♡ᴡɪᴛʜ ʏᴏᴜ...ɪɴ ᴀɴᴏᴛʜᴇʀ ʟɪғᴇ°࿐

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Parte 3

Durante cada noche que pasaba se iban haciendo mas cercanos, platicando sobre sus vidas y sueños así como de sus miedos e inseguridades.

Cada pequeño o gran detalle de Ben te colmaba de dicha el corazón, algunas noches te llevaba ramos de tus flores favoritas, otras deliciosos postres que deleitaban tu paladar y ablandaban tu corazón.

Cada paso y cada acercamiento era planeado cuidadosamente por él, esforzándose día con día y pronto se encontró a si mismo perdidamente enamorado de ti, pensaba en ti todas las mañanas y tardes antes de verte, en tu sonrisa y tus ojos brillantes bajo el claro de la luna, en tu gracia cuando bailabas y cada pequeña cosa de ti. Lo tenias cautivado.

Una noche antes del baile Ben te visito como de costumbre, aunque esta vez llevaba consigo un regalo muy especial. Bajo de su caballo dándole unas palmaditas para que descansara y se acerco hasta donde lo esperabas pacientemente.

—Ben, hola

—H-hola —dijo algo nervioso

Notaste ese nerviosismo en su voz y preocupada preguntaste— ¿Te encuentras bien?

Él noto que se había delatado un poco, pero esa noche había decidido que sería la noche —Si, mejor que bien en realidad, solo... tengo una sorpresa para ti —dijo sentándose a tu lado, saco una pequeña caja adornada con un listón de seda y te lo entrego.

Abriste el misterioso regalo con curiosidad, abriendo los ojos con sorpresa al encontrarte con un hermoso collar con un colgante de corazón con una figura de un cisne en el centro de este.—Ben... esto es

Él respiro profundamente, tomando confianza antes de hablar—Quise traerte esto porque hay algo que quiero decirte, y no quiero que pienses que es por la ayuda a el hechizo ni nada de eso, desde hace algunos días pude darme cuenta y no quise tardar en expresártelo. Yo me termine enamorando de ti —confesó —Me enamore de ti, cada noche que pasaba conociéndote y escucharte hablar me enamoraba de tu voz y tus expresiones, no quise ayudarte solo porque me parecieras hermosa sino porque de verdad quería hacerlo, no podía dejar de pensar en tu sonrisa y en los preciosos hoyuelos que se te forman cuando lo haces, tu simple presencia ilumino mi vida y ahora siento que fuiste tú la que me hechizaste. Por eso te entrego este collar como una promesa de que incluso después de que te libere del hechizo me mantendré a tu lado y dedicaré mi vida a estar junto a ti.

Te quedaste perpleja ante lo que acababa de decir, pero no podías dejar de mirarlo a los ojos, oías el constante retumbar de tú corazón y sentías tus mejillas rojas por lo que acababa de decir. Agarraste coraje y te acercaste aún mas a él, quedando casi pegados uno junto al otro, tomaste el collar entre tus manos y él te ayudo a colocártelo. Aun después de hacerlo se quedo cerca de tu rostro, admirando cada facción tuya con detenimiento, llevo una de sus manos hacia tu mejilla para acercarte a él y depositar un suave beso allí mandando una corriente eléctrica por todo tu cuerpo, cerraste los ojos embriagada pero no lo dejaste separarse mucho tiempo porque lo tomaste también de su mejilla y lo aproximaste hacia tus labios.

El contacto no se hizo esperar, ambos labios se fusionaron dejándose llevar por las emociones a flor de piel que sentían. El mundo pareció detenerse, dejando solo la sensación de sus labios unidos y el calor que se extendía desde el punto de unión.

El beso se prolongó, siendo profundo y sincero, sus manos libres se habían entrelazado hacia ya un rato expresando con ello todos aquellos sentimientos difíciles de explicar con palabras. Cuando finalmente se separaron, ambos abrieron los ojos lentamente, sus respiraciones entrecortadas y sus corazones desbocados se escuchaban perfectamente.