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Aclaración!! Este escenario se ubica en la isla Nublar pero no estoy muy segura si la flora como tal es de un bosque o una selva. Para mayor comodidad, en este diremos que es una selva. Pronto sabrán por qué. Sin más, disfruten.

El sol apenas asomaba entre las densas copas de los árboles, proyectando sombras danzantes sobre el suelo de la selva. La humedad en el aire era palpable, y el sonido de la fauna local se mezclaba con el rumor constante de la cascada cercana. El agua cristalina caía en múltiples niveles, creando una sinfonía natural que llenaba el ambiente. A medida que te acercabas, el rocío de la cascada refrescaba tu rostro, y el aroma a tierra mojada y vegetación te envolvía, transportándote a un mundo donde la naturaleza era la protagonista.

De pronto, cerca de donde caía el agua, notaste unas bellas flores de hibiscos rosas. Sus pétalos eran amplios y suaves, con un color rosa vibrante que destacaba entre el verde de la selva. El centro de cada flor presentaba un tono más oscuro, casi rojo, que se desvanecía gradualmente hacia los bordes. Las flores parecían brillar bajo la luz del sol, y su delicado aroma dulce llenaba el aire, añadiendo una capa más de encanto a la escena.

Tomaste una suavemente entre tus manos, aspirando el aroma de la flor que inundaba tus fosas nasales. Notaste que había algunas flores caídas junto a algunos pétalos. Te agachaste a recogerlos y tomaste una de las flores para colocártela en tu cabello. Sonreíste al notar cómo la flor quedaba perfecta. Estabas por continuar recogiendo los pétalos hasta que escuchaste pasos detrás de ti. Te diste la vuelta y notaste al chico acercarse a ti.

- Con que aquí estabas, ya me estaba preocupando por no encontrarte -dijo mientras te miraba atentamente, algo preocupado, escaneándote y notando las flores en tu cabello.

- Lo siento, quería venir a recoger algunas flores -dijiste al notar preocupación en su mirada. Te levantaste aun con los pétalos en las manos.

El chico quitó su expresión preocupada y suavizó su mirada. Sus ojos aún te escaneaban, pero ahora haciendo hincapié en tu cabello, notando que se veía realmente hermoso con aquellos hibiscos. Te veías casi como una princesa, aunque no lo iba a admitir en voz alta.- Está bien, lo que importa es que estás a salvo -hizo una pequeña pausa-. A la próxima avísame para venir contigo, puede pasar cualquier cosa.

- Lo sé, tengo cuidado. Sabes que aquí no se acercan muchos dinosaurios -dijiste mientras señalabas a tu alrededor. El panorama estaba despejado y solo se escuchaba el ruido del agua cayendo, haciendo la escena aún más tranquila y cómoda.- Además, no quería molestarte, parecías ocupado.

Él se acercó a ti y tomó una de tus manos delicadamente.- Sabes que para ti nunca lo estoy. Siempre que necesites algo, solo dímelo y yo te seguiré.

No pudiste evitar sonreír ante su comentario, asintiendo y entrelazando sus manos.- Lo tendré en cuenta.

Tu sonrisa era una brisa fresca para él, siempre tan brillante y reconfortante. Lo hacía desconectarse de todo a su alrededor y bajar la guardia. Rápidamente, el calor comenzó a inundar sus mejillas, así que volteó hacia otro lado para disimularlo.- Sí, bueno, ya que está aclarado, hay que regresar y buscar a Bumpy en el camino.

Notaste su repentino nerviosismo por esconder su rostro, pero eso no evitó que admiraras sus mejillas coloradas. Sin soltarlo de la mano, lo jalaste para empezar a caminar.- De acuerdo, ya quiero enseñarle estas bonitas flores a los demás.

Él devolvió su vista hacia ti y comenzaron a caminar juntos hacia el campamento, con los rayos de sol proyectando sus sombras hasta perderse entre los árboles.

♡ᴡɪᴛʜ ʏᴏᴜ...ɪɴ ᴀɴᴏᴛʜᴇʀ ʟɪғᴇ°࿐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora