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La noche envolvía la selva en un manto de oscuridad y misterio. Los sonidos de los dinosaurios que se preparaban para dormir, así como el de el viento anunciando la llegada de la noche. Bajo la protección de un imponente árbol de ramas extensas y raíces nudosas que parecían haber visto siglos pasar, Ben y tú se sentaron en un claro iluminado tenuemente por la luz de la luna que se filtraba entre las hojas. El susurro de las hojas y el canto lejano de los insectos nocturnos componían una sinfonía natural que acompañaba sus palabras.

Ben, con los ojos fijos en el cielo estrellado, habló en voz baja, casi como si estuviera compartiendo un secreto con la misma noche.— ¿Recuerdas la primera vez que nos vimos en el muelle?— preguntó, una sonrisa suave asomando en sus labios.

Asentiste, con tus ojos brillando con la misma luz plateada que bañaba la selva.— Claro que sí. Estabas mareado después del viaje en bote.— dijiste con una leve risa, recordando como era en ese momento— Aunque, cuando me miraste, parecía que se te había ido el aire en ese momento, era como si estuvieras esperando algo... o a alguien.

Ben rió suavemente, su mirada ahora enfocada en ti.— Lo estaba.— dijo volteando a mirarte, quedando frente a frente— Yo te vi en mis sueños, te encontré ahí por primera vez, estábamos tomados de la mano— dijo agarrando suavemente tu mano derecha y uniéndola con la suya— íbamos corriendo por la selva, tu sonrisa era preciosa.— dijo recordando ese sentimiento de ya haberte conocido antes— Al despertar no recordaba tu rostro pero sentía una sensación cálida en mi pecho, y cuando te vi en el muelle al llegar lo supe, supe que eras tu la que veía siempre cada noche.

Tú lo miraste sorprendida, recordando como pensaste en él muchas veces antes de que su encuentro se suscitara, el simple sentimiento de estar con él era lo que te había llevado a estar ahí. "Yo pensé en ti cada noche antes de poder estar contigo", pensaste para tus adentros.

Te acercaste mas a él, escuchando el constante palpitar de su corazón, te inclinaste levemente hacia él quedando tu cabeza apoyada en su hombro y la suya sobre tú cabeza. Casi abrazados uniéndose por sus manos entrelazadas.

El viento nocturno sopló suavemente, haciendo crujir las hojas del gran árbol, como si la selva misma estuviera escuchando su historia. En ese momento, ambos comprendieron que su encuentro no había sido una mera coincidencia, sino parte de un destino escrito en las estrellas.




Perdón si es tan cortito, estoy trabajando en capítulos mas largos, tengan paciencia. Espero que estén disfrutando de esta bella historia.

♡ᴡɪᴛʜ ʏᴏᴜ...ɪɴ ᴀɴᴏᴛʜᴇʀ ʟɪғᴇ°࿐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora