♡ᴡɪᴛʜ ʏᴏᴜ...ɪɴ ᴀɴᴏᴛʜᴇʀ ʟɪғᴇ°࿐

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Escenario inspirado en Romeo y Julieta. Notita: Aquí si tienen un nombre en específico que es Julieta, porque se va a estar mencionando.

Daniel Paterok-love story

Verona, una ciudad antigua y majestuosa, se alza entre colinas verdes y un río que serpentea como una cinta de plata bajo el cielo estrellado. Las murallas medievales, con sus torres almenadas, rodeaban la ciudad como un abrazo protector, aunque en su interior el odio y las rivalidades hierven justo bajo la superficie. El aire estaba impregnado del aroma de las rosas y del incienso de la catedral, mezclándose con el amargo resentimiento que dividía la ciudad. Pues entre la majestuosa ciudad vivían dos familias rivales, los Montesco y los Capuleto, dominaban la vida social y política con su interminable odio.

Las calles de Verona están adoquinadas, llenas de historia, donde cada piedra parece susurrar secretos de siglos pasados. Las casas de las familias más ricas, como los Montesco y los Capuleto, se elevan imponentes, con fachadas de piedra y ventanas enmarcadas en arcos góticos. En cada esquina hay pequeñas plazas adornadas con fuentes que murmuran constantemente, como si intentaran apaciguar las tensiones que recorren la ciudad.

Por la noche, Verona se transformaba en un lugar de misterio y encanto. Las luces de las antorchas y los faroles iluminan las estrechas calles, proyectando sombras danzantes sobre las paredes de piedra. El río Adigio, que atraviesa la ciudad, refleja las luces parpadeantes, creando un camino de luz que parece guiar a los amantes hacia su destino. Los puentes que cruzan el río son testigos silenciosos de los encuentros secretos y las promesas susurradas bajo el cielo nocturno.

Los jardines y patios de las casas nobles están llenos de vegetación exuberante, con árboles de naranjos y limoneros que llenan el aire con su fragancia. En los rincones más apartados, las enredaderas de jazmín trepan por los muros, y las rosas florecen, desafiando las espinas que también guardan.

Ben Montesco, un joven de porte noble y corazón apasionado, paseaba una noche por las calles adoquinadas de Verona. La luna llena brillaba sobre el río Adigio, sus aguas reflejaban la sombra de los balcones y las torres de la ciudad. Movido por una inquietud que no comprendía del todo, Ben se aventuró a la plaza central, donde se celebraba un baile enmascarado en la residencia de los Capuleto.

Los ecos de la música del baile se mezclan con el murmullo del río, mientras las estrellas parecían brillar solo para ellos. La música de laúd y violines llenaba el aire mientras las risas y los murmullos de los asistentes resonaban bajo las arcadas. Ben, con su rostro parcialmente oculto tras una máscara de plata, se mezcló entre la multitud, consciente del peligro que corría al estar en territorio enemigo. Pero algo más fuerte que el miedo lo guiaba.

Tras un rato de estar recorriendo el lugar la vio. Al otro lado del salón, bajo la tenue luz de las velas, una joven de belleza etérea capturó su mirada. Tu cabello oscuro caía en suaves ondas sobre tus hombros, y tus ojos, brillantes y llenos de misterio, parecían guardar los secretos de la noche. Era la hija de los Capuleto, una joven llamada Julieta.

A pesar del odio que separaba a sus familias, el corazón de Ben latió con fuerza, reconociendo en ti a algo mas que una mera rival, aunque en realidad no solo eras la hija del enemigo de su padre, no de él. La música se desvaneció en el fondo mientras sus miradas se encontraban y el mundo alrededor desaparecía, dejándolos a ellos solos en un instante que parecía magia.

Sentiste que el aire se te escapaba por un momento, no lo entendías muy bien, pero esa sensación jamas la habías sentido, sabías quien era él, pero en ese momento ni su apellido ni su sangre te importo. Te acercaste lentamente, sin desconectar tu mirada de la suya, él imito tu acción y no fue hasta que estuvieron frente a frente que un escalofrió te recorrió la espalda, pero no era por la brisa de la noche.