a cuadros sobre el césped verde y fresco. Ben sacó una canasta de picnic llena de delicias: sándwiches, ensalada de frutas, quesos variados y una botella de limonada casera. El aroma de las flores se mezclaba con el de la comida, creando una atmósfera perfecta.

Se sentaron juntos, disfrutando de cada bocado y de la conversación ligera. Los pájaros cantaban alegremente y una suave brisa hacía que las flores se mecieran de un lado a otro. Ben notó cómo tú cabello, suelto y ondulado, también se movía con la brisa, dándote un aire aún más encantador.

Después de comer, se recostaron juntos, mirando las nubes y hablando de sus sueños y planes futuros. La conversación fluía con facilidad, y las risas eran frecuentes. En un momento, te acercaste más a él, mirándolo a los ojos con una sonrisa juguetona.

—Te amo mucho, Ben— susurraste, y comenzaste a darle pequeños besos en las mejillas. Ben cerró los ojos, disfrutando de cada caricia. Tú continuaste besándolo suavemente, dejando un rastro de besos desde sus mejillas hasta su frente y finalmente en su nariz. Cada beso era una declaración de amor, y Ben sintió la felicidad recorrerlo de pies a cabeza.

Cuando abrió los ojos, vio tu cara iluminada por una risa contenida. Sacaste un espejo pequeño de su bolso y se lo mostraste a Ben. Su rostro estaba cubierto de marcas de lápiz labial en forma de besos. Ambos estallaron en carcajadas.

—Bueno, al menos así todos sabrán cuánto te amo— dijo ella entre risas, mientras Ben, aún sonriendo, la acercó para un abrazo más cercano y un beso en los labios.

Durante un segundo no captaste lo que estaba pasando hasta que tu cerebro reacciono y le devolviste el beso suavemente. Notaste como llevaba una de sus manos hacia tu cabello y lo acariciaba ligeramente, sentías como sus labios encajaban perfectamente con los tuyos dejando leves mordidas en ellos haciéndote sonrojar, estuvieron así juntos durante lo que te parecieron horas aunque en realidad fueron minutos.

Al separarse ambos sonrieron cómplices y no se despegaron hasta que viste como la cara de Ben se iluminaba recordando algo, se acerco hacia donde había dejado su mochila, sin soltarte, y de ahí saco una pequeña caja—Tengo algo para ti— dijo, entregándotela.

Tú la abriste, encontrando una pulsera delicada con un colgante en forma de flor—Es preciosa, Ben. Gracias— dijiste emocionada, y le regalaste un beso en la mejilla.

La tarde continuó con risas, juegos y conversaciones profundas. A medida que el sol comenzaba a ponerse, pintando el cielo de tonos rosados y anaranjados, Ben y tú se abrazaron, sintiéndose agradecidos por ese momento perfecto juntos.

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Bendito sea Pinterest porque de ahí saco la mayoría de mis escenarios.

♡ᴡɪᴛʜ ʏᴏᴜ...ɪɴ ᴀɴᴏᴛʜᴇʀ ʟɪғᴇ°࿐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora