♡ᴡɪᴛʜ ʏᴏᴜ...ɪɴ ᴀɴᴏᴛʜᴇʀ ʟɪғᴇ°࿐

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Escenario basado en Twisted Lies

Parte 4

Fueron pasando las semanas, y aunque tus nervios nunca desaparecieron por completo, algo extraño ocurrió. Entre las "prácticas" y los encuentros planeados, comenzaste a notar detalles en Ben que antes habías ignorado. Su sentido del humor, aunque mordaz, era más cálido de lo que esperabas. Y cuando no estaba intentando provocarte, podía ser sorprendentemente atento.

Por otro lado, tú misma habías dejado caer algunas barreras, permitiéndote compartir aspectos de tu vida que jamás imaginaste contarle. Algunos pequeños detalles o gustos que tenias, pero no tenias idea de que te pusiera especial atención y los recordara, y te sorprendiste aun mas cuando lo encontrabas mirándote silenciosamente, pero no con el semblante serio que solía tener sino con uno en el que su mirada se suavizaba y por un momento sospechabas que le devolvías la misma mirada.

La "discusión pública" que Ben había mencionado ocurrió casi sin planearlo, cuando ambos decidieron simular una pelea para despistar a los pretenciosos medios de comunicación que tanto comenzaron a seguirlos desde que aparecieron por primera vez como pareja en una gala. Fue durante un evento de caridad que se realizaba en un museo reconocido.

Te encontrabas conversando con alguien del evento cuando Ben apareció, su postura era relajada pero con una mirada que sugería una mezcla de exasperación y desafío. Antes de que pudieras saludarlo, él soltó en un tono lo suficientemente alto para que otros lo escucharan: —¿Vas a seguir pretendiendo que todo está bien o vamos a hablar de esto de una vez?

Te giraste hacia él, tus ojos se entrecerraron automáticamente. No era la primera vez que hacía un comentario público fuera de lugar. —¿Hablar de qué, Ben? Si tienes algo que decir, dilo.

Él se cruzó de brazos, con una actitud que parecía desafiarte a negar lo evidente. —Sabes perfectamente a qué me refiero. Siempre haces lo mismo: evitas los problemas como si ignorarlos los resolviera.

Algunas personas a tu alrededor comenzaron a observar más atentamente, y podías sentir las miradas clavándose como agujas. No sabías si era el calor de la situación o el hecho de que Ben estaba actuando demasiado bien, pero sentiste que la sangre te hervía. Decidiste entrar en el juego definitivamentey7ud.

—¿Evitar los problemas? —repetiste con un leve tono de incredulidad, dando un paso hacia él. Tu expresión reflejaba una mezcla de enojo y orgullo herido—. ¿De verdad? Porque yo no recuerdo haber evitado nada cuando tú decidiste desaparecer durante tres días sin decir una sola palabra.

La sala quedó en un silencio incómodo mientras Ben se inclinaba ligeramente hacia ti, sus ojos brillando con una intensidad que no esperabas. —¿Y qué esperabas? —replicó, su voz un poco más baja pero lo suficientemente clara para que los curiosos siguieran el drama—. Que me quedara aquí como un idiota mientras tú decides cuándo y cómo incluirme en tu vida.

Respiraste hondo, fingiendo recuperar la calma. Miraste a tu alrededor, como si quisieras recordarle a Ben que estaban en público. Luego, con un tono más controlado pero igualmente afilado, sentenciaste: —Quizás deberíamos reconsiderar por qué estamos haciendo esto en primer lugar.

Ben pareció congelarse un segundo, pero en lugar de responderte, giró la cabeza hacia otro lado, como si estuviera reflexionando. Sin embargo, al cabo de unos segundos, susurró lo suficientemente alto para que solo tú lo escucharas: —Esto se nos da demasiado bien. ¿Segura que nunca has tomado clases de actuación?

La furia fingida en tu rostro se transformó en una mezcla de incredulidad y ganas de reír. Aunque rápidamente lo disimulaste, inclinándote hacia él para murmurar entre dientes: —Cállate antes de que arruines el show.

Los espectadores, convencidos de la veracidad de su espectáculo, comenzaron a susurrar entre ellos mientras tú te alejabas dramáticamente de Ben, dándole el toque final a la escena.

Ben te sujetó suavemente del brazo después del supuesto altercado y, te llevo a una zona mas apartada del evento, dejando a varios curiosos detrás de el.

...

Con cada interacción, la línea entre lo falso y lo real se volvía más borrosa. Y justo cuando comenzabas a preguntarte si todo esto era solo parte de un juego para él, Ben hizo algo inesperado.

Habían asistido a otro evento, esta vez en uno cercano a las costas, donde el aire húmedo parecía no bajar y la mayoría de las personas se concentraban en las platicas vacías. Estabas agotada de mantener la sonrisa perfecta y responder preguntas triviales, cuando Ben se inclinó hacia ti y susurró: —¿Quieres escapar?

Lo miraste, confundida. —¿Escapar?

Él asintió, señalando discretamente una salida lateral. —Cinco minutos de libertad. Te lo prometo.

No supiste por qué, pero asentiste. Antes de darte cuenta, estabas caminando junto a él por un apartado algo oscuro para perder tu sombra pero no para no saber por donde caminabas, Ben te guiaba con sus manos entrelazadas, un acto que en su momento te hubiera parecido extraño ahora te era familiar.

Al llegar a una parte de la costa, y sentir la arena bajo tus tacones, decidiste quitártelos para tener esa sensación de libertad.

—¿Por qué haces esto? —preguntaste finalmente, rompiendo el silencio.

Ben se giro hacia ti con una expresión que no habías visto antes. Parecía... vulnerable, pero no en el mal sentido. —Porque me importa.

Tu corazón dio un vuelco. No podías determinar si lo decía en serio o si solo era parte del espectáculo. Pero antes de que pudieras responder, él continuó: —Lo que empezó como un acuerdo... ya no se siente como algo que tengo que hacer.

El tono en su voz, la manera en que te miraba, todo en ese momento era diferente. Sentiste que algo dentro de ti se desmoronaba. —¿Qué estás diciendo, Ben?

Él esbozó una leve sonrisa. —Que ya no sé si quiero que esto sea falso.

Las palabras quedaron flotando entre ustedes, cargadas de una intensidad que no habías anticipado. Pero en lugar de responder, simplemente diste un paso adelante, acortando la distancia. Llevando tus manos a su rostro para acercarlo a ti y plantarle un beso cargado de necesidad.

Y en ese instante, supiste que todo había cambiado. Lo falso ya no era suficiente.

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Un poquito mas para que esto se acabe, pero estoy muy emocionada por lo que se viene sisis.