C7: Confesiones públicas.

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El estadio de Auradon estaba en plena euforia tras el partido de tourney. La victoria de nuestro equipo, con Jay y Carlos como héroes, estaba en boca de todos. Pero la celebración pronto se desvió cuando Ben, de manera inesperada, se dirigió al centro del campo y declaró su amor por Mal en medio del tumulto. La sorpresa en la multitud era palpable.

Yo no podía creer lo que estaba viendo. Mi corazón se hundió al ver a Ben y Mal abrazándose, mientras los aplausos se mezclaban con murmullos de asombro. Mi mente no podía procesar la magnitud del cambio: Ben, el príncipe de Auradon, había terminado su relación con Audrey en un instante, y ahora estaba con Mal. ¿Cómo había sucedido todo esto tan rápido?

Me acerqué a Audrey, que estaba al borde de las lágrimas. La tristeza en su rostro era evidente, y mi propia confusión solo parecía intensificar su dolor.

—No puedo creerlo —dijo Audrey, su voz quebrada—. Ben y yo... Pensé que estábamos bien. ¿Y ahora esto?

Traté de consolarla, pero la situación era tan surrealista que no sabía ni qué decir. Todo en Auradon estaba cambiando de repente. Mi mente seguía dando vueltas mientras pensaba en cómo Audrey, después de todo esto, estaba ahora con Chad, el hijo de Cenicienta y el Príncipe Encantador. La ironía y la rapidez con que todo había cambiado era abrumadora.

—No solo eso —dije, intentando buscar alguna lógica en medio del caos—. Ahora, Audrey, estás con Chad, y Ben está con Mal. No sé qué está pasando en Auradon. Todo está cambiando tan rápido.

Mientras los rumores se esparcían por todo el reino, la gente no hablaba de otra cosa. El escándalo de Ben y Mal, la ruptura con Audrey, y la nueva relación de Audrey con Chad se convirtieron en el tema de conversación en cada rincón de Auradon. El mundo que conocíamos parecía haber dado un giro inesperado, y no podía evitar sentir que todo estaba fuera de lugar.

Durante los días siguientes, noté que Ben estaba desesperado por encontrar a Mal. Lo veía recorrer el palacio y los terrenos de Auradon, buscando a la chica con la que había declarado su amor tan efusivamente en el partido. Sin embargo, parecía que Mal evitaba a Ben, desvaneciéndose cada vez que él se acercaba.

La verdad es que no me preocupaba demasiado por Ben. Nunca me ha caído bien. Y ahora, con toda esta situación complicada, no me sorprendía que él estuviera teniendo problemas. Mis propias responsabilidades eran abrumadoras con la preparación de la coronación. Tenía una lista interminable de tareas y la presión para que todo saliera perfecto era inmensa.

Así que decidí no involucrarme en el drama de Ben y Mal. Me limité a seguir con mis deberes y a centrarme en los preparativos. Aunque no podía evitar sentir una pizca de satisfacción al ver cómo Ben se enfrentaba a los desafíos de su propia vida amorosa.

 Aunque no podía evitar sentir una pizca de satisfacción al ver cómo Ben se enfrentaba a los desafíos de su propia vida amorosa

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Todo el día en el aula con Jane ha sido un torbellino de actividad. La sala está llena de papeles, listas y planes para el próximo gran acontecimiento: el Día de la Familia. Es un evento en el que las familias de los estudiantes vienen al reino para disfrutar de una jornada de comida, actividades y buenas experiencias. El aula está decorada con guirnaldas y carteles coloridos que intentan reflejar el espíritu festivo que queremos lograr.

Jane y yo estamos rodeadas de listas y detalles. Ella revisa una lista de invitados mientras yo organizo las ideas para las actividades. Aunque a veces siento que su timidez puede ser un obstáculo, me esfuerzo por ser de apoyo. A veces, ni siquiera puedo imaginar cómo se siente al tener que lidiar con todo esto.

—Creo que hemos cubierto todas las bases —le digo, mirando la pizarra llena de nuestras ideas—. Tenemos juegos, una pista de baile y un área para que las familias disfruten de una comida especial. ¿Hay algo que quieras añadir?

Jane me mira con una mezcla de gratitud y preocupación, y puedo ver la inseguridad en sus ojos.

—Solo me preocupa que no haya suficiente espacio para todos. Este evento siempre ha sido muy popular.

Asiento, comprendiendo su preocupación.

—Podemos ajustar el diseño de los espacios y agregar algunas mesas y sillas extra. Si es necesario, podemos pedir más ayuda a los voluntarios para asegurarnos de que todo esté bajo control.

Jane frunce el ceño y su preocupación parece aumentar.

—No solo eso. He estado pensando en los chicos de la Isla y en sus familias. Me preocupa que algunos de los familiares de los estudiantes de la Isla vengan al evento. ¿Qué pasará si traen a sus padres? ¿No será peligroso?

La preocupación de Jane es evidente y entiendo de dónde viene. Los antecedentes de los villanos y el ambiente que han creado siempre ha sido motivo de inquietud.

—Jane, los padres de los chicos de la Isla no podrán asistir. No tienen permiso para salir de la Isla de los Perdidos, así que solo serán los estudiantes quienes asistirán. Las reglas están bastante claras en ese sentido.

Jane parece algo aliviada, pero todavía no completamente tranquila.

—¿Y si alguien logra sortear las reglas?

—Lo dudo —respondo con una sonrisa tranquilizadora—. El comité de seguridad está muy bien preparado para manejar cualquier situación. Confía en que todo estará bajo control.

Jane asiente lentamente, aunque todavía puedo ver una chispa de duda en sus ojos.

—Gracias, Sol. Realmente aprecio tu apoyo. Solo quiero que todo salga bien y que el evento sea un éxito para todos.

—Lo será —le aseguro, dando un toque de ánimo—. Estamos haciendo un gran trabajo y, aunque siempre hay desafíos, lo importante es que estamos preparados.

A medida que el día avanza, seguimos trabajando en los detalles finales. Preparamos las invitaciones, coordinamos los horarios de las actividades y nos aseguramos de que todo esté listo para la llegada de los estudiantes y sus familiares. El entusiasmo crece en el aula y, aunque las tensiones persisten, me siento orgullosa del progreso que hemos hecho.

Al final del día, me siento exhausta pero satisfecha. El trabajo en equipo con Jane ha sido productivo y, aunque las tensiones persisten, estoy decidida a hacer que el Día de la Familia sea un evento memorable. Mirando el calendario, me doy cuenta de que está a solo unos días de distancia. Es el momento de prepararnos para un día de celebración, esperanza y nuevas oportunidades.

Herederos del destino | Ben Bestia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora