♡ᴡɪᴛʜ ʏᴏᴜ...ɪɴ ᴀɴᴏᴛʜᴇʀ ʟɪғᴇ°࿐

ᰔ

Parte 3 Final

Die With A Smile- Lady Gaga, Bruno Mars

El día de la cita llegó más rápido de lo que ambos esperaban. Ambos habían estado muy nerviosos durante toda la semana, y solo anhelabas que todo saliera bien.

Habías tardado algunas horas en decidir que ponerte, pero al final te decidiste por un vestido estilo veraniego, con un estampado floral de pequeñas flores rosadas y hojas verdes distribuidas sobre un fondo blanco. Tenía un corto romántico, con tirantes delgados y una parte superior ajustada que resaltaba tu figura similar a un corsé suave pero sin hacerte sentir sofocada. La falda larga se extendía por tus piernas fluyendo de manera natural dándote una sensación de libertad.

Te miraste nuevamente dudosa en el espejo, dejaste tu cabello suelto con algunas ondas sin ningún adorno. No acostumbrabas a usar tanto maquillaje pero esta vez tu rostro era decorado con un discreto maquillaje que resaltaba tus ojos y tus labios.

Decidiste respirar para tranquilizar a tu agitado corazón, aunque claramente ansioso por la salida, tenías miedo de cometer algún error pero al recordar su sonrisa suave, tus dudas se disiparon junto al aire fresco que corría.

"Todo saldrá bien... Solo hay que relajarnos, si él nos invito es porque le gustamos por quienes somos" Te diste ánimos antes de escuchar como tocaban el timbre haciéndote salir de tus pensamientos e ir casi corriendo a abrir, aunque era obvio quien estaba esperándote.

—Hola —dijo de manera nerviosa sosteniendo un ramo de lilis blancas y rosadas, lo cual te sorprendió pero rápidamente sonreíste gustosa por el detalle —Creo que llegue algo temprano, yo quise traerte estas flores, una vez mencionaste que te agradaban —dijo entregándote el ramo llegando a rozarse los dedos ligeramente.

—Gracias Ben, se ven preciosas —dijiste mientras olías el perfume que desprendían, le habías mencionado ese detalle una sola vez cuando te acompaño de regreso a casa cuando te quedaste un poco mas de lo esperado en la universidad y se hizo de noche, sonreíste ante tal recuerdo mientras las colocabas en un jarrón cercano, regresando las prepararías para que duraran mas tiempo.

—¿Vamos? —pregunto

—Por supuesto

Ambos caminaron fuera del edificio, en camino hacia el cine de la ciudad, no era tan lejos así que podrían ir caminando sin problemas, aunque en su recorrido sus manos se rozaron accidentalmente varias veces, haciendo que un sonrojo apareciera en ambos, hasta que finalmente, con un gesto tímido, Ben entrelazó sus dedos con los tuyos.

La película que eligieron era una comedia romántica, perfecta para una primera cita, y durante toda la función, ninguno de los dos pudo evitar lanzar miradas furtivas al otro, sonriendo cada vez que sus ojos se encontraban. No podías evitar sentirte tan feliz en ese momento y aun mas cuando entre escenas buscaba tu mano para entrelazarlas y sentir el calor del otro.

Después de la película, Ben te llevó a un pequeño restaurante italiano que había descubierto hacia tiempo. El lugar tenía un ambiente acogedor, con luces tenues y velas en cada mesa que creaban un resplandor cálido y romántico. El aroma a hierbas frescas y pan recién horneado llenaba el aire, haciendo que ambos se sintieran inmediatamente a gusto.

Mientras esperaban su comida, la conversación fluyó naturalmente.

—¿Recuerdas cuando intenté hacer pasta desde cero? —dijo Ben, riendo mientras recordaba—. Terminé con harina hasta en las orejas y la masa pegada al techo. Creo que aún hay restos en mi cocina.

Soltaste una carcajada antes de responder. —Oh, eso suena a todo un espectáculo. Pero hey, al menos lo intentaste. Yo una vez quemé el agua para hacer té, así que estamos a mano.

—¿Cómo es posible quemar el agua? —preguntó Ben, intrigado y divertido.

—Puse la tetera y me distraje editando fotos. Cuando volví, el agua se había evaporado y la tetera estaba al rojo vivo. Desde entonces, uso alarmas para todo lo que cocino.

Ben sonrió, fascinado. —Hablando de fotos, vi algunas de tus trabajos en la exposición del campus. Esa serie sobre luces y sombras en la arquitectura urbana era impresionante. ¿Cómo logras capturar esos contrastes tan vívidos?

Tus ojos se iluminaron al hablar de tu pasión. —Es todo cuestión de timing y paciencia. Me gusta esperar el momento exacto en que la luz crea esas formas únicas. A veces paso horas en un solo lugar, observando cómo cambia la iluminación.

—Eso explica por qué tus fotos parecen contar una historia. Es como si capturaras el alma de los edificios —comentó Ben, genuinamente impresionado.

—Gracias, eso es exactamente lo que intento hacer. Para mí, la fotografía es una forma de arte que permite congelar un momento y darle un significado más profundo —explicaste, sintiendo una conexión aún más fuerte con Ben al compartir tu pasión.

La cena fue deliciosa, pero lo que realmente destacó fue la conexión que sentían. Cada vez que sus miradas se cruzaban, parecía que el mundo a su alrededor se desvanecía. Ben no podía dejar de admirar cómo la luz de las velas iluminaba tu rostro, resaltando el brillo de tus ojos y la suavidad de tu sonrisa.

Después de la cena, decidieron dar un paseo por un parque cercano. La noche era fresca y clara, con estrellas salpicando el cielo oscuro. Caminaron lado a lado, sus manos volvieron a entrelazarse como si fuera un acto tan normal.

Se detuvieron cerca de una fuente iluminada, el suave murmullo del agua creaba una atmósfera casi mágica. Ben se volvió hacia ti, sus ojos llenos de una mezcla de nerviosismo y determinación. Fue en ese momento cuando él comenzó a hablar, su voz era suave pero sincera.

—Sabes, nunca fui fanático de los postres, hasta que comí los tuyos, cada uno de ellos era tan diferente y delicioso, me hacían sentir en casa

—Me alegra que te hayan gustado, fuiste la primera persona que los probo de hecho —revelaste entre sonrisas —Ademas de mi familia nadie mas había probado lo que cocinaba

Ben sonrió ante eso, las luces cercanas iluminaban su rostro que parecía que estabas en un sueño. Tomo un poco de aire antes de volver a hablar.

—No fue tanta coincidencia que nos encontráramos, ya te conocía de antes —dijo haciendo una pequeña pausa —Durante el curso de inducción te vi, me pareciste hermosa en todos los sentidos, pero íbamos en edificios diferentes, a duras penas nos cruzábamos excepto por una clase, así que cada que hablabas o escuchaba algo de ti, siempre ponía atención. Y así es como termine mudándome cerca de ti

—Yo... wow, no sé qué decir —respondiste, sintiendo cómo el calor subía a tus mejillas. La confesión de Ben te había tomado por sorpresa, pero al mismo tiempo, hizo que tu corazón latiera más rápido—. Nunca imaginé que hubieras notado mi existencia desde hace tanto tiempo.

Ben sonrió tímidamente, acercándose un poco más a ti. —Cada día que pasaba, me convencía más de que eras alguien especial. Y ahora, estando aquí contigo, sé que no me equivoqué.

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Algo retrasado lo se, pero no significa que dejare de escribir. Espero sigan disfrutando de los escenarios. ♡