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En una tarde cálida y tranquila Ben y tu se embarcaron en un pequeño bote para disfrutar de un paseo en el lago, que se encontraba escondido en un rincón apartado del mundo, como un secreto bien guardado entre los densos árboles del bosque. Las aguas eran tan claras que reflejaban el cielo con una nitidez perfecta, creando un espejo natural donde las nubes y las copas de los árboles se mezclaban en una danza serena. Las orillas del lago estaban bordeadas por una fina franja de hierba alta y flores silvestres, cuyas fragancias dulces se mezclaban con el aire fresco del atardecer.

Alrededor del lago, los árboles se alzaban imponentes, sus ramas cargadas de enredaderas que caían como cortinas verdes, creando un ambiente de intimidad y misterio. Algunas enredaderas se mecían suavemente con la brisa, rozando la superficie del agua y dibujando ondulaciones que se extendían lentamente. Entre las ramas y los arbustos, se podían ver destellos de colores vibrantes de las flores que florecían en rincones ocultos, aportando toques de rojo, morado y amarillo al paisaje verde.

A medida que el sol descendía en el horizonte, su luz dorada bañaba todo el lugar con un resplandor cálido y acogedor. Las sombras alargadas de los árboles se estiraban sobre el agua, creando patrones intrincados que parecían moverse al compás de la naturaleza. Las luciérnagas emergían con el crepúsculo, iluminando el aire con su tenue brillo, mientras el canto lejano de los grillos y el croar de las ranas componían una melodía tranquila.

El lago parecía un espejo, reflejando la imagen de ambos. Las luciérnagas empezaban a aparecer, iluminando el aire con su tenue resplandor. Ben sonrió, tratando de romper el silencio nervioso.

—Es hermoso aquí, ¿verdad? — murmuró. Tú asentiste, sin apartar los ojos de los suyos, sintiendo que el momento se volvía más íntimo con cada segundo.

Aunque no podías evitar sentirte nerviosa, como si una tensión se creaba entre ustedes, llevándolos a cruzar miradas a cada momento para sonrojarse y soltar risas para aliviar el momento.

—¿Como encontraste este lugar? —preguntaste curiosa.

—En un paseo lo había visto pero no acercado como tal —dijo mientras se asentaban poco a poco mas cerca de donde se alzaba un enorme sauce que se veía majestuoso, a pesar de la oscuridad que entro junto a la luna —Ademas había leído sobre el, pero como es algo alejado y solo te rentan los botes no muchas personas lo conocen.

—Entiendo —dijiste admirando la flora que se alzaba, aspirando el perfume a tu alrededor —A veces pienso que tienes un don para encontrar lugares así

—Para nada, simplemente los encuentro por casualidad —dijo riendo.

—Bueno son hermosos, como si fueran...

—Mágicos —termino por ti, haciendo que tus ojos brillaran, siendo aun mas visible por la luna sobre ustedes —Tus ojos igual se ven preciosos cuando estas así

—¿Así como? —preguntaste algo sonrojada.

—Cuando brillan, es como si sonrieras, pero también con la luz de la luna se ven como estrellas en ellos. Aparecen cada vez que hablas de algo que te gusta, cuando no puedes contener tu emoción o simplemente estas en paz admirando a tu alrededor —describió provocando un mar de emociones en tu interior que te llevaron a sonreírle con ternura.

—¿Cómo es que siempre me logras sacar una sonrisa cuando haces eso?

—¿Hacer que princesa? —pregunto divertido, mientras te regresaba la mirada.

—Me pones nerviosa cuando dices eso, pero al mismo tiempo haces que me enamore un poco mas cada día de ti —revelaste, tratando de sonar segura aunque tus mejillas declaraban como todo tu sistema se hallaba perdido.

Pudiste notar como lo dislocabas durante unos segundos, haciendo que ahora fuera su rostro el que tonaba de color carmín, detalle que te pareció sumamente tierno, aun mas cuando hablo de nuevo —Esa era mi linea, y ¿ahora como se supone que voy a remar? Vas a hacerme desfallecer de amor

—Por favor no, quisiera al menos salir del lago antes de que te desmayes —dijiste divertida mientras lo admirabas, retiro su mano, que anteriormente tenia sobre su rostro para "ocultar" su sonrojo aunque claro esta que era evidente, llevándola ahora hacia tu mejilla izquierda.

—Puede que sepas como ponerme nervioso bonita, aunque no es para menos, cada vez que estoy a tu lado, no puedo controlarme y mi corazón parece que va a salirse.

—Eso es una buena señal, ¿no? —preguntaste disfrutando de su toque.

—Créeme que si

En un pequeño movimiento el bote giró suavemente y los acercó un poco más, sus rodillas se rozaron por un instante, pero no las apartaron. Sus corazones latían al mismo ritmo, acelerados y expectantes.

Ben, sintiendo la tensión del momento, comenzó a inclinarse lentamente hacia adelante. Quedando cada vez mas y mas cerca de ti. Llegando a fundirse en un suave toque, a pesar de ser algo superficial que no fue mas allá, causo en ti miles de destellos que casi podías percibir a pesar de que tenias los ojos cerrados.

Cuando se separaron, creíste ver como ahora era él quien tenia un brillo en los ojos, pero decidiste guardar ese detalle en tu memoria, así como el momento en el que tomo tu mano y las entrelazo, juraste que la conexión entre ustedes se había fortalecido mucho mas. Aunque en cada cita sentías lo mismo, no dejabas de adorar esa sensación.

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♡ᴡɪᴛʜ ʏᴏᴜ...ɪɴ ᴀɴᴏᴛʜᴇʀ ʟɪғᴇ°࿐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora