El torneo de esgrima se acercaba rápidamente, y con él, un torbellino de emociones y expectativas. Cada día, mis amigas y yo nos reuníamos para entrenar en los jardines, usando todo el equipo que podíamos encontrar para perfeccionar nuestras técnicas. Morven, Lonnie y Jane se convirtieron en mis compañeras de entrenamiento, siempre dispuestas a animarme y desafiarme.
—¡Vamos, Soleil! —gritó Lonnie un día mientras me lanzaba una estocada—. ¡Tienes que ser más rápida!
Esquivando su ataque, me reí.
—Estoy haciendo lo mejor que puedo, Lonnie. ¡Dame un respiro!
Morven, que observaba desde un costado, asintió con aprobación.
—Lo estás haciendo genial, Soleil. Solo necesitas afinar un poco más tu técnica y estarás lista para el torneo.
Cada tarde se llenaba de risas y esfuerzo, y aunque los entrenamientos eran duros, el tiempo con mis amigas hacía que todo valiera la pena. Jane, aunque no participaba en el torneo, estaba siempre presente, ofreciendo consejos y ánimos.
—Recuerda mantener tu postura, Soleil —me decía, su voz suave pero firme—. Y no te olvides de controlar tu respiración.
Con cada día que pasaba, sentía que mejoraba. Mi confianza crecía, y aunque sabía que el torneo sería un desafío, estaba decidida a dar lo mejor de mí. Las noches las pasaba repasando mentalmente mis movimientos y estrategias, imaginando cómo enfrentar a mis oponentes.
Finalmente, el día del torneo llegó. El ambiente en la academia estaba cargado de energía, y los estudiantes se reunieron en el gimnasio, listos para presenciar el evento. Los competidores se alinearon, y me encontré cara a cara con mis rivales, sintiendo una mezcla de nervios y emoción.
Las primeras rondas pasaron rápidamente. Mi entrenamiento dio frutos, y logré avanzar sin demasiados problemas. Cada combate me enseñaba algo nuevo, y mis amigas siempre estaban allí para apoyarme.
—¡Lo hiciste increíble, Soleil! —exclamó Morven después de uno de mis combates más duros—. Estás avanzando a pasos agigantados.
Sonreí, sintiendo una oleada de orgullo.
—Gracias, chicas. No podría hacerlo sin ustedes.
Llegué a las semifinales, enfrentándome a algunos de los mejores esgrimistas de la academia. Sabía que no sería fácil, pero estaba decidida a seguir adelante. Cada golpe, cada esquiva, cada movimiento estaba calculado y ejecutado con precisión.
Finalmente, llegué a la final. Mi oponente era nada menos que Ben, el rey de Auradon y un formidable esgrimista. La tensión en el ambiente era palpable, y podía sentir la expectación de todos los presentes. Ben me miró desde el otro lado de la pista, su expresión seria y concentrada.
La final se llevaría a cabo en dos días, mientras tanto, tenía que perfeccionar mis habilidades si quería un duelo justo con el rey.
••
Con el torneo de esgrima en plena marcha y la final a solo dos días de distancia, la emoción en la academia de Auradon alcanzaba su punto álgido. Mis amigas y yo nos encontrábamos en los jardines, tomándonos un descanso después de una intensa sesión de entrenamiento. La brisa cálida acariciaba nuestros rostros mientras nos sentábamos en el césped, disfrutando de un momento de calma antes de la tormenta.
—Entonces, Soleil —dijo Morven con una sonrisa traviesa—, ¿cómo se siente llegar a la final y enfrentarte a Ben?
—Debe ser toda una experiencia —añadió Lonnie, riendo.
Jane, siempre tímida pero con una chispa de picardía en sus ojos, se unió a la conversación.
—Sí, Soleil, cuéntanos. ¿Estás nerviosa por enfrentar al príncipe Ben?
Rodé los ojos, intentando ocultar mi nerviosismo detrás de una fachada de seguridad.
—No es para tanto, chicas. Es solo otro combate.
Morven soltó una carcajada.
—Vamos, Soleil. Sabemos que hay más en juego aquí. Después de todo, es Ben.
—El mismo Ben con quien tienes esa historia tan... complicada —agregó Lonnie, arqueando una ceja.
Me crucé de brazos, intentando no mostrar lo incómoda que me sentía con el tema.
—No es nada. Solo quiero demostrar que soy una buena esgrimista. Ben no tiene nada que ver con eso.
Jane se inclinó hacia adelante, sus ojos llenos de curiosidad.
—¿Seguro? Porque la forma en que se miraban durante los combates anteriores... parecía que había algo más que simple rivalidad.
—Jane tiene razón —dijo Morven, sonriendo—. Parecía que había chispas volando entre ustedes.
Sentí que mis mejillas se calentaban. No quería admitir que había algo más detrás de mi determinación de ganar, ni siquiera a mí misma.
—No es así. Ben y yo solo somos... rivales. Nada más.
—Claro, claro —dijo Lonnie, claramente disfrutando de mi incomodidad—. Pero sería interesante ver cómo se desarrolla el combate final. Especialmente con toda esa historia entre ustedes.
Morven asintió, su expresión llena de diversión.
—Y no olvidemos que Ben también tiene mucho que demostrar. Ser el rey y todo eso.
Jane me miró con seriedad, aunque su tono era suave.
—Solo asegúrate de concentrarte en lo que realmente importa, Soleil. Tu habilidad y tu pasión por la esgrima. No dejes que nada ni nadie te distraiga.
Asentí, agradecida por su consejo.
—Lo haré, Jane. Gracias.
Mientras nos reíamos y bromeábamos, una voz resonó desde la entrada del jardín. Era el Hada Madrina, anunciando algo importante.
—Atención, estudiantes. Tengo un anuncio que hacer.
Nos levantamos rápidamente y nos dirigimos hacia ella, curiosas por saber de qué se trataba.
—Como saben, la final del torneo de esgrima se acerca —dijo, su voz llena de entusiasmo—. Y para celebrar este evento, hemos decidido organizar una serie de actividades y festividades para todos los estudiantes. Habrá competiciones adicionales, exhibiciones y una gran fiesta después de la final.
La multitud estalló en vítores y aplausos. Las chicas y yo intercambiamos miradas emocionadas.
—¡Esto será increíble! —dijo Morven, aplaudiendo—. ¡No puedo esperar!
Lonnie sonrió ampliamente.
—Será una gran oportunidad para relajarnos y disfrutar después de tanto entrenamiento.
Jane asintió, sus ojos brillando con anticipación.
—Y será una buena forma de celebrar, sin importar el resultado de la final.
Sentí una mezcla de emoción y nerviosismo. La final estaba a la vuelta de la esquina, y con ella, la oportunidad de demostrarme a mí misma y a los demás de lo que era capaz. Pero también sabía que enfrentaría a Ben, y que el resultado de ese combate podría cambiar muchas cosas.
—Bueno, chicas —dije, tomando una respiración profunda—, será mejor que sigamos entrenando. No podemos permitirnos relajarnos todavía.
—¡Vamos! —exclamó Lonnie, levantándose—. ¡A darlo todo!
Mientras volvía al campo de entrenamiento con mis amigas, no pude evitar sentir un cosquilleo de anticipación. La final se acercaba, y con ella, la oportunidad de enfrentar no solo a Ben, sino también a mis propios miedos y dudas. Estaba lista para el desafío, y con mis amigas a mi lado, sabía que podría enfrentar cualquier cosa que viniera.
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Herederos del destino | Ben Bestia.
Fanfiction|| PRIMER LIBRO COMPLETO. || SEGUNDO EN PROCESO. En el brillante y encantado reino de Auradon, dos príncipes, cada uno con un legado poderoso, han estado en una constante rivalidad desde que tienen memoria. Ben, el heredero carismático y noble del R...