C47: Un final perfecto.

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SOLEIL

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SOLEIL.

El verano avanzaba lentamente y la distancia entre Ben y yo se sentía más grande cada día. A pesar de nuestros esfuerzos por mantenernos en contacto, las responsabilidades reales y las largas distancias hacían que los días se alargaran sin fin. Estaba en el jardín del castillo en Corona, disfrutando de un raro momento de tranquilidad, cuando mi madre, Rapunzel, se me acercó.

—Soleil, ¿cómo te sientes? —preguntó, sentándose a mi lado.

—Estoy bien, mamá. Solo... lo extraño mucho —respondí, mirando hacia el horizonte.

—Entiendo. El amor a distancia nunca es fácil. Pero sabes que Ben te ama, ¿verdad? —dijo, poniendo una mano sobre la mía.

Asentí, tratando de no dejar que la tristeza se apoderara de mí.

—Sí, lo sé. Pero eso no hace que sea más fácil.

Mi madre me sonrió con comprensión y me abrazó. Poco después, se levantó y me dejó sola con mis pensamientos.

Reflexioné sobre todo lo que había pasado en el último año. Desde el torneo de esgrima hasta los momentos compartidos en la biblioteca, los paseos por el jardín y las risas compartidas con amigos, cada momento con Ben se sentía precioso y único.

Recordé cómo habíamos comenzado como rivales, siempre compitiendo y desafiándonos mutuamente. Pero lentamente, esos desafíos se convirtieron en una comprensión y una conexión más profunda. El viaje a Corona había sido un punto de inflexión, y nuestro beso en la casa del árbol marcó el comienzo de algo hermoso.

Ben es todo lo que siempre soñé en un compañero. Es fuerte, valiente, y tiene un corazón tan grande que a veces me sorprende. Su capacidad para liderar con compasión y su dedicación a su gente me hacen sentir increíblemente orgullosa de él. Pero lo que más amo de Ben es cómo me hace sentir. Me hace sentir vista, valorada y amada de una manera que nunca pensé posible.

Un día, mientras estaba en mi habitación revisando algunos documentos, recibí un correo electrónico del departamento de deportes de Auradon. Me invitaban a unirme nuevamente al equipo de porristas como capitana. Sonreí al recordar los buenos momentos que pasé siendo parte del equipo. Aunque mis responsabilidades académicas eran muchas, la idea de volver a ser parte del equipo era tentadora.

Justo cuando estaba a punto de levantarme para volver al interior del castillo, recibí un mensaje en mi teléfono.

—"Hola, princesa. Espero que tu día esté siendo increíble. Te extraño."

Sonreí al leer el mensaje de Ben. Justo cuando estaba a punto de responder, un ruido inusual llamó mi atención. Miré hacia la entrada del jardín y vi a alguien que nunca esperé ver allí.

—¡Ben! —grité, corriendo hacia él.

Ben estaba allí, de pie con una sonrisa amplia en su rostro, luciendo tan perfecto como siempre.

Herederos del destino | Ben Bestia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora